Baby talk en relaciones de pareja II
¿Por qué las parejas se hablan como bobos? Es una pregunta que todas las personas -sobre todo cuando están solteras- se hacen al mirar a otras parejas. Palabras como “cielito”, “gorrioncito”, “pichurrititín” etc. nos generan, viéndolo desde fuera, mucha gracia e incomodidad, sobre todo acompañadas con ese habitual tono agudo e infantil, ¿Os suena?
Para el filósofo Claude Lefort, el mundo está lleno de existencias compartibles en su intransitividad; o dicho en otras palabras, que todos tenemos un punto de vista único, que no puede ser de los demás. Cuando el amor aparece, esto se vuelve un problema.
Para compartir el amor, debemos compartir nuestra forma de ver el mundo. Mi visión invade tu visión, pero sin abandonar la mía, por lo que creamos un mundo en común en el que solo habitamos nosotros. Y como habitantes de un mismo mundo, debemos crear un lenguaje común. El lenguaje secreto de la pareja es el esfuerzo hablado de abandonar la individualidad, de habitar un lugar común de a dos.
Y, ¿cómo empieza ese lenguaje? De la misma forma que el lenguaje entre madre e hijo, con el baby talk. El baby talk del que hemos hablado en ocasiones mi compañera y yo, que tantas ventajas ofrece a la hora de establecer comunicación y relación en las familias, también es aplicable al mundo de las parejas.
Por ello, la próxima vez que observemos las parejas ajenas con mofa y desdén escuchando esas vocecitas agudas y motes ridículos, debemos pararnos a pensar que esas dos personas están haciendo un esfuerzo por afianzar su relación y por crear un mundo conjunto, solo de ellos.