Noche de abismo
No llora la noche
solo se queda quieta, inmóvil; incomprendida.
No baila la hoja en el bosque, solo se quema.
No suda el animal veloz, no hay agua la cual aspirar, solo morir.
Tiembla
en el día. Ya no hay nada mas por lo cual encontrar;
nada fue encontrado, ni siquiera buscado y aun así renunciado.
Arrulla a quien es necesitado.
De las noches libres se canta la cantata de la rebeldía.
Rebeldía apagada con un abismo.
Rebeldía cae, hacía atrás escribiendo mas.
Sentimiento inexplicable, mucho menos contado; solo vomito.
Y de la realidad despierto ¿para que?
Para sentirme como un hoyo profundo, infinito como una mirada a un vagabundo golpeado.
Y la noche es atroz
la noche solo es como le dijeron ser, nunca una segunda opción.
Y el día es mareo como en el alta mar; ahogado.
Solo toca caer y caer, esperando topar con el suelo; despertándote del sueño.
Y repetirlo: empezar con mayúscula y terminar con punto.