La Única Novedad después del Amor es el Desaliento.

Rodolfo Navarrete
Poetas de la Noche.
7 min readFeb 9, 2017

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Piensa en los recuerdos más dulces de tu vida y contesta la extraña pregunta que voy a hacerte: ¿Qué coño estás haciendo aquí?

Musitando entre algo más de 7mM de habitantes en la Tierra, donde — ahora más que nunca — todo acceso-a-algo tiene un precio, da para entender que siete mil millones es mucha gente. Tuve miedo de encontrar la respuesta. La Fabrica del Gran Sueño llamado Estado de Bienestar fue algo que me paralizó. Nunca me he sentido capaz de hacer un trabajo, de servir para los horarios laborales. Pero una cosa es ser laboralmete un fiambre, un inútil, y la otra es ser un estúpido. Las personas que jugaban a las casitas sólo podían mantenerse en el espacio/tiempo gracias a un invento llamado Crédito. Los vi presumiendo en sus barbacoas y sus asados, pero cuando el volumen de deuda se hizo monstruoso, los matrimonios estallaron y los pedazos saltaron por los aires.

Mi primer matrimonio no fue la excepción. A mi ex esposa le gustaba aparentar y se endeudó. Ella, no yo. Ella.

Gobiernos, Ciudadanos, Empresarios juegan con precios a futuro, mientras nadie se pregunta ¿Habrá o no habrá para pagar? ¿Porqué nadie dice cuánto es el monto de la Deuda Total y quién la ha de pagar? Respuesta: Tú, tú, tú y tú y la zorra de mi ex mujer lo pagarán; y tus hijos y los míos. No voy a entrar a esta maquinaria de mentiras. La Economía ficticia, basado en deuda, bonos e intereses pone a todas la gente con los pelos de punta. Ganadores: Los Bancos y otras “ballenas” demasiado grandes para morir.

Y yo también. No tengo beneficios ni prestaciones. Soy un “outsider”, si lo quieres ver así. Sigo mis propias reglas. Pero a mi ex esposa no le gustaba eso. Ella es del tipo autoritaria, neurótica. No sé, antes, cuando los abuelos conseguían pareja, se quedaban satisfechos por que se corría el riesgo de no ser un hombre o una mujer resuelto. Las cosas eran más difíciles para los individualistas, especialmente para las madres solteras.

Hoy somos tanta gente y sigo sin entender qué coño estaba haciendo ahí, cuando la conocí. Tenemos la posibilidad de estar con una persona y se abre una puerta, pero la vida moderna tiene tantas opciones, tanto bombardeo, que no podemos dejar de sentir insatisfacción por elegir una puerta y ver como se cierran miles de puertas más. El Amor se devalua con sus posibilidades. Necesita muchas cosas para seguir vivo. Confianza, cariño, besos, complicidad, responsabilidad, detalles, dinero, status, romanticismo… dios, no es muy inteligente agregar todo este peso a la palabra Amor. Lo tenemos cercado con alambre de púas y minas enterradas; luego nos lamentamos, nos preguntamos qué salió mal. Es demasiada carga para un sentimiento que debería ser libre y hermoso.

En cambio, el odio no necesita nada. Se alimenta a sí mismo. Se crea con satisfacción; se lleva en la maldita sangre mucho más fácil. Se propaga, se contagia al otro. Amor y odio resumen Memorias dulces y Heridas abiertas a destajo. No sé porqué el adoctrinamiento de los amantes es tan insoportable. Mujeres y Hombres se mezclan, pero en realidad son líneas paralelas que la naturaleza proyecta juntas y que jamás van a tocarse.

Una vez amé a esa mujer. Lo reconozco. La amé demasiado. Era flaca, hipercalórica, 1.67 de estatura, su cuerpo tenía cierto fuego pese a su delgadez, su moral distorsionada y su cabeza redonda. Tenía el cabello lacio y negro, le gustaba ondulárselo y teñirse de rubia. Sus ojos eran verdes, no supe ver la traición ni su alma a través de ellos. Sus labios destallaban, eran gruesos, se expresa siguiendo cierto orden lógico. Su nariz era pequeña y un poco aplanada. No sé que habrá pensado de mí. Nos conocimos en el colegio. Piensa con fuerza, reacciona con hostilidad y gritos, pero es muy divertida al inicio de todo. Hubo un tiempo que fuimos una pareja estupenda. Gracias a ella aprendí a desconfiar de las escandalosas demostraciones de amor. Jamás creí que llegaría a odiarla tanto. La única novedad, después de todo este jaleo, es el desaliento. Amar tiene su riesgo, sobre todo cuando se tiene hijos . Riesgos de guerra. Multiplícalo por la intensidad. Yo era demasiado joven, nadie podía frenarme. Al principio estuvimos muy bien, éramos como almas gemelas. Ella tuvo una bronca con su madre y la echó de casa. Ella estaba furiosa y no pensaba dar un paso atrás. Yo ya estaba acostumbrado a desaparecer por semanas de la mía. Vendimos algunas de nuestras cosas en la casa de empeño y nos escapamos, conocimos algunas ciudades a lo largo del país. Las cosas se pusieron feas cuando empezamos a pasar hambre. Su familia terminó encontrándonos, porque nos dejamos encontrar. Ya no teníamos qué comer.

La verdad es que yo hubiese matado por ella. No quería perderla. Diez y nueve años de vida tenía yo. Ella 18.

Tuve una hija con esa mujer dos años después, y mi juventud acabó ahí.

Lo cierto es que no podía darme el lujo, puesto la vida que llevo, de tener una mujer conmigo. Dependiendo tu lugar en la pirámide el precio de tener una vida cambia. No quería hacerlo, pero ella no quería dar a luz a nuestra hija en un Hospital cualquiera. Quiso uno privado. El paquete incluía todo: chequeos, ginecóloga, ecografías, habitación, parto… El precio era demasiado para nosotros. Tuve que hacer dos trabajos. De mesero ambos. Dos restaurantes. Sueldo miserable, más propinas generosas.

También tuve que robar. Con el tiempo conseguí mis propios clientes, consumían 300 y sólo pagaban 100, el trato era que me lo diesen a mí y se largaran sin ser vistos por el encargado. Esto lo hacía cuando el Restaurant estaba lleno a tope y era difícil controlar al personal. Sobre todo, en las mesas detrás de las columnas. Cuando mis clientes se marchaban, recogía los platos sucios, jalaba el dinero discretamente. No me los metía en la bolsa, lo ocultaba debajo del plato. En la cocina era cuando me los guardaba dentro del zapato. Las primeras semanas eran tranquilas, pero comenzaron a darse cuenta de las pérdidas. El encargado y el gerente nos ponían firmes a todos. Nunca me pillaron. Tengo un don para estas cosas. Así fue como nació mi hija.

El temperamento de mi ex mujer, durante el embarazo, se tornó cruel y demente. Pensé que las hormonas la tenían jodida; pero en realidad era su verdadera cara. Se convirtió en un monstruo y sólo empeoró con los años.

Tuvimos una guerra, una que jamás olvidaremos. El odio funciona de esta manera. Yo sabía que la información privilegiada es crucial cuando hay cosas en juego. Me entristeció profundamente cuando la pillé hablando muy mal sobre mí con sus amigas más cercanas. Decía “es un inútil”, “es un bueno para nada”. Todo mi dinero se lo dí a ella, y no fue poco. Cuando la sorprendí escribiéndose mails con ex novios, decidí separarme de ella. Fue algo muy violento. Mi hija tenía 2 años. Desconfianza significa miedo. Mi ex esposa con sus emociones básicas y sociópatas. Yo con mi nihilismo, mi astucia y mi sagrada pereza. Algunas mujeres (y hombres) no entienden las vertientes ideológicas de una pareja fortalecida. Mi ex esposa, a la que llamaré desde ahora Hiena No. 1”, no entiende una mierda de nada, ni lo entendió antes y sigue sin entenderlo ahora. Sólo nos une el odio.

Me follé a su hermana. A su mejor amiga. Monitoreaba sus pasos gracias a virus troyanos informáticos. Tenía capturas de pantalla cada 90 segundos y un log diario de sus pulsaciones de teclado, con hora y fecha y direcciones web. Fue fácil entrar a su correo. Realmente conoció la derrota y lo hijo de perra que podía ser.

Cambió de Universidad, de amistades y empezó a salir con alguien. No me importó. Nuestra relación estaba rota, sin embargo, no estábamos formalmente divorciados. Quería quitarme a mi hija, vengarse de lo de su hermana. Creo que eso realmente la enfureció. Mientras ella se dedicaba a cortar con tijeras los botones de mis camisas, los cordones de mis zapatos, mientras ella me insultaba y escondía pañales sucios en mi mochila; yo la seguía a sus citas para sacar video y fotos.

La noche que ella consiguió un abogado, le mostré en un sobre amarillo con todas las pruebas. Se quedó fría. Le dije que la niña se queda conmigo. Las cartas estaban echadas. Demanda por adulterio, abandono del hogar (se iba a veces por días), diferencias irreconciliables… no pintaban las cosas muy bien para ella. Tuvo que firmar el divorcio de mutuo acuerdo y darme la custodia. Pensé que había ganado la guerra; pero sólo era una batalla.

En realidad, la guerra sólo acabará hasta que nuestra hermosa hija cumpla 18 años. Mientras tanto, aprovecha cualquier oportunidad para hacerme daño a través de ella. Han pasado más de 14 años y sigue esperando su momento de hacerme sangrar. Sigo preguntándome qué coño estaba haciendo ahí, aquel día, sentado con 19 años, esperándola salir de clase para intentarlo con ella.

Marco Salbazo.

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Rodolfo Navarrete
Poetas de la Noche.

Todas las historias fueron escritas por Rodolfo Navarrete quien posee los derechos de Autor. twitter @RodolfoNavarret