CÓMO LA CULTURA SUGESTIONA AL JAPONÉS
¿Cómo puede ser que una de las culturas más admiradas en occidente de los últimos años sea, en gran parte, culpable de una de las tasas de suicidio más altas del mundo?
Es normal que se idealice aquello de lo que somos ajenos. A muchas personas les asquea su sitio de proveniencia, y sin embargo sueñan con irse a otros lugares de los que realmente no conocen nada y que si conocieran es posible que su opinión de ellos distara mucho de la que tienen.
Es muy llamativo para los europeos, acostumbrados a la estandarización de nuestro país y países vecinos, ver cosas como el anime, los manga, el desarrollo tecnológico o las ceremonias, siempre muy espirituales, que vemos en las películas. Pero Japón es mucho más que eso…
Ahora voy a desglosar varios principios en los que me voy a basar para defender esta teoría.
El primero de ellos es que para el japonés “el tiempo es honorable, y no importa ser inteligente, importa ser disciplinado, porque tarde o temprano la disciplina vencerá a la inteligencia” (Yokoi Kenji, 2012). En un primer lugar no parece nada descabellado, de hecho, tiene mucha lógica pensar que la actitud, y no la aptitud, hará que llegues lejos. Pero quiero ir más allá, ¿dónde está el problema en esto? Pues bien, la disciplina en japón es una variable que opera en absolutamente todas las áreas de la vida del japonés. Parte de la cultura de ese milenario país, son los valores como: la consideración por el otro, el valor del trabajo, el respeto por la jerarquía y a los mayores, la puntualidad que se entiende como una de las manifestaciones de respeto hacia la otra persona (Valentina Robayo, 2015). Sin embargo, muchas de estas cosas tienen un trasfondo del que no se habla.
Basándome en los testimonios de José Luis Vilardell Martín y Darma, dos españoles que durante varios años estuvieron conviviendo y trabajando en varias ciudades del país y que hoy día se dedican a analizar su cultura y las diferencias con la nuestra, afirman que todas estas reglas terminan sugestionando tanto como para llegar a ser uno de los posibles motivos por los que algunos eligen el camino del suicidio. Recojo las palabras de Darma en una de sus tertulias donde dice que “si eres occidental no vas a ser amigo de un japonés”. Aunque de primeras puedas pensar que quizás esto sea una exageración, por lo general y basándonos en la idiosincrasia, tiene su explicación. En Europa los valores cristianos predominan en la forma de actuar de las personas, independientemente de si eres creyente o no. Tenemos muy marcado lo de ayudar al prójimo, qué es ser bueno y qué es ser malo, etc. Pero, y recogiendo la teoría de los marcos relacionales que hablábamos en clase, el marco relacional del japonés sobre cómo se debe interactuar con nuestro entorno está basado en los valores del sintoísmo o del budismo donde ayudar a otros o actuar con otros significa perturbar o modificar algo de la otra persona. Es por ello por lo que el japonés nunca te va a ir a contar si tiene un problema o si necesita algo, porque eso sería influir de forma negativa con su estado. Lo que para nosotros sería una falta de confianza o de empatía, para ellos sería lo que se debe hacer. Aquí ya recogemos uno de los puntos clave.
Por otro lado, a esto se le añade el término japonés “gaman” que viene a decir que los individuos deben mostrar paciencia y autocontrol ante la adversidad, poner freno a sus sentimientos. Una típica conversación con tu amigo en la que le cuentas que tienes problemas en casa allí se vería como debilidad y que le estás generando un malestar por contarle eso. Además, la forma en la que utilizan el lenguaje puede llegar a confundir a todo aquel que no conozca sus protocolos, pues una afirmación puede esconder una negativa por su parte pero que por tal de no influir en ti prefieren no desvelar. Creo que no hace falta explicar por qué esto puede llegar a ser muy peligroso, al final la salud mental bajo ese tipo de presión puede llegar a derrumbar a cualquiera.
Como último punto a destacar hablaré sobre el alcohol y su impacto en la vida de muchos japoneses. En España hay mucha cultura del alcohol, de hecho, es el segundo país de la Unión Europea que más frecuentemente consume alcohol según una encuesta realizada por la European health interview survey (EHIS) entre 2018 y 2020. Sin embargo, los motivos en Japón para el consumo de estas sustancias son muy diferentes. Allí su función principal suele ser la relajación en las formalidades, convirtiéndose en catalizador para una convivencia fluida (Ingrid Escobar, 2022). De hecho, en muchas ocasiones son los propios jefes de las empresas quienes llevan a sus trabajadores a bares a beber hasta que caen rendidos, algo a lo que estos no se pueden negar pues es una forma de tratar de conseguir un ascenso en la empresa. En palabras de Nobuko Hisatomi, enfermera del Instituto Nacional de Alcoholismo de Japón, “la sociedad japonesa es liberal frente al consumo del alcohol hasta la ebriedad”, “culturalmente se le considera un tema de autocontrol más que una enfermedad” (Ingrid Escobar, 2022). Al final se trata de un hábito socialmente aprendido donde incluso muchos creen que es la única vía de escape para comunicarse y mejorar las relaciones personales dentro de una cultura realmente cerrada y estratificada.
Para finalizar adjunto una imagen del fotógrafo Lee Champan y concluyo con esta reflexión: en gran medida la salud de una persona no sólo depende de sí misma sino del contexto en el que se rodea, de la forma en la que está sugestionada por los demás. Esto puede verse muy claro en Japón, pero no son un caso aislado, puede ocurrirte a ti o a alguien cercano. Al final todos influimos en alguien sea para bien o para mal, de ahí la importancia y el poder de las palabras y los actos.
Adjunto también una entrevista a este fotógrafo por si os interesa ahondar más en el tema: https://acchikei.wordpress.com/2019/05/19/entrevista-a-lee-chapman-las-realidades-de-tokio-a-traves-de-sus-fotografias/
