sofia rivas
Psicología del Lenguaje — ugr
5 min readJan 12, 2022

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A continuación presentaremos los temas de especial interés para nosotras ejemplificándolos para su correcto entendimiento.

Lenguaje no verbal: gestos del rostro y su significado

En este post nos vamos a centrar en el significado de algunos gestos del rostro. Hemos escogido: la risa y la sonrisa, la mirada. Los fundamentos teóricos están basados en “La Gran Guía del lenguaje no verbal” de Teresa Baró.

A través del rostro establecemos relaciones, siendo la sonrisa y la mirada los canales directos que en momentos cruciales de la relación no necesitan ni siquiera palabras, pues podemos expresar emociones básicas y complejas al mover músculos de la cara en un repertorio de combinaciones. Todo el potencial comunicativo y de relación queda al descubierto con el rostro, pues es la parte del cuerpo con más capacidad de comunicación.

La risa y la sonrisa

La risa y la sonrisa son efectos de los movimientos de los músculos faciales. Por un lado, tenemos la risa que se basa en la interrupción repetida de la respiración, interviniendo el rostro, los músculos abdominales, haciendo movimientos hacia delante y hacia atrás con el tronco y a veces también intervienen los brazos. La sonrisa, en cambio, se reduce al rostro. Además, las utilizamos de forma muy distinta.

Se encuentran dos grandes grupos de sonrisas que podemos englobar en dos grandes grupos. Tenemos la sonrisa franca y abierta: La sonrisa auténtica es espontánea y automática, se produce como consecuencia directa de un estímulo positivo. Se levantan las comisuras de los labios, se muestran los dientes y se forman arrugas alrededor de los ojos. Por otro lado, está la sonrisa forzada: Se caracteriza porque solo actúa la parte inferior del rostro.

Los ojos no participan del gesto. En general no se muestran los dientes o se muestran poco. Muchas personas la utilizan como mensaje social de cortesía, aunque no refleje un estado de ánimo real, al saludar a los asistentes en una reunión o a una fiesta aunque no tenga ningunas ganas de conocerles o de estar con ellos. Esta sonrisa aparece también en situaciones de tensión, de miedo o como parte del saludo obligatorio antes de empezar una conversación que sabemos difícil: una negociación, cuando damos o recibimos una mala noticia, como señal de disculpa. Si la forzamos y exageramos podemos convertirla en una sonrisa falsa e irónica, justamente para indicar que lo que vemos o escuchamos no nos gusta en absoluto. Con frecuencia es una sonrisa torcida.

Por lo tanto, dependiendo de la sonrisa se puede estar expresando unas emociones, pensamientos o sentimientos. El ejemplo que se nos ha ocurrido a nosotras es cuando recibimos un regalo que no nos gusta y sonreímos de manera forzada para no herir los sentimientos de la persona.

La mirada

La mirada también es una parte crucial del rostro en la comunicación. Es la zona ocular que comprende los ojos, párpados, cejas, frente y zona de la raíz de la nariz. La mirada adquiere significado en relación con los demás movimientos del rostro. Gran parte del potencial de comunicación se debe a los ojos captan la atención de los demás, transmiten emociones y las contagian, marcan pautas de relación y envían señales con significado concreto.

Las miradas están cargadas de significado: humillan, reprenden, desaprueban, aprueban, ordenan, piden, suplican, aman, admiran, obedecen, seducen, compadecen, perdonan, etc. Todos nosotros podemos recordar situaciones en las que las miradas nos han bastado para saber cual era la reacción de la otra persona.

La mirada expresa sentimientos, emociones y refleja actitudes, tanto si la persona está sola como acompañada de otras personas.

Relacionado con la mirada y que cobra importancia son los movimientos oculares. Por ejemplo, tenemos tendencia a desviar la mirada cuando procesamos ideas difíciles, nos concentramos en una reflexión interna, recordamos algo o imaginamos algo que no ha sucedido. Asimismo, si tenemos que buscar una palabra o realizar un cálculo, los ojos realizan unos movimientos hacia arriba, hacia los lados o hacia abajo. La PNL (Programación Neurolinguística) nos indica que, según la dirección del movimiento, los pensamientos son de un tipo o de otro. Esto nos permitiría tener más información acerca de lo que piensa el interlocutor. Parece ser que si estos movimientos son hacia la derecha, corresponden a ideas nuevas o a algo imaginado, creado en la mente, mientras que si son hacia la izquierda, se trata de recuerdos.

Por consiguiente, un gran ejemplo que se ha pronunciado en estos últimos años por motivos de la pandemia, es la escasa expresión que podemos manifestar diariamente cada vez que salimos de nuestra casa. Tenemos que disponer de un objeto que nos impide expresarnos como antes, la mascarilla. Nos cubre casi toda la cara, excepto los ojos. Y menos mal que estos los dejamos ver aún. Seguro que a todos nos ha pasado que caminamos por la calle y nos encontramos a algún conocido. Antes nos parábamos, nos saludábamos con la mano, con un abrazo o con dos besos sin mantener distancia. Ahora nos pasa que incluso no sabemos si esa persona que hemos saludado se ha dado cuenta y nos ha respondido con algún gesto o nos ha devuelto el saludo. Al llevar la mascarilla nos ahorramos el tener que decir un “hola”, “adiós”, o un “cómo estás”. La mayoría de las veces nos limitamos a levantar la mano y seguir andando. Esto perjudica nuestras relaciones, pero con este ejemplo se ve claramente cómo el lenguaje no verbal entra en juego, y sobre todo con la expresión de los ojos, que parece que les damos más uso que antes (en el sentido que gesticulamos y los movemos más), ya que es el único medio para mantener el interés o demostrar que prestas atención.

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