Amor a dos metros
Para sustentar nuestra idea principal, ya definida en nuestro primer post, vamos a hablar sobre la película A dos metros de ti. En esta vemos la relación de Will y Stella dos adolescentes que padecen fibrosis quística, una patología que les impide acercarse a menos de dos metros de distancia ya que esto puede conllevar a que se infecten mutuamente y puedan morir.
A partir de esta condición, que marca su relación desde el primer momento, los protagonistas se ven obligados a buscar una forma alternativa de interactuar.
Por ello sus primeros contactos se dan a través de videollamadas desde sus respectivas habitaciones. Lo destacable de esta situación es que a pesar de que el contacto físico brilla por su ausencia, los dos jóvenes desarrollan sentimientos de afecto el uno por el otro.
Resulta curioso que el sustituto del contacto físico y a la vez la forma de asegurar que guardan la distancia requerida es un palo de billar que cada uno agarra de un extremo. De esta forma simulan estar cogidos de la mano, convirtiendo dicho objeto en la metáfora de sus manos.
Este hecho apoya nuestra idea principal sobre que el contacto físico no es imprescindible para enamorarse pero sí es clave a la hora de mantener una relación y que ésta evolucione.
Se puede ver la película en el siguiente link:
Realizado por: Paula Giménez Aceituno, María de las Nieves Gordo Carretero y Alba García Pérez (Grupo T2-b)
