¿Cómo comportarse ante un manipulador?

En muchas ocasiones somos conscientes de que la otra persona nos está hablando con segundas intenciones, pero no sabemos cómo reaccionar y acabamos cediendo a sus chantajes.

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En primer lugar, vamos a hablar de una técnica para enfrentarse a críticas manipulativas, el banco de niebla. Esta técnica se basa en que la conducta de un manipulador se ve reforzada cuando intentamos resistirnos o luchar contra sus manipulaciones pues le estamos prestando atención. En estos casos, se debe no ofrecer resistencia y mantenerse firme para que el refuerzo por la atención desaparezca y el manipulador cese en su empeño. Se trata de dar parte de la razón al contrario, pero reservándonos el derecho de juzgar nuestro comportamiento.

Por ejemplo, nuestro amigo quiere que le dejemos copiar nuestros apuntes de clase, pero le decimos que no queremos dejárselos y reacciona de esta forma: “Te has vuelto un mal amigo, ¿por qué no me dejas los apuntes de clase?”. Una forma de contestar usando la técnica de banco de niebla sería: “Tal vez tengas razón y sea un mal amigo, pero no voy a dejarte copiar mis apuntes”

Otra técnica para enfrentarse a la manipulación es la interrogación negativa que sirve para poner fin a críticas manipulativas. Se usa para conocer lo que se esconde tras la crítica, pidiendo a nuestro interlocutor una aclaración que nos proporciona información adicional sobre qué es lo que nos quiere decir realmente.

Por ejemplo, vuestro hijo quiere un móvil como regalo de cumpleaños y le dices que no puede tener un móvil y responde: “Eres un egoísta”, una forma correcta de continuar la conversación mediante esta técnica sería: “¿Qué quieres decir con que soy un egoísta?

Por último, para ser persistentes en aquello que queremos ante las insistencias del otro tenemos la técnica del disco rayado. Cuando alguien nos insiste en que aceptemos hacer algo que no queremos o que lo que queremos hacer es una mala idea, está intentando llevarnos a su terreno y manipularnos. En estos casos es importante ser perseverantes y mantenernos firmes en nuestra posición. Para ello, debemos tener claro que es lo que queremos y mantener el mismo discurso a pesar de las insistencias del otro, es decir, repetir una y otra vez el mismo mensaje.

Por ejemplo, tu amigo quiere ir al cine, pero a ti no te apetece, pero el intenta convencerte:

-¿Vienes al cine?

§ Hoy no me apetece ir al cine.

- Venga ven, que estrenan una película muy buena.

§ Como te he dicho antes, hoy no me apetece ir al cine.

- ¿No quieres ir al cine conmigo?

§ Si quiero salir contigo, pero hoy no me apetece ir al cine.

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