Lo que Seremos Después del Silencio
Mi mano esculca a un roce tu mano con miedo palpable
no busco con mis ojos los tuyos
busco una vida posible contigo
sé que te puedo dar más de una felicidad continua
imagino mis dedos esculcando tu cabeza
apartando tu pelo dorado en señal de rendición.
Mi mano esculca tu cabeza apartando tu pelo dorado
no sé lo que piensas ni lo que quieres decir
tu paz es tan engañosa
como inadvertida mi emoción
cuánto daría por adivinar acaso uno de tus pensamientos
me enfrento al mundo por anticiparme al tiempo
y robarle el próximo beso que guardas para mí.
De ti no sé nada
acaso el timbre de tu voz
tu cara y tu nombre
pero hay tanta certidumbre en esta certeza de adivinarte
de quererte anticipadamente
que ya no dudo de esta buena suerte.
No sé qué pensamiento gobierna este silencio
calma que me abarca
yo recorro tu cabeza con mi mano izquierda viendo al techo
tú no sé — quizá callas — o lloras
te sé de memoria y no sé nada de ti.
Mi dedo traza un camino inventado por tu cuello
me pregunto si te gusta que te toque
que te toque así sin un destino ni misión mas que conocerte
así logro explorarte
¿acaso cierras los ojos o miras como yo el techo?
Mis ojos se reconocen testigos de una fortuna que no conocí antes
acerco mi nariz a tu pelo y pego mis labios a tu cabeza
en un beso convencido recojo la duda más honda y vieja que tengo
no sé por dónde empiezan tus complejos ni cómo iré descubriéndolos
no sé cuánto tardes en odiar mis defectos
ni cuándo dejarás de ignorarlos.
Sé que este silencio guarda mucho más que los segundos que pasan
quizá sea esta la última ocasión que tengas para enamorarme
quizá sea esta la última vez que te hable con autonomía
sé que voy a quererte mucho más de lo que ya te quiero
tu brazo se acomoda rodeando mi cuello y ya tengo el mundo entero
siento las ganas de romper el silencio que nos abarca
no sé qué decir
¿qué somos ahora que no fuimos antes del silencio,
o qué seremos al romperlo que no seamos ahora?
Te cedo la responsabilidad de romper esta paz que se ha instalado
te cedo toda mi independencia y el curso de mi próxima palabra
te cedo mi futuro y toda posible alegría que él albergue
te cedo el derecho de romper el silencio
sin verme a los ojos.
No conozco tu cuerpo ni tus labios mis labios
no sé de qué prejuicio viene esta curiosidad impropia en mí
Ni sé tampoco porqué elegí quererte tanto sin antes quererte
giras la cabeza
me entregas un gesto tierno de complicidad
pero no dices nada
y yo no sé qué sigue ni sé cómo seguir así
sin decir nada
aunque así esté bien.
Mi mano esculca tu mano esperando que no la muevas
que en el silencio haya invadido tu mente
que no me esté equivocando busco tu mano
y decirte sin palabras lo que somos no estoy seguro pero
es que quizá tú puedas palpar mi amor cuando te toco.
Sé que voy a quererte después de este silencio
y que no dejaré nunca de explorar tu cuerpo con mis dedos.
¿Te gustan nuestros poemas? En Poesía en español subimos un nuevo poema cada día, podés seguir nuestra publicación en Medium o suscribirte a nuestros correos para recibir nuestras novedades. ¡Bienvenido!
