Una visita a San Luis Potosí
Re-conociendo al desierto
A finales de noviembre realizamos un corto viaje a San Luis Potosí, gracias a la guía de Pedro Nájera y Laira Martínez. Visitamos el hábitat de varias de las especies de San Luis y sus alrededores, como Ariocarpus kotschoubeyanus, A. bravoanus, A. retusus, Thelocactus bicolor, T. tulensis, T. hexaedrophorus, Echinocereus pentalophus, E. cinerascens, Ferocactus pilosus, F. latispinus, Echinocactus platyacanthus, Turbinicarpus pseudopectinatus, T. subterraneus, Pelecyphora strobiliformis, diversas Coryphanthas y Mammillarias.
Si bien el viaje fue una experiencia muy gratificante y sorprendente, también dimos cuenta del gran deterioro que sufren algunas poblaciones. Tal es el caso de la localidad tipo de Ariocarpus bravoanus, en la cual se aprecia claramente que los ejemplares de esa zona están siendo constantemente extraídos, además de ubicarse muy cerca de la carretera y de una mina , lo que vuelve a esta localidad mucho más vulnerable y tendiente a la desaparición.
Resulta casi increíble, aunque a la vez muy patente, que los intereses económicos y las actividades relacionadas con la minería y con el tráfico de especies silvestres pasen por encima de los intereses de conservación con tanta impunidad, lo que evidencia un gran desinterés no solo de las autoridades sino de grandes sectores sociales.
Aquí se ve claramente, por los huecos en el suelo, cómo fueron extraídos dos ejemplares de A. bravoanus, sin importar que estuvieran marcados con pintura para un estudio poblacional.
Nosotros como humanidad debemos tomar una posición crítica ante las acciones que nuestros congéneres realizan, debemos tomar consciencia de que las actividades económicas y de “desarrollo” no deben pasar por encima de la naturaleza. Por ejemplo, ¿de qué serviría tener en un museo videos, imágenes, animaciones 3d, proyecciones y materiales interactivos sobre el Ariocarpus bravoanus si todos los miembros de su especie ya no existen en su hábitat y solo nos queda la simulación de lo que fue?
Más que la naturaleza, quienes necesitan ayuda somos nosotros: necesitamos que la propia humanidad detenga a los de su propia clase y deje en manos de la naturaleza su reconstrucción y recuperación.
