Las 10 ventajas de trabajar en un coworking space u oficina de trabajo compartido

Flexibilidad y conveniencia a la medida de cualquier profesional

Ana Luisa Patiño
Productividad
Published in
5 min readFeb 15, 2017

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La movilidad y conectividad que ofrecen las nuevas tecnologías han provocado un cambio drástico en la cultura laboral. Hoy más que nunca, los trabajadores independientes, consultores, emprendedores y compañías en desarrollo (e incluso grandes), están optando por los espacios flexibles y funcionales que dan las oficinas virtuales o de trabajo compartido.

Hasta hace una década, eran muy pocas las opciones de este tipo de espacio, con lo cual la gente que no trabajaba en una oficina tradicional, lo hacía desde su casa o desde un café. Las primeras versiones de coworking eran algo muy parecido a una oficina tipo corporativo, en la que había oficinas privadas en las que los ocupantes compartían recepcionista, la copiadora/impresora, baño, etc.

Con la llegada de nuevas empresas como WeWork o Impact Hub el concepto ha evolucionado hacia un esquema más atractivo para profesionistas más jóvenes, con otros hábitos. Mobiliario de oficina ergonómico, colores vivos y alegres, espacios comunes para fomentar la convivencia (y hasta de juegos), y otros beneficios antes impensables como cerveza gratis. El ingrediente más innovador, sin duda, es tener espacios flexibles. Gracias a eso se puede acceder a planes mensuales que vayan desde el costo más alto de una oficina grande y privada (con ventana y la mejor vista), hasta estaciones de trabajo abiertas o incluso espacio abierto (sin lugar asignado, para trabajar en la barra o mesas comunes). Esto ha hecho que este concepto de coworking sea cada vez más masivo.

Mi experiencia en una oficina coworking

En mis 22 años de vida laboral he probado todo tipo de espacios de trabajo: empresas grandes con oficinas anticuadas, compañías multinacionales con oficinas modernas (según lo que es “moderno” para cada época), oficina en casa y, ahora, un coworking (Büro, para quien quiera visitarme). Y no puedo estar más encantada, así que me di a la tarea de enumerar las 10 ventajas o cosas que más me gustan de trabajar ahi (versus oficina corporativa y oficina en casa).

  1. Uno puede ser tan sociable o ermitaño como se sienta ese día.¿Amanecí en plan platicador y sociable? siempre habrá con quién platicar en la cocina. ¿No estoy de humor para el chit chat mañanero? me sirvo mi café y me deslizo como alma en pena hacia mi oficina y cierro la puerta. Nadie va a preguntar mucho más.
  2. Puedo ser tan profesional o tan informal como se requiera.- Cuando tengo un cliente importante o necesito hacer una reunión con varias personas, reservo la sala de reuniones, que cuenta con todo el equipo necesario para hacer presentaciones (via Apple TV, ¡fuera cables!), libretas y plumas, y hasta cafés o tés para ofrecer a mis invitados. Pero si lo que necesito es un sitio más acogedor e informal para hablar con alguien, tengo el lounge con sillones, sillas y mesas cómodas en un espacio abierto, donde mis invitados pueden ver desfilar al abogado, a la contadora, al arquitecto o al diseñador cuando pasan por su café.
  3. Puedo llegar tarde o no ir (y nadie pregunta).- Cuando no tiene uno porqué dar explicaciones ni “checar tarjeta”, nadie le echará mirada pesada cuando te vas más temprano de lo normal.
  4. Convivir con gente de otras industrias.- Es muy sano hablar con gente que se dedica a negocios totalmente distintos al de uno. Mi vecino de oficina, Bobby, es broker de compra/venta de hoteles; mi otra vecina, Betty, es contadora; el “señor de la cocina”, Hank, es fotógrafo. En fin, el viaje al baño o a servirse un café es motivo para aprender alguna cosita nueva de trabajos distintos al propio. Y claro, siempre puede salir alguna oportunidad de negocio. ¿Necesito un contador? ahi tengo una a mano. ¿Estoy buscando un abogado? hay un par que, sino son el fit, seguro me recomiendan a alguien.
  5. Vibra relajada sin “grilla” de oficina.- La politiquería o chismerío de oficina no existe. Nadie se mete con uno ni viceversa. Nadie está preocupado por si fulano salió de la oficina de zutano, o si vieron al jefe irse a comer con no se quién, o si en la cocina oyeron de pasada que van a despedir a tal persona, etc. Además, como generalmente los otros compañeros de coworking serán gente con mentalidad afín a la tuya, ni están compitiendo por destacar más en la junta, o defenderse de algún email que los puso en evidencia, etc., así que el ambiente será más relajado y ligero.
  6. Siempre habrá lo necesario para trabajar cómodamente.- Tanto trabajando en casa como en oficina tradicional, no falla que se acabó el café, se descompuso el modem de internet, no han rellenado el papel de baño, viene el repartidor de Fedex y hay que salir a firmarle mientras estás en una llamada, etc. No hay nada más cómodo que preocuparse única y exclusivamente porque tu computadora funcione. Lo demás, no es cosa tuya.
  7. Puedes crecer si hace falta.- Si entras siendo un consultor independiente o un solopreneur que renta un espacio abierto (sin lugar asignado), siempre puedes crecer. El día que tu presupuesto aumente, puedes rentar una estación de trabajo fija; cuando crezca más tu negocio entonces podrás rentar una oficina privada; y ya si vas despegando como cohete, siempre podrás aspirar a una oficina de esquina, con buena vista y la mejor ubicación.
  8. Fomenta la creatividad.- El convivir con gente de otras industrias y ver prácticas de negocio distintas a las propias (incluso, escuchar sugerencias de gente tan ajena) fomenta la creatividad. Siempre es bueno que alguien externo te haga preguntas sobre tu trabajo que nadie te haría fuera de tu ámbito. Me he sorprendido de lo que eso puede hacer reflexionar.
  9. Variedad de bebidas y snacks.- Claro que en cualquier oficina tradicional hay café (y a veces té) y en algunas habrá máquina expendedora de snacks o incluso algunas galletas “cortesía de la casa”. Sin embargo, en los coworking, como la competencia es mucha, tratan que los miembros disfruten de cafés variados y de alta calidad, surtido de tés, aguas y sodas, y ahora una máquina de estas muy modernas que tienen snacks sanos (orgánicos, veganos, etc etc) en las que tú te cobras solo, como si estuviéramos en Escandinavia.
  10. Eventos de networking y sociales para miembros.- Todos o la mayoría de los espacios de coworking organizan frecuentemente eventos para fomentar la interacción entre sus miembros. A veces tienen un tema específico (por día de San Valentín, etc) e incluso invitan a negocios locales que quieran promoverse -a veces de los propios miembros- para dar de cortesía bebidas o algunos bocadillos.

En fin, los espacios de oficina compartida o coworking son una industria en crecimiento acelerado en muchos países. Se puede predecir que seguirán en tendencia ascendente y que cada vez más profesionistas independientes, empresarios e incluso empleados podrán disfrutar de la flexibilidad y conveniencia de trabajar en ellos.

Originally published at www.iclatino.com.

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Ana Luisa Patiño
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Productivity nerd, content marketing & digital professional. Publico en español. www.analuisapatino.com