Mate: salvará tu productividad
Tomar mates en tu equipo hará que hagas más
con menos esfuerzo.
En muchos países de Latinoamérica se suele tomar una bebida algo amarga, que implica algunos elementos: líquido, un cuenco de distintos materiales (el mate, que además de ser recipiente, da nombre a la bebida), una “bombilla” o sorbete y yerba. Sí, así como lees. Y en los países del sur, especialmente en Argentina y Uruguay se lo suele tomar en todo momento. Desde antes del desayuno, en el desayuno, con el almuerzo, después del almuerzo, durante la tarde, cerca de la noche. Se bebe con agua caliente, fría, con azúcar, o sin ella, o con gaseosa (cosa que he visto al norte de Argentina y en Paraguay). Y es compañero de toda actividad grupal. Se toma en ronda y se pasa de mano en mano dando sorbos de la “bombilla”.
Y durante mucho tiempo ha sido considerado una marca de la desidia e indolencia de los que están en esta ronda. Sobre todo en los equipos de trabajo y más si estos equipos de trabajo son de entidades públicas. Y ya era hora que hiciera una defensa de esta bebida.
Tomar mates en tu equipo hará que hagas más con menos esfuerzo.
Este fin de semana la pasamos muy bien con amigos, y después de un hermoso fin de semana te cuento porqué la pasamos tan bien. Nos pusimos a trabajar.
¿Cómo? Sí, estuvimos trabajando. Cuando Tim Ferris dice en el título de su libro que él logra trabajar cuatro horas a la semana, creo que se refiere a esto. Disfrutar lo que haces. ¿Y esto cómo se logra? Y sobre todo trabajando en
equipo. Pues tomamos mates.
La verdad que disfrutamos tanto que te cuento los cómo…
Primero
*Objetivos claros.
Una vez definidos lo que quieres, es más claro el
cómo.
*Comunicación:
Aunque esto parece obvio, no lo es, lo obvio no existe. Así que cuando digo algo mejor chequear qué quiero lograr con esto, sí, como me escuchaste. Pregúntate qué quiero lograr decir con lo que digo. Luego pregúntate qué
vas a lograr si dices esto. Qué sucederá con tu realidad si vos decís esto. Y aunque parece un proceso lento, sucede que esto lo estamos haciendo todo el tiempo. Aunque no lo hacemos consciente.
*Roles:
Definir roles, quién hace qué y cuándo. Esto te libera de la falsa sensación de control que intentamos tener cuando realizamos una actividad.
*Enfocarnos en la transformación no en los resultados.
Por último, no menor, soltar la idea del plan absoluto, de los resultados a rajatabla, los resultados están ahí afuera. Pueden suceder o no. Pero hay algo que va a suceder de cualquier manera, si estás en un proceso, al terminar no vas a ser el mismo. Te lo aseguro. Y si te concentras en reconocer y hacer consciente este proceso vas a disfrutar de él.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto con la productividad y la gestión del tiempo?… Para ser fiel a esto de que no hay nada obvio, vale decir que cuando dejas de estar pensando en los “y si”; o en los “hay que conseguir”; algo o no, te centras en el próximo paso. Y cuando haces foco en el resultado estás en el
presente. Ese lugar que no siempre vivimos.
De la misma manera definir roles te define en una actividad que será tuya. Y eso también te pone en foco. Y cuando hay que salir de ese foco, qué mejor que hacerlo con un fin definido. Ahí entra nuestra capacidad de comunicarnos.
Si tienes claro qué quieres lograr en tu realidad, a tu equipo le facilitas el consumo de energías y además a vos te permite volver a tu foco lo más rápidamente posible. Y en qué lugar vas a tener esta comunicación.
Sí, justo ahí, en el momento del mate. Una herramienta de comunicación que muchas veces infravaloramos.
Todo esto aplicado en conjunto, ¿sabes cuál es el resultado? Podemos hacer más con mucho menos. Y lo vas a disfrutar.
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PD: como pracastinador obseso no prometo la semana que viene realizar otro artículo, al menos no antes del miércoles cuando las alarmas se enciendan.
