El final de todo

Sasha Banks vs. Bayley

PROYECTO SUPLEX
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6 min readFeb 9, 2016

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Hace unos meses escribí bastante sobre este combate. Aunque pensaba que con el tiempo quizás mi percepción cambiaría, no ha sido así. Más bien se ha reafirmado mi creencia de que el primer combate entre Sasha Banks y Bayley (NXT Takeover: Brooklyn, 22/8/2015) es el mejor de todo 2015 por su valor tanto histórico como emocional.

Lo que este combate representa no solo es la culminación de una rivalidad, sino la evolución en directo de dos personajes que nacieron y que han madurado en NXT. Quizás esto sea más difícil de ver para aquellos que no hayan seguido el programa desde los debuts de ambas. Bayley y Sasha eran las Carmella y Dana Brooke de hace dos años. Ambas mostraron mucho potencial desde su debut, pero en ese momento todo el mundo estaba más pendiente de la rivalidad entre Paige y Emma. Solo hace falta recordar un poco para comprobar esta evolución, sea en lo visual o en el carácter. Este combate supone el final del arco argumental de estas dos mujeres en NXT, así como el objetivo cumplido para el territorio de desarrollo de lograr que dos de sus estrellas estén preparadas para subir al roster principal, ya que dentro del kayfabe, ambas han madurado lo suficiente como para estar listas.

La historia de Bayley empezó siendo la de una fangirl que no podía evitar quedarse sin palabras cuando veía a algunos de sus ídolos, como Ric Flair o AJ Lee (o incluso a The Great Khali). Como cualquiera de nosotros si formáramos parte de un show de wrestling. Por su parte, Sasha era una luchadora sin confianza en sí misma que se unía a cualquiera que la hiciera sentir parte de algo importante. El carácter inocente de Bayley la llevó a ser traicionada por prácticamente todas las compañeras que ha tenido, pero no por eso ha perdido su característica mirada inocente. La misma característica que hace especiales a Sami Zayn o Daniel Bryan. El combate por el título de Sasha Banks en Takeover: Brooklyn fue el clímax de todo el desarrollo de ambos personajes. Bayley y Banks han aprendido con cada combate que han tenido y han transmitido ese aprendizaje en cada gesto. Han desarrollado sus habilidades en NXT. Para eso sirve el territorio de desarrollo al fin y al cabo.

Esta evolución se nota desde las entradas. Bayley, heroína humilde, no gasta tiempo en hacer una entrada monumental y el único detalle cuidado es el color blanco de su atuendo. Nada que ver con Sasha Banks, que arrogancia cuando llega a la arena en un Escalade. Mientras que antes se esforzaba por mostrarse arrogante aunque después sus dudas apareciesen en el ring, como campeona ha demostrado ser la mejor de NXT. No cree que Bayley pueda vencerla y es normal teniendo en cuenta todas las veces que la retadora ha fallado. Pero la diferencia es el momento: Takeover: Brooklyn es la última oportunidad de Bayley antes de que todas sus compañeras de generación se vayan al roster principal y la dejen atrás. No existe un momento más propicio para coronarse, como mostraron sus victorias sobre Emma, Charlotte y Becky Lynch en un breve viaje de redención. Ahora que ha vencido a todas, ha demostrado que está lista para ganar el título.

Por todo eso la lucha empieza de forma agresiva, con Bayley lanzándose a por Sasha mientras esta la increpa. Hace un par de años Bayley probablemente le hubiera ofrecido la mano o directamente le hubiera abrazado. La agresividad que muestra en este combate sería impensable entonces. No es que no quede rastro de aquella Bayley inocente, al contrario: ha evolucionado y es consciente de que ya ha decepcionado antes a sus fans y a su familia, presente en cada uno de sus retos titulares. Con su agresividad se está ofreciendo al público como heroína, ya no un personaje cómico ni infantil. Alguien diferente que demuestra que puede ser tomada en serio sin traicionar su identidad. Por eso no tarda en buscar las primeras cuentas y demostrarle a Banks por qué debe tratarla como una rival peligrosa. Todo el tiempo que pierde Sasha en interactuar con el público, en sus demostraciones de arrogacia, lo aprovecha siempre Bayley para intentar ganar el combate. Hay una sensación de urgencia. Básicamente, que el combate puede acabar en cualquier momento, sensación que se va intensificando a medida que el combate avanza. Igual que Bayley muestra una agresividad impropia de ella, la forma en que Sasha pisotea la mano de Bayley sería impensable hace dos años. Cuando Sasha domina el combate, le grita a Bayley que si se cree mejor que ella porque tener al público de su lado. La falta de confianza de Sasha aparece por momentos cuando ve peligrar su reinado.

En el Belly to Bayley suplex final, en la breve pausa antes de aplicarlo, aparece de nuevo la urgencia por ganar, la madurez de la aspirante. Tras el combate, el abrazo entre las Four Horsewomen es el broche final a una etapa en NXT. Alguien podría pensar que sus combates se han valorado solo por estar protagonizados por mujeres, como si fuese imposible que una mujer participase en un combate de calidad. Ahí está, en cambio, la llamada Divas Revolution, una historia que ha tenido más críticas negativas que positivas. Al contrario que en sus participaciones en el roster principal, las cuatro han desarrollado pesonalidades muy fuertes a lo largo del tiempo y por eso su conexión con el público ha sido tan fuerte. Ese abrazo final es el abrazo entre cuatro rivales que pese a serlo, son conscientes de haber hecho historia juntas.

El éxito del combate se comprobó cuando en el siguiente Takeover tuvo lugar una revancha que perfectamente podría haber sido el tema de este texto. En Takeover: Respect, ambas luchadoras no solo volvieron a protagonizar otro combate muy potente a nivel emocional, sino que encima se añade el hito histórico de ser primer main event de un evento especial de la WWE en su historia en una de las estipulaciones más importantes, un Iron (wo)Man Match. Que NXT ha sido una pieza fundamental para la mujer en el wrestling es indudable, pero en concreto la importancia de la serie de combates entre Bayley y Sasha Banks será reconocida con el paso de los años. Serán de esos combates que dentro de veinte años volveremos a ver y recordaremos que ahí cambio algo respecto a la forma de entender el wrestling femenino, al menos en la WWE.

Centrándonos en el combate de Brooklyn: solo por la reacción de todo el mundo tras la victoria de Bayley, este no combate más que se pueda pasar por alto. Y eso es lo mejor que puede lograr el wrestling. Combates que te hagan acordarte de por qué sigues viendo wrestling a pesar de que la mayoría del tiempo es absurdo e indefendible hay muy pocos. Y este es, sin duda, uno de ellos.

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PROYECTO SUPLEX

“Just when they think they have the answers, I change the questions.”