Cambio en nuestro marco relacional.

Los marcos relacionales pueden cambiar en función de nuestras vivencias y del tiempo, es decir, nosotros asociamos estímulos constantemente unos con otros y estas asociaciones van cambiando a lo largo de nuestra vida.

Un claro ejemplo del cambio que se produce a lo largo del tiempo podemos observarlo con el marco relacional de Navidad de cuando somos pequeños a cuando somos adultos.

De niños la Navidad siempre nos recuerda a los reyes, los juguetes que nos van a traer, lo bien que nos lo pasamos con la familia a la que no solemos ver, el tiempo que pasamos decorando la casa con nuestros padres, todo el tiempo de vacaciones que tienes para jugar, disfrutar de tus amigos, dormir…

Pero cuando te haces más mayor estas asociaciones cambian, algunas de las cosas que realizas y sientes ya no son igual que antes. Ahora los regalos suelen ser dinero o algo caro, debes gastar dinero para regalar a los demás, ya no esta toda la familia con la que se celebraban las cenas, os reunís menos, las vacaciones pasan a ser tiempo para estudiar, si tienes tiempo libre sales de fiesta con los amigos, ya no dedicas tanto tiempo a la decoración, reduces el decorado…