Análisis de Mi tío Frank

Sofiatrullen
Psicología del Lenguaje — ugr
7 min readNov 30, 2021

Esta película describe profundamente lo que era ser homosexual a finales de los 60 y principios de los 70 en América, a través de los ojos inofensivos de Beth, una joven de dieciocho años ansiosa por conocer el mundo. Beth es admitida en la universidad en Nueva York, lo que la hace comenzar una nueva etapa al lado de su queridísimo tío Frank.

Estando Beth en Manhattan, reciben una llamada anunciando el funeral del abuelo Mac, el patriarca de la familia. Beth y Frank deciden recorrer el largo camino hasta su lugar de origen en coche, para así poder conocerse todavía mejor.

La película nos muestra la manera en la que Frank, el verdadero protagonista, vivió su sexualidad en la América del siglo XX. El desarrollo del personaje es visto a través de la mirada de su sobrina Beth, quien es testigo de cómo era el ambiente de Manhattan en aquella época.

La película nos muestra las dos “realidades” del protagonista. Por un lado, muestra su maravillosa vida en Manhattan junto a su pareja Walid, un árabe que tuvo que huir de su país para evitar sufrir la pena de muerte por su orientación sexual. Allí su vida es de lo más natural y placentera. El ambiente es el ideal, ya que se ve perfectamente arropado por la sociedad y consigue construir un círculo afectivo de lo más comprensivo y cercano con el que compartir su vida.

Por otro lado, nos muestra la realidad que ha de vivir con su familia. Tanto Walid como él, viven engañando a sus respectivas familias, haciéndoles creer que están casados con una mujer (que en realidad es su amiga, y también es homosexual) para no decepcionarles. Cada vez que Frank recibe una llamada o una visita por parte de su familia, ha de fingir que está casado con su amiga y que viven sus vidas felizmente casados. Esto provoca a Frank un claro rechazo respecto a querer mantener un contacto demasiado estrecho con su familia, ya que se ve encarcelado por sus prejuicios.

Beth y Frank (acompañados de Walid) comienzan el camino hasta su pueblo. Durante el viaje, tío y sobrina disfrutan de horas y horas de conversación, de música y de risas. Se cuentan sus experiencias, sus inquietudes, sus expectativas… Beth siempre había sentido una conexión especial con Frank, pero a lo largo del viaje ese sentimiento se ve más reforzado si cabe.

(Walid, Beth y Frank de camino al pueblo)

Cuando llegan al pueblo, se encuentran con una bochornosa situación, que resulta traumática al protagonista. Tras el funeral, el abuelo Mac deja por escrito en el testamento la orientación sexual de su hijo Frank, humillándolo y vejándolo de la peor de las maneras delante de toda la familia. Este suceso hace que el protagonista sufra una terrible crisis en la que su pasado se le echa encima, y se ve desbordado con él mismo y con los demás.

“A mi hijo mayor, Frank Mckenzie Bledsoe Junior, no le dejo más que el asco por su sucia perversión al asociarse con otros hombres, y la vergüenza de que lleve mi nombre”: Este es el cobarde legado del testamento con el que Mac se empeña en “deshonrar” a su hijo incluso después de su muerte, reflejando su fastidio por haber creado y criado a un hijo el cual según él no es “normal”.

En el film podemos apreciar, mediante el lenguaje, las vivencias de las personas del colectivo (concretamente los homosexuales). Con ello, podemos hacernos una idea de los prejuicios existentes en esa época, completamente encarnados en algunos de los personajes.

Por ejemplo, queda reflejado el total rechazo y la desinformación que había en la época (influida también por el componente religioso), en personajes como el abuelo Mac o la tía Butch, los cuales revelan a Frank el sombrío futuro que le esperaba tras la muerte: el infierno.

También podemos ver los prejuicios existentes en comentarios sin intención hiriente, aunque, debido a la tremenda desinformación, inapropiados, tales como los de la tía Kitty. Ésta, generalizando su experiencia con los dos únicos homosexuales que conoció (el propio Frank y su peluquero), se pregunta si es una característica de todos los homosexuales el hecho de oler muy bien y ser gracioso. Concluye así que los homosexuales son sus favoritos.

En conclusión, se podrían distinguir tres tipos de visiones hacia los homosexuales en la película, reflejados mediante el lenguaje:

Por un lado, una amarga y reacia a cualquier tipo de conciliación, sostenida por Mac, el padre del protagonista, que concibe la homosexualidad como una condición de la que su hijo no hace nada por oponerse, y que expresa esta visión con frases como: “¡Estás jugando con tu alma hijo, entregándote a esta enfermedad! ¿Quieres ser una loca? ¿Un maricón? ¡Es una aberración!”,

Por otro lado, nos encontramos con una visión totalmente positiva y neutral, encarnada por Beth, que no le afecta en absoluto la orientación sexual de su tío.

Por último, la película muestra una mirada intermedia, en la que se encuentran la madre y el hermano de Frank. Aunque intentan aceptar a Frank de manera “natural”, sus prejuicios se ven reflejados en comentarios tales como: “¡Eres mi hermano mayor! Seas como seas, ningún problema” o “Tú eres mi precioso niño, y nada va a cambiar esto”. Estas frases muestran la manera en que los prejuicios siguen distanciando la verdadera aceptación mediante la naturalidad, ya que hacen ver que aceptan a Frank por ser de la familia, y no simplemente por ser gay.

Siguiendo el análisis de los prejuicios, encontramos que hasta el propio protagonista se ve influido por éstos, viéndose empapado por la cultura homófoba de la época.

Los fantasmas a los que Frank tiene que enfrentarse tras el suceso del testamento, lo llevan poco a poco a una redención donde el pasado doloroso que vivió en su adolescencia con su primera relación. El protagonista se enfrenta a una escena de inmenso dolor cuando su padre comunica a toda la familia que es gay. Frank se ve desbordado por la situación y le hace recordar su primera relación con Sam, su primer amor. A través de un flashback, la película nos muestra la intensa relación que tuvieron los dos adolescentes. Ambos estaban locos el uno por el otro, tenían una relación cálida y verdadera. Un día, el padre de Frank los pilló besándose en casa, y amenazó a Frank diciéndole que si seguía viéndose con él, los mataría. Frank solo quería proteger a Sam y a él mismo de su padre, por lo que le escribió una carta terminando la relación sentimental y amistosa. En la carta, Frank muestra su desprecio hacia la homosexualidad que su padre le había transmitido, intentando convencer a Sam de que están enfermos y que irían al infierno. Al día siguiente, Frank fue al lago donde solían verse, y se encontró con el cadáver de Sam en el agua, se había quitado la vida.

Evidentemente, este hecho traumó a Frank para siempre, y su única manera de escapar de él era huyendo del pueblo donde creció con su padre. Sin embargo, cuando revive este momento, la ira hace que pierda los papeles, y descarga toda su cólera en Walid, que estaba ahí apoyándole.

Podemos apreciar la manera en la que los prejuicios, cuando están tan arraigados, pueden afectar hasta a la propia persona. Con el ejemplo anterior podemos verlo claramente. Resulta casi increíble que una persona del colectivo se comporte con tanta ira con otra persona como él, llegando a agredirle verbalmente: “Eres un maricón y un marica, una loca”. Esa incomprensión y censura que nace en el seno familiar por ser como es, algo que la religión o el extremo conservadurismo ven como algo anti natural y perverso queda reflejado a lo largo de toda la película, cuando la familia se expresa verbal y corporalmente.

(Walid consolando a Frank, en la tumba de Sam)

También debemos de destacar la tremenda desinformación existente respecto a los homosexuales en la época. Por ejemplo, cuando Frank, Walid y Beth entran al motel a pasar la noche, la recepcionista les dice que la niña ha de dormir en una habitación separada, porque no es bueno que los vea durmiendo juntos. Escenas como estas nos muestran que el pensamiento imperante de la época era que los homosexuales no debían relacionarse con los niños de ninguna manera, y que su cercanía podría perjudicarlos.

Resulta desgarrador ver cómo Frank vive escondido con su propia familia, con miedo a mostrar quien realmente es, por miedo a esa falta de aceptación y comprensión familiar. Quedan reflejadas esas cicatrices y demonios que oculta su alma, que parecen no encontrar el perdón necesario para liberarse y vivir por fin sin miedo a ser quien es, sin temer a las consecuencias que conllevan el simple hecho de amar.

El producto cinematográfico de Alan Ball es, por tanto, una denuncia social, pero también una lucha personal. Se trata de una película pseudo-autobiográfica (entre otras cosas, la pareja del protagonista, interpretada por Peter Macdissi, es en realidad la pareja del director). La necesidad de retomar la cuestión viene dada por la esencia recurrente del tema, el ostracismo de los círculos conservadores y su dificultad de aceptación y reconocimiento.

Sofía Trullén Aznar, Raquel Sillero Fortes, Israe Moeniss, Riccardo Gislon

Referencias bibliográficas:

Pisano, A. (2021). Uncle Frank: Alan Ball dirige Paul Bettany in un dramma tra LGBT e conservatorismo [Entrada blog]. Recuperado de http://www.anonimacinefili.it/2020/12/11/uncle-frank-spiegazione-significato-finale/

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