3 casos de psicópatas y su lenguaje no verbal

Hectorperezguerra
Psicología del Lenguaje — ugr
3 min readDec 15, 2021

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Para este post queremos analizar algunos de los rasgos que podemos encontrar en personas con perfiles psicopáticos a través de 3 ejemplos como son el de Antonio Ortiz “El pederasta de Ciudad Lineal”, Sergio Morate, el asesino de Marina Okarynska y Laura del Hoyo y Stephen McDaniel, asesino de Lauren Giddings. Y para ello, nos hemos basado en imágenes obtenidas de sus interrogatorios y juicios.

Antonio Ortiz, “El pederasta de Ciudad Lineal”:

Fragmento audiovisual: https://youtu.be/Q9DF6mqefq4

En esta escena podemos ver cómo el acusado no muestra ni un solo gesto de nerviosismo, sin embargo, hace gestos como de preparación para un acto violento, como levantar un hombro, rascarse la nuca…

El contacto visual suele ser constante y muy directo hacia el tribunal. En este momento a nosotros nos resulta bastante desconcertante que una persona en un momento tan tenso se muestre tan frío y con una mirada firme, Además no aparecen expresiones de culpa o vergüenza.

Por otro lado, vemos como mientras la jueza le presenta los hechos, él parece mantenerse calmado, y en esta situación tan agresiva cualquiera manifestaría algún signo de estrés.

Una de las cosas que más nos ha impactado es cuando Ortiz decide no declarar y a continuación lanza una sonrisa aparentemente chulesca mientras alza los dedos índices de ambas manos en señal de despedida. Con los artículos consultados este tipo de gesticulación es propia de personas con rasgos psicopáticos, que disfrutan de sus victorias

Desde nuestra opinión personal y tras consultar numerosas lecturas, creemos que si el acusado fuera inocente no reaccionaría de la forma que se muestra en el vídeo, tan tranquilo y vacilante. No tendría una mirada tan directa, sino más bien tendería a agachar la cabeza, tampoco mostraría signos burlescos como reírse, no querer declarar…

Sergio Morate, asesino de Marina Okarynska y Laura del Hoyo:

Fragmento audiovisual: https://youtu.be/Li3aIfc7pss

Morate muestra un control constante de su lenguaje no verbal, transmitiendo de forma prácticamente nula sus emociones. En el juicio, se le muestran a Sergio, numerosos detalles de sus crímenes junto con las sentencia, ante esto, se encuentra impasible y sin apenas moverse. El único movimiento diferente que observamos es el hecho de que aprieta y entrelaza las manos una contra otra indicando signos de incomodidad y deseo de huida de la situación.

En su rostro podemos observar como su mirada y dirección de la cabeza expresan una actitud desafiante y arrogante puesto que mantiene la cabeza en una posición cabizbaja, enseñando continuamente la parte inferior de los ojos, este patrón de comportamiento, según la teoría consultada es muy propia de personas con rasgos psicopáticos.

Stephen McDaniel, asesino de la joven Lauren Giddings:

Como último ejemplo para concluir esta publicación comentaremos el caso de Stephen McDaniel. Este asesino, durante el interrogatorio policial de dos horas de duración, permanece inmóvil sentado en la silla, mueve exclusivamente la cabeza, mirando a los inspectores. Podemos observar cómo los policías que le rodean durante el interrogatorio, realizan movimientos para acomodarse a la silla, para gesticular con las manos mientras hablan… McDaniel no muestra un ápice de emocionalidad en toda la entrevista.

Los tres casos comentados siguen un mismo patrón conductual común. En los tres ejemplos observamos un gran control comportamental, ningún criminal gesticula a excepción de para mostrar arrogancia o sentimiento de escape de la situación, miradas frías y sin emociones. En dos de los casos observamos como ante las muestras de sus crímenes se muestran impasibles y nada empáticos, debido a que no presentan ningún tipo de emoción.

¿Son este tipo de rasgos psicopáticos definitorios de la culpabilidad o la inocencia de este tipo de personas?

En el próximo post intentaremos responder a esta cuestión…

Grupo de prácticas formado por: Candela Sanjuan, Anabel Pérez, Marina Recio y Héctor Pérez-Guerra

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