Internet y política: La gran revolución del Big Data

Tomas Figueroa
POSTlítica
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4 min readNov 28, 2016

Antiguamente las elecciones presidenciales se seguían por el diario, luego por radio y pasando por la TV, hoy saltamos al Internet. De informarse periódicamente y largos monólogos en las charlas al minuto a minuto y la permanente retroalimentación online entre político y votante. La revolución tecnológica está cambiando la política de golpe, el ciudadano dejó de ser pasivo, todo es interactividad pura.

El primero en entenderlo fue Barack Obama. Así como Franklin D. Roosevelt fue el Presidente de la era de la radio y John F. Kennedy comenzó el reinado de la TV, el actual mandatario que le entregará el poder a Trump en enero, se ha caracterizado por ser el Presidente de Internet y las redes sociales.

Asesorado por uno de los creadores de Facebook, Chris Hughes, revolucionó el proselitismo en las RRSS y rompió récords de donativos por Internet. Fue el impulsor del Big Data en las campañas, destacando por la creación de sus apps como “Obama for America”, que sirve para coordinar a los voluntarios para realizar “puerta a puerta”.

La campaña online de Barack Obama en 2008 fue la primera en la historia.

Dinero: Factor cada vez más decisivo

Fuente: BBC.

Para Juan Pablo Sims, cientista político con especialidad en América Pacífico, “el dinero ha demostrado ser un factor fundamental para posicionarse en las elecciones norteamericanas, especialmente en primera vuelta, ya que determinará las propuestas tecnológicas que se aplicarán”.

Así, según estimaciones del Centro para Políticas Responsables de los EE.UU, en las elecciones de 2008 se gastaron US$760 millones, en 2012 alrededor de 1.000 millones, siendo la de este año por lejos la más cara con un costo de US$2.651 millones.

Mismo ejemplo aplica en Chile, para las pasadas elecciones presidenciales de 2013, Bachelet declaró al Servicio Electoral (SERVEL) gastos por $5.377.125.100, siendo Matthei la que más se le acercó con $3.474.791.251, mientras que Ricardo Israel fue el candidato que menos invirtió, tan sólo $54.893.174.

Big Data: Presente y futuro en la política

Probablemente si no fuera por Obama no hablaríamos de Big Data y política en una misma frase. Con una economía en baja y un panorama electoral complicado de cara a la reelección, Jim Messina, jefe estratégico del actual Presidente de los EE.UU, señaló en 2012: “Vamos a medir cada cosa en esta campaña”, ordenando que cualquier innovación en materia electoral fuese investigada, testeada, analizada y probada nuevamente.

A través de su canal de YouTube, Obama contestaba dudas de los votantes.

Una de las tantas herramientas que utilizó, como explica el analista político Patricio Gajardo, fue The Optimizer: “Le dio una tremenda ventaja porque permitió determinar qué programas de televisión eran más eficientes para llegar a cierto electorado clave”. Así llegó a comprar espacios en diferentes series del cable como The Walking Dead y Sons Of Anarchy, lo que significó un ahorro estimado de alrededor US$ 40 millones.

De esta misma manera se implementaron sistemas de envíos de mails con diferentes palabras clave en los encabezados evitando molestar a los votantes, lo que favoreció tremendamente la recaudación online, que para esa elección alcanzó los US$ 690 millones.

Fuente: BBC

En esa línea, como consigna el New York Times, la inversión demócrata en tecnología continuó fuerte para las recientes elecciones. El partido de Hillary Clinton contaba con un equipo de 507 personas en el área de tecnología, contra 123 de los republicanos.

En entrevista con El Mercurio, Mason Harrison, director de Crowdpac (sitio web que analiza las donaciones monetarias en las elecciones estadounidenses), indicó que: “Los políticos están yendo a Sillicon Valley y quieren conocer a los innovadores y emprendedores que están conduciendo la nueva economía. La influencia política existe allí es más grande que su tamaño y sus números”.

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