Kairi Hojo vs. Meiko Satomura: realidad y ficción en Stardom

Alex Pena
PROYECTO SUPLEX
Published in
6 min readAug 10, 2015
Diving elbow drop de Kairi Hojo

Si el tema del veterano curtido frente al novato buscando probarse es habitual en el mundo de la lucha, lo es mucho más en una sociedad tan jerarquizada como la japonesa. Algunos de los combates más celebrados de la historia del wrestling japonés, incluyendo aquellos entre los cuatro pilares de All Japan Pro-Wrestling en los noventa o la rivalidad entre los luchadores fieles a NJPW e Ishin Gundam en los ochenta se construyen sobre el choque entre jerarquías, y hoy en día los enfrentamientos entre young lions y luchadores establecidos siguen una dinámica similar.

En la promoción japonesa World Wonder Ring Stardom, se añade también la tensión entre las luchadoras veteranas y las modelos. Esta tensión se ha representado también en otras promociones (incluyendo la WWE, con la rivalidad entre Kelly Kelly y Beth Phoenix en 2011 o el reciente conflicto entre Eva Marie y las Bella Twins en la última temporada de Total Divas), pero en Stardom se encuentra en el origen mismo de la empresa, construída alrededor de la figura de Yuzuki Aikawa, una modelo entrenada por la también modelo, artista marcial y luchadora Fuka. Frente a la tradición de la lucha femenina japonesa dirigida también al público femenino, Stardom se convirtió en la mayor promoción femenina de la última década gracias al atractivo sexual de las idols convertidas en luchadoras, de las que hizo sus estrellas junto a algunas veteranas de la lucha femenina, con Aikawa como protagonista hasta su retiro en 2013.

Yuzuki Aikawa con el campeonato Wonder of Stardom

El 22 de febrero de 2015, la tensión estalló en el combate entre Yoshiko y Act Yasukawa por el campeonato World of Stardom. Resentida por la popularidad de Act Yasukawa, que había llegado al mundo de la lucha a través de la interpretación por invitación de Aikawa, Yoshiko se salió del guión. Durante ocho minutos, Yasukawa recibió una paliza completamente real sin que nadie supiese que hacer. Yoshiko llegó a golpearla intencionadamente en el ojo que Yasukawa se había operado recientemente para corregir una pérdida de visión, lo que estuvo cerca de provocarle un desprendimiento de retina. Finalmente, Kyoko Kimura tiró la toalla desde la esquina de Yasukawa para parar el combate y atender a la luchadora, que mientras era llevada a los camerinos del Korakuen Hall todavía gritaba “¡Quiero luchar!”

La ficción se sitúa en un lugar privilegiado en el que puede hablar de todo, decirlo todo. Incluso la no-ficción. Aún cuando la realidad se apropia del espacio que le corresponde a la ficción, esta continúa presente y mantiene la capacidad de responder. El 14 de junio, con el mismo campeonato World of Stardom por el que deberían haber luchado Yoshiko y Act Yasukawa en juego, Kairi Hojo y Meiko Satomura se enfrentaron en una respuesta ficcional a la crisis de realidad que terminó con la expulsión de Yoshiko, dejando el campeonato vacante, y que casi le había costado a Yasukawa la carrera por la que ha hecho tantos sacrificios.

Kairi Hojo pertenece a la misma generación de Act Yasukawa (con un mes de diferencia entre los debuts de ambas a principios de 2012) y como ella y Yuzuki Aikawa, es parte de la cantera de luchadoras de Stardom, con una trayectoria alejada de la lucha libre hasta su encuentro con la promoción y con una imagen similar a la de las idols japonesas. Parece entonces apropiado que haya sido ella la elegida para liderar Stardom tras el incidente entre Yoshiko y Yasukawa y, sobre todo, para defender su honor en un combate frente a una de las mujeres más importantes de la lucha libre femenina en este siglo.

Meiko Satomura es heredera directa de la edad de oro de la lucha libre femenina en Japón (fue alumna de Chigusa Nagayo, la mitad de las Crush Gals y una de las mayores leyendas de la lucha femenina japonesa) y como tal aparece en escena, vestida con una túnica señorial que contrasta con el inocente sombrero pirata de Kairi Hojo y su bata transparente. La distancia entre ambas luchadoras se establece también en los primeros minutos de su combate: mientras Hojo oscila entre la precaución al enfrentarse a una veterana experimentada y el espectáculo que esperan de ella los aficionados, Satomura la domina físicamente e incluso se burla de ella haciendo flexiones cuando Hojo le aplica un boston crab, del que se libra después de llegar sin dificultad a las cuerdas.

Death Valley Driver de Meiko Satomura

Por un lado, el choque entre la luchadora veterana y la novata que apenas llega a los tres años de experiencia. Por otro, la campeona de Stardom y su representante en un momento de inestabilidad enfrentándose a una invasora exterior y defendiendo el título más importante de la promoción. Por encima de todo, la tensión entre la tradición de la lucha femenina japonesa y el nuevo modelo inspirado en el fenómeno idol. Los tres discursos confluyen en el combate entre Hojo y Satomura, en el que esta última se encuentra luchando desesperadamente por alcanzar las cuerdas cada vez que Hojo intenta rendirla, al contrario de lo que sucedía al principio. Si para Hojo la consciencia del poder de su oponente había supuesto una actitud de cautela, para Satomura solo supone un desprecio mayor.

Según avanza el combate, se produce una aproximación de los lugares en los que se habían posicionado las luchadoras. Lo que podría parecer una neutralización de la oposición es sin embargo un reforzamiento, ya que aunque llegan a actitudes similares respecto a la lucha, cada una lo hace desde un lugar diferente. Frente al inicio del combate en el que se ponía en pie con un kip up, Hojo deja de lado el espectáculo cuando tras la burla de Satomura entiende que el reto al que se enfrenta es demasiado grande como para despediciar energía en ostentaciones. Esto desplaza a Satomura fuera de su posición de dominio, lo que supone también una ruptura de la estructura jerárquica que rodea la lucha. Si al comienzo de la lucha se burlaba durante el boston crab de Hojo o intentaba rendirla con un single-leg crab (una llave simple que solo suele ser efectiva con los young lions que acaban de hacer su debut), en la segunda parece querer humillarla o incluso lesionarla permanentemente (como ya había intentado Yoshiko con Act Yasukawa meses antes) e incluso llega a aplicarle un Death Valley Driver sobre la plataforma de entrada.

La supervivencia de la campeona al ataque de Satomura da lugar a unos minutos de saturación de las dos personalidades en los que se intercambian Death Valley Drivers y juji gatames de Satomura y diving elbow drops de Hojo hasta que tras un Death Valley Driver aparentemente definitivo, suena la campana y el árbitro declara el empate por haber alcanzado el tiempo límite de treinta minutos del combate.

Sin embargo, pese al empate, la victoria ideológica de Kairi Hojo es absoluta. Por un lado, como representande del modelo de luchadora-idol de Stardom, ha demostrado su capacidad para enfrentarse en igualdad a una veterana representante de la tradición de la lucha femenina como Meiko Satomura. Por otro, el combate demuestra la capacidad de Stardom de acoger luchas capaces de alcanzar los estándares a los que aspiran los defensores de la tradición que simboliza Satomura en el combate.

Kairi Hojo momentos después de haber retenido su campeonato

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