18 segundos

Entre sueños y pesadillas.

Miguel Senovilla
PROYECTO SUPLEX
Published in
4 min readApr 26, 2016

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Hay momentos en los que los sueños más placenteros se convierten en pesadillas.

Daniel Bryan no estaba hecho para la WWE; la misma empresa se había encargado de repetirlo una y otra vez. Era demasiado pequeño, no tenía la imagen que la empresa requería y, a pesar de ganar el maletín por una oportunidad titular en Money In The Bank 2011, una racha de derrotas ante el recién llegado Sin Cara y la deriva de su personaje hacían presagiar que Bryan nunca lo conseguiría, que sería el primer hombre en fallar en canjear dicha oportunidad. Pero tras el evento Tables, Ladder and Chairs 2011, sucedió: Daniel Bryan canjeó su oportunidad por el World Heavyweight Championship sobre Big Show, quien venía de un exigente Chairs Match, para convertirse en campeón mundial de la WWE por primera vez.

Daniel Bryan celebra su primer reinado como World Champion.

Parecía que por fin el sueño del Dragón Americano se había cumplido. El Raw SuperShow post-TLC sirvió para celebrar lo que parecía el asentamiento de una nueva generación de campeones, abanderados por Daniel Bryan y CM Punk, y acabó con Bryan provocando la rendición de Alberto del Río ante los aplausos del público. El futuro parecía brillante para Daniel Bryan, quien durante su reinado acabó realizando un turn heel y convirtiéndose en uno de los villanos más insoportables (en el mejor sentido de la palabra) de la compañía. Después de enfrentarse a Mark Henry en una serie de grandes combates en Smackdown y de hacer lucir a Santino Marella como pocas veces en su carrera en Elimination Chamber, Bryan tuvo que enfrentarse a Sheamus en el mayor evento de la compañía: Wrestlemania XXVIII.

De esta imagen, solo Kofi Kingston, Zack Ryder y Cody Rhodes siguen en la compañía.

Bryan ha tenido durante toda su carrera grandes rivalidades. Incluso en la misma WWE su feudo con The Authority, sus luchas titulares ante CM Punk, su historia con Bray Wyatt o el camino hasta su enfrentamiento contra John Cena en Summerslam 2013 están entre los momentos más recordados de su carrera, sin olvidar sus rivalidades con Nexus, The Miz o incluso Michael Cole. Pero es bastante habitual pasar por alto que Sheamus es, quizás, uno de los hombres que más han influido en el paso de Bryan por la empresa. A los pocos meses de debutar ya se había convertido en campeón venciendo a su estandarte, John Cena, y poco después derrotó a Triple H. Sheamus le quitó a Bryan el Título de los Estados Unidos, el primero que ganó en la WWE y los dos se deberían haber enfrentado en Wrestlemania XXVII, la primera de Bryan, pero el combate que acabó transformándose en una batalla real en el pre-show del evento. Sheamus fue el hombre contra el que Bryan tuvo su última rivalidad, al final de su carrera. Y, por supuesto, Sheamus fue el hombre que dio a Bryan su primer gran momento en Wrestlemania.

La Brogue Kick que acabó con el reinado de Daniel Bryan.

Pero en 18 segundos, todo se derrumbó. Bryan perdió por un despiste en tiempo record y la empresa nos devolvió de golpe a la realidad; Bryan nunca conseguiría triunfar en la WWE. Su reinado no fue más que una ilusión que el mismo tiempo dejaría atrás; una anécdota que, en unos años, pocos recordarían.

Pero una de las cosas que hace a Daniel Bryan una figura tan representativa en el mundo del wrestling es que es de esos pocos luchadores que pueden hacer que el espectador sueñe despierto. Durante el Raw siguiente a Wrestlemania XXVIII el público coreó durante gran parte del show (incluyendo un CM Punk vs Mark Henry por el WWE Title o un segmento entre el recién coronado Sheamus y Alberto del Río) el nombre de Daniel Bryan y su característico Yes. Incluso John Cena se vio obligado a hacer una referencia explícita a los cánticos del público en un show en el que la participación de Bryan se limitó a una entrevista en backstage en la que no llegó a pronunciar palabra alguna. Tanto es así que la reacción del público obligó a que tras el programa Bryan saliera a compartir un momento con aquellos que tanto reclamaban su presencia.

Muchos esperaron que esa reacción fuera flor de un solo día, pero no fue así. Bryan se ganó los corazones de todos en el público. El maltrato de una empresa que quería negarle el sueño al Dragón Americano provocó el nacimiento del Yes Movement, que acabó por llevarlo, dos años más tarde, a realizar una de las actuaciones individuales más importantes de la historia del evento magno de la WWE y a coronarse como WWE World Heavyweight Champion en Wrestlemania XXX.

Ahora que Bryan ha tenido que retirarse, resulta interesante mirar su camino hacia Wrestlemania XXVIII y como el sueño parecía muerto. Y es que aunque Bryan Danielson nunca volverá a luchar, su sueño se hizo realidad, y no hay pesadilla bastante fuerte que pueda arrebatárselo.

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