Clemente Rodríguez consiguió hacer crecer una secta
Tras haber explicado las técnicas que usa un líder de una secta, me gustaría acercaros un ejemplo muy mediático y controvertido que ha pasado nuestras fronteras y es conocido mundialmente, hasta el punto de haber literatura sobre ella en otros idiomas. Se trata de la Iglesia del Palmar de Troya, quizá muchos la conozcáis. En mi caso, supe de su existencia en el 2016, gracias a un documental que realizó Equipo de Investigación sobre ella, y desde entonces, me ha llamado mucho la atención y he querido saber más de ella, ya que es un claro ejemplo de liderazgo sectario que llega hasta nuestros días tras 50 años de vida.
En primer lugar, El Palmar de Troya se origina cuando cuatro niñas de dicho pueblo, ubicado cerca de Utrera, dijeron que habían visto a la Virgen en 1968 en la finca “La Alcaparrosa”. Fue entonces cuando muchísima gente empezó a peregrinar hasta allí confirmando las apariciones. Uno de los videntes fue Clemente Rodríguez, que se convirtió en un líder debido a sus mensajes apocalípticos y los estigmas que le aparecieron por el cuerpo.
Debido a las múltiples donaciones conseguidas, y muchas, de gran cantidad de dinero, Clemente Rodríguez compró la finca “La Alcaparrosa” y comenzó a construir una enorme basílica. En 1976, un arzobispo vietnamita lo ordenó sacerdote; y diez días más tarde, obispo, junto a otros cuatro devotos, pese a las condenas de la Iglesia católica. Es entonces cuando El Palmar de Troya empezó a organizarse como iglesia hasta autoproclamarse Clemente Rodríguez como Papa Gregorio XVI de la Iglesia Palmariana en 1978, tras la muerte del Papa Pablo VI.
En una entrevista que realiza Televisión Española en el programa “Más alla” de Fernando Jiménez del Oso al padre Félix Arana sobre El Palmar de Troya en el año 1979 (es la primera vez que se habla sobre la Iglesia Palmariana en televisión), Félix Arana afirma que Clemente Rodríguez atrajo a muchas personas en todos esos años, aunque muchas se separaron cuando empezaron a ver lo que estaba haciendo: más allá de las visiones, él buscaba poder, buscaba ser conocido como una persona importante de la iglesia. Félix Arana lo califica como “un auténtico líder religioso, que lo mismo sonríe que exige, y pega y acaricia a los niños”. Esa soberbia, ese afán de poder y de liderazgo llevó a Clemente Rodríguez a romper con la Iglesia Católica, proclamando una nueva iglesia y construyendo la majestuosa basílica que llevó muchos años hacerla y que costó muchos millones de pesetas. Todo esto lo hacía siempre bajo la excusa de que era mandato divino. Por ejemplo, en 1979, tras haberse construido las torres de la basílica, Clemente mandó tirarlas y volverlas a hacer más altas, que es lo que Dios mandaba y quería. También se comenzó a construir un muro de 7 metros de altura y 80 centímetros de espesor alrededor de la basílica, lo que antes estaba abierto al público (aunque con ciertas normas, como ir en manga larga y que las mujeres no vistieran pantalón), en 1979 se encontraba cerrado y solo podían entrar exclusivamente los palmarianos y palmarianas seguidores de Clemente, ya que aunque mucha gente creyó las apariciones que acontecieron en la finca acabaron alejándose porque no compartían lo que estaba haciendo Clemente.
Además de los muchos escritos que realizó en contra de la Iglesia Católica, estableció ocho dogmas y canonizó a personas como Francisco Franco, Primo Rivera, Carrero Blanco, Isabel la Católica, Fernando el Católico, Felipe II… en total, más de 1000 personas.
Según Félix Arana, Clemente Rodríguez estaba realizando un “lavado de cerebro” (para saber más sobre las técnicas empleadas en el “lavado de cerebro” podéis visitar mi post anterior “Cuando el liderazgo se vuelve peligroso: líderes de sectas”). El padre cuenta también que Clemente necesitaba justificar un número de personas, probablemente para aquellos que financiaran la iglesia, por lo que cualquiera que se acercara por allí intentaba que se uniera a la iglesia: “le lavaba el cerebro”, ordenándolo sacerdote, y después consagrándolo obispo, fuera quien fuera, simplemente con la intención de que hubiese gente allí.
Por supuesto, no podemos olvidar que para organizar todo esto falta por hablar de lo mas importante: el dinero. Esa era la gran pregunta por entonces: ¿de dónde sacaba Clemente Rodríguez todo el dinero necesario para construir el muro, la basílica, los palacios dentro de dentro del recinto, las numerosas casas que tenían repartidas en Sevilla y El Palmar de Troya y pagar a los trabajadores. Pues, parece ser que había gente con mucho dinero financiando la iglesia, pensando erróneamente que esa era la forma de ganarse el cielo. Estas personas habían sido también engañadas por la palabrería, manipulación, el control y los dogmas de la Iglesia Palmariana de Clemente Rodríguez, el papa Gregorio XVI.
Aquí os dejo la entrevista de TVE al padre Félix Arana.
Este fue el primer líder de los palmarianos, pero, como dije al principio, la Iglesia Palmariana sigue activa y ha pasado por varios papas, actualmente van por el cuarto, llamado por su nombre papal, Pedro III.
También me ha parecido interesante la infiltración que ha hecho el youtuber Tamayo en El Palmar de Troya y toda la investigación que se ha llevado a cabo. En sus 6 vídeos informa sobre su infiltración, y graba todo lo que puede de sus encuentros con los fieles y lo que le cuentan sobre su día a día. La desconexión que tienen con el mundo exterior, la falta de comunicación con sus propias familias… Por ejemplo, sale el caso de una mujer que toda su familia estuvo dentro, ella incluida cuando era niña, y solo su hermana se quedó allí como monja. Ella cuenta que no puede ponerse en contacto con su hermana y que si llama no la dejan hablar con ella. Así hay muchos familiares. Como en cualquier secta, o estás dentro o desapareces para los que hay dentro, incluso hay una norma que impide que los palmarianos hablen con otros habitantes del pueblo si no pertenecen a la iglesia. Cuando una persona quiere abandonar la iglesia, como muchos están allí en familia, se les amenaza con que perderán a su familia, ya que no podrán volver a estar en contacto.
Tamayo entrevista a algunas personas, entre ellos antiguos sacerdotes, que han estado dentro del Palmar de Troya, pero que tras pasar muchos años allí lo abandonaron. Uno de ellos fue secretario de Clemente Rodríguez. Este, define la personalidad del mismo como impulsivo, incapaz de reprimir sus impulsos, con un carácter demasiado fuerte y especial. Además, este y otros, afirman que había escándalos sexuales, fiestas por todo lo alto y viajes, todo ello pagado por los que lo financiaban, y lo que es peor, por el dinero que ofrecían los fieles, menos pudientes, sin duda, que la Iglesia Palmariana.
Este es el enlace al primero de los vídeos de Tamayo sobre su infiltración y luego podréis seguir con los siguientes.
La cuestión final que nos preguntamos es si el último papa, el actual, realmente se lo cree o está fingiendo, igual que Clemente Rodríguez. ¿Es posible que Clemente Rodríguez siga ejerciendo su influencia incluso después de muerto? ¿Es él el verdadero líder, a pesar de los papas que lo hayan ido sucediendo? Al menos después de todo lo leído no cabe duda de lo carismático y manipulador que era, y las dotes que tenía para engatusar con el lenguaje a sus seguidores.