Andrea Mateo Sarrió | Tesorera de la Asociación “Somriu”

“Es muy triste, pero escuchar ‘personas con discapacidad’ es un logro para mí”

El mayor objetivo de “Somriu”, el nuevo proyecto de Andrea, Nuria, Rosa y Laura es normalizar la diversidad funcional en la vida cotidiana

Yolanda Céspedes
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Andrea Mateo, tesorera de la Asociación Somriu. Foto: Yolanda Céspedes

Somriu: som moviment es el nuevo proyecto de ocio inclusivo para gente con diversidad funcional que Andrea, junto a tres jóvenes más, y con solo 19 años, ha comenzado hace unas semanas. Hacer la vida más feliz, y nunca mejor dicho, hacer sonreír a otras personas es la tarea que ocupa gran parte de la vida de Andrea, Rosa, Nuria y Laura.

El nuevo proyecto de ocio inclusivo lo han puesto en marcha cuatro jóvenes de la provincia de Alicante: Nuria Gil, presidenta, Rosa Verdú, vicepresidenta, Laura Bernabeu , secretaria y Andrea Mateo, tesorera, exactamente en la localidad de Ibi. “Las cuatro tenemos experiencia y estudios en este ámbito”, sostiene la tesorera.

La asociación aún no está puesta en funcionamiento, dado que se necesitan tres meses para la aprobación del proyecto. Sin embargo, las cuatro responsables ya se están moviendo por las redes sociales y dando a conocer sus objetivos. Además, ya han hablado con otras asociaciones cercanas de Ibi, Onil, Alcoy y Xixona para darse a conocer y poder colaborar.

Una vez que el proyecto pueda comenzar, si finalmente recibe el “sí”, la asociación contará con distintos formatos de usuario. Por una parte, contará con los socios usuarios; aquellas personas que disfrutarán de los talleres y las actividades. Estos tendrán que abonar 20€ trimestrales. Y por otra parte, los socios colaboradores; cualquier persona dispuesta a ayudar y colaborar, deberá pagar un mínimo de 10€ cada tres meses. Además, se celebrarán eventos benéficos para recaudar dinero. Sin embargo, Andrea, en su nombre y en nombre de sus compañeras, destaca que este proyecto lo realizan por satisfacción personal y para poder mejorar la calidad de vida de estas personas.

Andrea explica que la idea de crear esta nueva asociación ha sido fruto de la escasez de actividades de ocio para las personas con diversidad funcional. Pese a que en la misma localidad, Ibi, o en otras cercanas como Alcoy u Onil, ya hay varias asociaciones para este colectivo, apenas hay actividades más allá del horario escolar.

Por ello, Somriu ofrecerá talleres de lunes a viernes, dos horas por la tarde, con actividades de danza, deporte, natación, artística y música. El proyecto también contará, entre otras, con actividades turísticas para los fines de semana, y con convivencias tres veces al año. La tesorera destaca que en las actividades durante los fines de semana se verá la real inclusión de las personas con diversidad funcional. Dado que, dichas actividades van dirigidas a todo el público y se darán situaciones reales entre personas “con” y “sin” diversidad funcional.

“Desde Somriu, mediante nuestras actividades, queremos normalizar que estas personas tienen el mismo derecho de realizar las mismas actividades de ocio que cualquier persona. Por ejemplo, también pueden salir de fiesta o ir al cine”, recalca Andrea. Además, desde la asociación se quiere potenciar la capacidad de autonomía, autodeterminación y autosuficiencia de las personas con diversidad funcional.

“Es muy triste pero a día de hoy, escuchar personas con discapacidad es un logro, aunque no estoy satisfecha con ello”, confiesa A. Mateo. Diversidad funcional, un término desconocido para gran parte de la sociedad. Estas personas son más conocidas como “discapacitados” o “minusválidas”, pero estos términos ya son erróneos. “Sin embargo, se puede decir que hemos avanzado un poco. Ahora ya no se les dice tanto “imbéciles” o “esa persona no está bien””, acepta Andrea, insatisfecha con los términos utilizados para este colectivo.

A día de hoy, el término de diversidad funcional debería estar a la orden del día. Pero, en la educación aún no se han introducido modelos de inclusión social reales. El primer paso sería empezar por cambiar los términos. Y desde Somriu se pretende ayudar a sensibilizar a la población y normalizar la presencia de personas con diversidad funcional en cualquier actividad cotidiana.

“Animo a cualquier persona a trabajar con personas con diversidad funcional. La gente tiene que probarlo, no les va a decepcionar. Estas personas son normales, como tú y como yo, pero con otras capacidades diferentes”, concluye Andrea reconfortada con su trabajo.

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Yolanda Céspedes
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Estudiante de 4° de Periodismo en la Universidad Miguel Hernández. Twitter: @yolandaceslo