Dos monedas romanas revelan el origen del Bou Ferrer
Los nuevos hallazgos del pecio en la última campaña se convierten en uno de los motores culturales de Villajoyosa
Era el año 64 d.C y el cielo estaba nublado. Todo parecía presagiar que aquel día iba a llover en un pueblo pesquero llamado Allon (Villajoyosa). Sin embargo, en el horizonte se observaba cómo una embarcación romana del emperador Nerón luchaba contra el fuerte oleaje y el mal tiempo. Finalmente, ésta naufragó. Sin duda, ningún vilero supo la transcendencia de este hecho, hasta ahora.
El pecio Bou Ferrer fue descubierto en la costa de Villajoyosa en el año 1999. Desde entonces, se ha convertido en un yacimiento “excepcional” por ser la mayor nave romano en proceso de excavación en el Mediterráneo y, las 3.000 ánforas repletas de salsa de pescado (muy importante en aquella época) y los lingotes que transportaba.
En el año 2015, fue declarado Bien de Interés Cultural subacuático de la Comunidad Valenciana, convirtiéndose en el primer yacimiento subuacuático nombrado como tal de la comunidad autónoma. Además, en el año 2017 se incluyó el “Proyecto Bou Ferrer. Un naufragio romano para la sociedad” en el Registro de Buenas Prácticas de la UNESCO por su protección, conservación y difusión del Patrimonio Cultural Subacuático.
Más de 200 buceadores con sus familias han visitado el yacimiento subuacuático, según el balance anual del Vilamuseo
Entre el 15 de julio y el 20 de septiembre de este año, tuvo lugar en el yacimiento subacuático de la costa de Villajoyosa una campaña de excavación en el que se localizaron dos monedas en buen estado: un sestercio (sestertius)y un dupondios (dupondius). Estos nuevos hallazgos sitúa al pecio Bou Ferrer entre el año 64 y 68 d. C, época del emperador romano Nerón.
El arqueólogo y director del museo de Villajoyosa, Antonio Espinosa Ruiz (Petrer, 1965), considera que estos nuevos hallazgos hacen que aumente el número de turistas que visitan Villajoyosa, conviertiéndose así en “un destino turístico cultural muy importante”. Además, el pecio Bou Ferrer se encuentra en la vanguardia de la divulgación “in situ” del patrimonio subacuático en Europa, con una campaña de visitas submarinas, totalmente pionero en España. Según fuentes del Vilamuseo, cerca de 200 buceadores han visitado al yacimiento con sus familias. “Muchos de ellos se hospedan en Villajoyosa los fines de semanas y, además, programan otras actividades culturales en La Vila. Y que una vez conocen el pecio, repiten en los años siguientes”, afirma Espinosa.
“Las campañas de inmersión al pecio Bou Ferrer están teniendo un gran impacto económico en la ciudad”, afirma Antonio Espinosa Ruiz, arqueólogo y director del Vilamuseo
Desde el año 2013 se realiza en el pecio, dentro de la campaña científica, visitas submarinas a las excavaciones arqueológicas subacuáticas que “hacen que la gente pase de ser un mero espectador a un cómplice”, considera el director. Lógicamente, esta apuesta innovadora atrae a un turismo específico: el turismo de buceadores. “Estas campañas de inmersión están teniendo un gran impacto económico hacia la ciudad” dice el arqueólogo. Además, desde el año 2014 existe la posibilidad de realizar inmersiones adaptadas para personas con alguna discapacidad que tengan la titulación de buceo requerida.
Los requisitos para realizar las inmersiones son las siguientes: sólo podran participar aquellas personas que estén en posesión de la titulación de buceador de dos estrellas, experiencia mínima de 35 inmersiones y que contribuyan al proyecto Bou Ferrer un donativo, como mínimo de 35 euros. Esta aportación se destina a costear los gastos de los guías y arqueólogos. Además, hay que sumar los gastos de inmersión, como carga de aire, transporte en barco hasta el pecio y el material de buceo. Esta última, se pagará por adelantado al club de buceo colaborador Ali-Sub (Club Náutico de Villajoyosa).
Estas inmersiones se realizan los fines de semana en las que duran las campañas de excavación en grupos de 10 buceadores, acompañados siempre de un arqueólogo subacuático del proyecto científico Bou Ferrer. “Normalmente, las inmersiones se realizan a primera hora de la mañana y de la tarde con una duración aproximadamente 20 minutos de fondo”, argumenta el director.
Durante la inmersión no se permite apoyarse, coger o manipular material arqueológico del pecio. “Se pretende, únicamente, acercar de esta forma el patrimonio a la gente y hacer comprender a los buceadores su extraordinaria importancia y fragilidad, y la necesidad de colaborar todos en su protección”, afirma Antonio Espinosa Ruiz.
Sin embargo, los participantes de las visitas submarinas deben visitar el taller del Vilamuseo dedicado en exclusiva al pecio: Bou Ferrer y la Navegación Antigua. Según el director, este taller “está teniendo mucho éxito. Son miles las personas que han pasado por el Taller”. En este taller se explica el proceso de desalación de piezas de la mano de los propios investigadores, favoreciendo la cercanía entre el público y los profesionales. “La gente acompaña a los arqueólogos en el proceso de descubrimiento” afirma Antonio Espinosa. Además, se puede tocar y oler objetos originales del cargamento del pecio Bou Ferrer. “Lo bueno del taller es que cada vez que vienes te cuentan algo diferente; se aprenden cosas nuevas. Explicamos cosas que no se explican nunca, por ejemplo, por qué los barcos romanos de este tipo no llevan remos. Todo ello lo agradece la gente que viene aquí”, explica el arqueólogo.
“El turismo cultural en La Vila es muy rentable por todo el patrimonio que tiene”, considera Miguel Grande, presidente de la Federación de Vecinos de Villajoyosa
Desde el punto de vista de los vileros, el presidente de la Federación de Vecinos de Villajoyosa, Miguel Grande (Benidorm, 1962), considera que los nuevos hallazgos “son muy importantes porque da conocimiento de la historia de Villajoyosa tanto a los vileros como a las personas de fuera”.
El pecio Bou Ferrer se une al inmenso patrimonio cultural de la localidad alicantina. Las más importantes son la Casa Museo la Barbera dels Aragonés y el Museo valenciano del Chocolate (Chocolates Valor) . La nueva incorporación del pecio al patrimonio cultural vilero “es beneficioso para la economía del pueblo y una forma más de desarrollo del turismo cultural. El turismo cultural en Villajoyosa es muy rentable por todo el patrimonio que tiene”, afirma Grande.
Sin embargo, la Federación de Vecinos de Villajoyosa critica la ausencia de campañas de publicidad del pecio Bou Ferrer por parte del Ayuntamiento. “Echamos en falta una buena promoción del pecio, pero también de los demás patrimonios por parte del Ayuntamiento” critica el presidente.
En cuanto a las visitas submarinas, los vileros no se sienten convencidos de su “rentabilidad económica”. Según Miguel Grande, el pecio Bou Ferrer “al ser una antiguedad, pensamos que es conveniente que se saque del mar, ya que así no está tan limitada su acceso. Si se expone en el museo, habrá más personas que puedan ir verlo”. Si no fuera posible, por parte de la asociación de vecinos, proponen que se aumentaría el número de visitantes al yacimiento subacuático con un “submarino”, ya que podrían verlo debajo del mar sin necesidad de bucear.
Por parte de los vileros, tener en su costa un patrimonio subacuático es “un orgullo”. “Nos tenemos que sentir muy orgullosos por tener el pecio Bou Ferrer porque los que naufragaron vivieron aquí. Forma parte de nuestra historia”, concluye el presidente de la Federación de Vecinos de Villajoyosa.
Fragmentos declaraciones de los entrevistados:
- Antonio Espinosa Ruiz, arqueólogo y director del vilamuseo:
- Miguel Grande, presidente de la Federación de Vecinos de Villajoyosa:
