Vivir en la calle sin pedir dinero
EDurante 2016 se recogieron más de 137 mil perros y gatos en España de los cuales menos de la mitad son adoptados
Popularmente se les considera independientes y amantes de la luna. Aquellas personas más pesimistas temen cruzarse con un negro y los optimistas les regalan seis vidas, pero muchos se olvidarán de que existen felinos que malgastarían su séptima existencia vagando por los tejados. Abandonados, perdidos o frutos de una camada no deseada, las principales razones por las que los gatos no disponen de un hogar. Según los dos últimos estudio de abandono y adopción realizados por Affinity las cifras no disminuyen: 33.300 gatos recogidos en 2015 y 33.335 en 2016. Los que tienen más suerte, es decir, el 45% de estos animales son adoptados, el resto se divide entre los que permanecen, son sacrificados o devueltos.
Aún así existe otra gran cantidad que continua vagando por las calles, en Alicante se pueden encontrar más de 200 colonias formadas por felinos callejeros. Con el objetivo de apaciguar esta situación nace, por una parte, el proyecto CES, proceso de esterilización llevado a cabo por el Ayuntamiento de Alicante desde 2015. Y por la otra las alimentadoras de gatos, 20 mujeres que emplean su tiempo y dinero en cuidar de las colonias.
«Desde hace ocho años hago lo mismo: me levanto de madrugada cojo mi carro y salgo a la calle» afirma «E», nombre ficticio ya que la entrevistada, por razones de seguridad, previere reservar su identidad. «E» pertenece es una de las 20 mujeres que cuidan de algunas colonias. Quedo con ella cuando aún es de noche para que me enseñe cómo se organiza para alimentar a los felinos. Se viste siempre de colores oscuros para pasar desapercibida y asegura que las alimentadores se tienen que esconder, «parecemos ladronas» afirma. Además cuenta que soporta quejas, amenazas y denuncias de muchos vecinos. El Día de Todos Los Santos se encontró con un gato negro decapitado y, además, ha visto matanzas de hasta 20 gatos envenenados, «a veces me pregunto si merecen la pena tantos dolores de cabeza» asegura la alimentadora.
La alimentadora ha llegado a gastarse 400 euros mensuales en la manutención de los felinos
La ciudad está desierta a esas horas y aunque haga frío «E» visita, día sí y día no, siete colonias, razón por la que ha creado comederos, utilizando bidones de agua de ocho litros, en los que deja bastante comida. «He llegado a gastarme 400 euros al mes en mantener a los gatos», refiriéndose a la alimentación, las medicinas y los materiales para la construcción de casetas. Mientras rellena los comederos, y con voz hastiada, explica que solo quiere que la dejen tranquila y que no molesten a los animales, porque ella «no ensucia las calles» y los gatos «no suponen ningún problema». Finalmente sentencia «es mi dinero y mi tiempo, no hago daño a nadie».
“Es mi dinero y mi tiempo, no hago daño a nadie”, añade “E”
Las alimentadoras no están solas. Diferentes asociaciones alicantinas piden al Ayuntamiento que otorgue los carnets de alimentadoras que prometieron, «hace tres años que recogieron nuestros datos y aún no han dado ninguno» afirma «E». Dichas asociaciones también defienden la necesidad de espacios protegidos para los gatos, ya que aseguran que sacrificándolos solo se aplaza el problema. Joan Ramón Villalbí, experto en salud pública, se posiciona del lado de las cuidadoras y expone: “diría que no pensamos (los expertos) que las colonias de gatos sean un problema de salud pública. Especialmente aquellas que están controladas.»
Por otro lado se está instaurando en diferentes ciudades un proceso de Captura Esterilización y Suelta (Proyecto CES) que suele durar un par de horas. En él participan alimentadores y veterinarios. Los primeros se ponen en contacto con el Ayuntamiento para que ceda las jaulas y se encargan de capturarlos. que se encargan de capturarlos. Los expertos en animales realizan la intervención de forma que no sean necesarios cuidados post operatorios. Son los veterinarios los que proponen el precio, aunque el importe máximo subvencionable es de 42,35 euros el macho y 84,70 la hembra.
Asimismo la implantación del proyecto CES en Alicante, iniciado en 2016, no ha sido tan fructífera como debía. En un principio se otorgó un presupuesto de 40 mil euros que por problemas administrativos quedó reducido a poco más de 20 mil euros. Este año la asociación Aldea Felina de Dénia ha sido la encargada de llevar a cabo el CES, pero la cantidad cedida ha sido menor: 14.817 euros. Desde Aldea Felina han afirmado que, al tener un presupuesto menor, han tenido que reducir el gasto cobrando 20 euros por la intervención de cada gato.
La acción de dicha asociación tampoco se ha gestionado como se esperaba. Han terminado el CES con algunos problemas: devolviendo gatos a colonias equivocadas, tardando más tiempo en capturarlos y, según distintos veterinarios, llegando a estar hasta 3 días metidos en un transportín. Ante estos inconvenientes las alimentadoras han alzado la voz y se han quejado de no destinar el total del dinero para la esterilización. «No puedes gastarte 20 euros en transporte a veterinarios» afirma una de ellas, y añade que están cobrando por algo que ellas hicieron y volverían a hacer gratis.
Además de la necesidad de alimentarlos y de controlar las colonias hay que evitar que los gastos domésticos se escapen. En cada colonia de felinos se mantiene una jerarquía. Un gato manda sobre el resto imponiéndose mediante peleas y maullidos. Es una razón que torna indispensable colocar chip a los animales de compañía y extremar las precauciones para que no se marche. Actualmente solo el 2% de los gatos cuenta con un identificador y hay que tener en cuenta que una mascota es muy vulnerable si se pierde y tiene que entrar en una colonia como un nuevo miembro.
Es difícil evitar que los animales no sean abandonados o se pierdan y acaben por la calle, pero como afirma Joan Ramón Villalbí «hay que mantener un control sobre las colonias, tenerlas censadas, sanas y esterilizadas». Las ayudas son indispensables y uno de los primeros pasos para conseguirlo, como asegura una de las alimentadoras es necesaria más colaboración por parte del Ayuntamiento.
