Aprendamos a enseñar

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¿Sabes que las relaciones interpersonales alumno-maestro son facilitadores de resultados en los alumnos tales como aprendizaje, logro, motivación, esperanza, etc.? Y por lo tanto, de emociones e interacciones positivas.

Las funciones de los profesores no se limitan únicamente a transmitir contenido, conocimiento e ideas sobre el temario del que estén encargados, sino que también recae sobre ellos la responsabilidad de establecer relaciones interpersonales efectivas, crear vínculos de confianza con los estudiantes y crear un entorno de aprendizaje agradable (para lo que claramente es necesaria la involucración del alumnado). Entonces, teniendo en cuenta estas funciones, ¿qué pasará si las anteriores variables están presentes en el aula? (leer en el blog: “No me estás enseñando”), te lo digo yo, que la relación alumno-profesor no será de calidad y por lo tanto el grado en el que los alumnos aprendan algo en clase estará mermado por esta relación.

Entonces, ¿qué se puede hacer? Bien, hay muchos modelos educativos más integradores y cooperativos con los alumnos en clase, pero como tú y yo sabemos que cambiar el modelo educativo es imposible, mejor vamos a ver distintas variables que pueden favorecer esta relación. Desde este punto de vista, la psicología positiva tiene algo que decir, y en especial Seligman, quien propuso 3 pilares para mejorar estas situaciones:

- Experiencias positivas. Como podría ser una buena relación entre profesor y alumno, construida en base a interacciones, comportamientos y conversaciones cooperativas y positivas entre ambos.

- Rasgos individuales positivos. Como cooperación, escucha activa, afectividad, emocionalidad, implicación, etc. que pueden ayudar en la elaboración de un vínculo positivo entre ambos.

- Instrucciones positivas. Con esto se hace referencia no solo a instrucciones sobre una tarea adaptadas al nivel de alumno, sino también a aquellas que hacen referencia al comportamiento del alumno, la manera en la que el profesor se comunica con ellos, como corrige sus errores y como ofrece un feedback para que la clase mejore.

Con estas 3 variables se puede mejorar en gran medida la calidad del aula, especialmente si se consigue que todas interactúen, de hecho, si se consigue esa interacción se ha visto que resulta un estímulo facilitador para la aparición de emociones positivas, y no solo eso, sino que dicha interacción también puede propiciar un ambiente positivo para la enseñanza, derivándose así la oportunidad no solo de desarrollar una enseñanza de calidad, sino también de atender aquellas demandas psicológicas y emocionales. Así mismo, hay investigaciones que muestran como el apoyo emocional también es facilitador de este tipo de ambientes dentro de la clase.

Ahora es cuando yo me pregunto, si la interacción entre esas 3 variables da como resultado un buen ambiente de clase (con todo lo que conlleva), y este buen ambiente de clase facilita la interacción de esas 3 variables… ¿no es esto un círculo de retroalimentación en el que si el profesor es capaz de llevar a cabo estas conductas, esto se verá representado en la calidad de las clases y por lo tanto en la interacción con el alumnado, haciendo así más fácil el apoyo mutuo?

Si pensamos en la situación contraria podremos entender un poco mejor el post anterior, la falta de interacción entre estas variables, e inclusive la inexistencia de estas, no facilitaría la aparición de esas relaciones. Además, si existen variables de indiferencia y agresión, esto impediría que las experiencias positivas, rasgos individuales positivos y las instrucciones positivas puedan estar presentes. De hecho, en los ejemplos anteriores no había presencia de ninguna de estas variables.

Siguiendo en la línea de la comunicación positiva, tenemos la opción de mejorar también la comunicación interpersonal de profesor, tanto a nivel verbal como a nivel no verbal. En ambos casos, que el profesor sea capaz de establecer una comunicación eficaz, con carácter inmediato (velocidad de la respuesta), claridad, la confirmación (hacer relevantes los aciertos de los alumnos, no solo destacar y dar evidencia a los fallos) o el uso del humor, son distintas variables propias de una comunicación positiva que son muy importantes, tan importantes que tienen la capacidad de establecer una comunicación afecta dentro del aula, lo que permitiría dar relevancia y atención a las distintas emociones de los alumnos. Por ejemplo, si dentro del aula (nosotros como profesor), somos capaces de incorporar estas variables es posible que nuestra relación con los alumnos mejore, hasta el punto de que a la hora de que haya algún problema emocional va a haber una mayor facilidad no solo para ayudar, sino también para poder verlo, sobre todo porque dicha relación positiva dentro del aula favorece también una relación de confianza profesor-alumno.

Y esto no es algo que yo me invente, la investigación ha demostrado que aquellos profesores capaces de mejorar la interacción en el aula caracterizadas por un mayor apoyo emocional se perciben como más justos y cariñosos. Y en línea con esto va lo anterior, esas variables de comportamiento también se relacionan con la comunicación positiva.

A continuación, aporto una serie de videos de la película “El club de los poetas muertos”, desde mi punto de vista es una película que aporta un gran ejemplo de un profesor comunicación positiva, así como de una muy buena relación alumno-profesor. Aconsejo que, si puedes verlo, lo hagas.

En estos 3 videos se puede apreciar bien ejemplos de lo que se ha hablado hasta ahora, de hecho, si lo vemos de manera superficial, sin parar el los comportamientos del profesor, se puede ver con facilidad como se implica por la clase y que entiende a sus alumnos. Aunque la película al completo ofrece un gran ejemplo, he seleccionado estos fragmentos que son bastante útiles.

Por un lado, se puede ver la presencia de rasgos individuales positivos y de instrucciones positivas en el profesor, como la emocionalidad y la implicación que tiene con sus alumnos a la hora de hablar con ellos, de dirigirse, de hacer participativa la clase, tratándola de manera más dinámica y diferente, sobretodo por la forma de enseñar a Shakespeare, y todo ello desde el humor y la profesionalidad. Este tipo de experiencias positivas fortalecen la relación alumno-profesor, y se puede ver esto por la forma en la que los alumnos se involucran en la clase y participan en ella, sobretodo si ves la película, se puede ver un gran cambio en ellos desde el primer contacto hasta el final, sobretodo en el Sr. Anderson, que pasó desde la inicial indiferencia hasta el respeto y admiración (siendo el primero en defenderlo cuando se va de la escuela).

Además, si se ve bien también se puede apreciar la retroalimentación que nombre antes, los rasgos individuales del profesor y la forma en la que da las instrucciones generan experiencias positivas dentro de la clase, lo que mejora la relación con los alumnos (apreciándose en las risas, las miradas, la forma en la que le hablan, atienden, cooperan en la clase, respetan y le defienden), lo que hace que el profesor esté más cómodo dentro de la clase y facilitando la interacción de las 3 variables del inicio… y vuelta a empezar.

Al fin y al cabo, creo que se puede entender con facilidad y gracias a los ejemplos como la comunicación del profesor puede influir sobre las emociones de los alumnos, y no solo esto, sino también en la forma en la que ven y entienden la enseñanza, así como las relaciones entre ellos y con los profesores.

Xie F y Derakhshan A (2021) Una revisión conceptual de los comportamientos positivos de comunicación interpersonal de los maestros en el contexto de instrucción. Frente. Psicol. 12:708490. doi: 10.3389/fpsyg.2021.708490

Hecho por: Lucas Heras Moreno

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