¡Cojones! ¡Esto es jodidamente perturbador! — Introducción

“No sé si ponerme a bailar con ella o salir huyendo”

Algunas vez os habéis preguntado por qué os llega a causar tanto “repelús”, “asquito” e incluso MIEDO figuras humanas, pero que no son tan humanas, es decir, podríamos llamarlos replicantes humanoides quizás… Pues bien, hoy vengo a hablar de ello, pero esto es solo la primera parte, avanzaré más.

¿ERES TODO UN VALIENTE Y NO TE LLEGAN A CAUSAR NADA? ¡DEMUÉSTRALO!

Bien, pues investigando por qué tenemos esas sensaciones frente a robots que son muy similares a nosotros, los humanos, he encontrado que esto lo explica la teoría del Uncanny Valley.

Esta teoría sostiene que cuando un objeto inanimado posee una forma antropomórfica produce sentimiento de ternura (“qué cuki que es”), mientras que si la copia se aproxima más a la forma humana se llega a un punto donde la persona lo rechaza. Eso sí: si se avanza más en la aproximación antropomórfica resulta más difícil diferenciar el original de la copia y se vuelve a sentir empatía ya que el cerebro no se encuentra capaz de diferenciarlos.

A modo de gráfico, la teoría representa la evolución de aceptación que presenta el ser humano. De esta representación surge el término Uncanny Valley: valle que se genera en la gráfica de la empatía poco antes de llegar al final que representaría la copia perfecta.

Gráfica del Uncanny Valley

Explicando la gráfica: cuando un objeto toma forma antropomórfica este genera empatía como bien se ha mencionado anteriormente. Más adelante encontramos los animales de peluches que por su suavidad y aspecto producen empatía y agradabilidad. También, nos encontramos con robots tipo “Wall-e” que nos resultan más graciosos, tiernos, etc que el brazo industrial. Ya lo que es el tercer robot se rechazaría y se siente una cierta inquietud ante el mismo… Por último, observamos por lo que entendemos una persona sana, el cual, es el objetivo final de la robótica y no se sería capaz de distinguirlo de un humano.

En resumidas cuentas, el Uncanny Valley nos informa de los sentimientos de las personas hacia los robots. Su postulado básico sería: un robot no-humano es adorable, pero uno que se asemeja demasiado a un comportamiento humano sin ser perfecto, se consideraría como algo perturbador, es decir, que podemos tener sentimientos positivos hacia los robots hasta que se asemejan tanto a nosotros que esos sentimientos positivos se desvanecen.

Una de las tantas razones que se aportan es porque tenemos miedo a lo desconocido, que fue algo que nuestros antepasados desarrollaron para su supervivencia. La crítica a este argumento es que la muestra es muy pequeña debido a que aun no se desarrollaron suficientes máquinas que intenten ser iguales al comportamiento humano.

Existen otras posibles explicaciones como:

  • Percepción de que una entidad bastante diferente al humano hace que sus características humanas se vean resaltadas y generen empatía. Sin embargo, si la entidad es casi humana, se resaltarán sus características no humanas, dando lugar a “repelús”.
  • Las personas enfermas y los cadáveres muestran anomalías visuales similares a las de un replicante humanoide causando así la misma alarma y rechazo. Las anomalías de comportamiento y desincronización motriz son indicadores de presencia de enfermedad, desórdenes mentales y neurológicos y estos dan lugar a sentimientos negativos.
  • Desde un punto de vista evolutivo: repulsión como necesidad de mantener una limitación tajante frente a otros homínidos que se nos parecen.
  • Diversas teorías dicen que el sistema de evaluación del cerebro está programado para impedir que se seleccionen parejas con problemas de salud y que así rechacemos cualquier índice que signifique que una persona no es la ideal para la reproducción o que represente un peligro para nuestra preservación.

Wheatley, psicóloga del Darthmouth College, dice que la historia evolutiva nos ha afinado para detectar las más mínimas distorsiones, como si se tratara de un detector de enfermedades o de problemas físicos o mentales. Con esta explicación se puede ver la gráfica como la perpetuación de la especie humana.

Saygin dice que ocurre una disonancia cognitiva: si realizan ciertas características semejantes a los humanos, se elevan las expectativas del cerebro con respecto a determinados comportamientos, como pueden ser los movimientos y las expresiones faciales, las cuales en todo momento nos INFORMAN, nos COMUNICAN, es decir, es una parte indispensable del LENGUAJE. Si estas expectativas no son satisfechas entonces se genera esa disonancia cognitiva.

Darwin (1839):

“La expresión de las serpientes de cascabel muda Lachesis muta es horrible y feroz; su pupila consiste en un corte vertical en un moteado y cobrizo iris; su mordaza es ancha de su base y la nariz termina en una proyección triangular. No creo haber visto antes algo tan horrible, excepto, tal vez, alguno de los murciélagos vampiro Desodontinae. Me imagino que estos aspectos repulsivos se originan con la posición de sus diferentes características con respecto a las demás de manera proporcional al rostro humano, creando una especie de sensación desagradable al verlo. — Charles Darwin, The Voyage of the Beagle.

Cascio, escritor ético-futurista habla de modificación corporal. Dice que una vez se reemplaza algunas variedades humanas normales (las mejoras dejan de encontrarse dentro de una norma respecto a lo que se considera comportamiento humano) se observará repulsión.

¿Y CÓMO NOS AFECTA ESTO EN LAS PANTALLAS?

Empecemos con los videojuegos, pero… No quiero centrarme mucho en el mundo de los mismos en esta publicación porque ya bastante larga va a ser, así que os dejaré solo un vídeo y me gustaría saber qué sensaciones tenéis una vez lo hayáis visualizado.

También encontramos este efecto en el mundo del cine. The Polar Express fue criticada por diferentes medios debido a su “animación extraña”. Clinton de CNN.com escribió:

“Esos personajes humanos en la película son completamente… bueno, perturbadores. The Polar Express es desconcertante y un tanto horrible."

Además, también podemos encontrar esto en otras películas (o en este caso cortos) como en Tin Toy, donde vemos un bebé “demasiado” similar a un bebé real, pero al mismo tiempo no lo suficiente.

Además, grandes películas correspondientes han diseñado robots fuera y dentro del Uncanny Valley como son Wall-E, el cual genera sentimientos de empatía, y en I Robot, el cual presenta el apocalipsis por mano de los robots como su complot principal demostrando a robots con apariencias inquietantes, totalmente adaptada al argumento de la película.

Waaaaaaaaaaall-E

¿CÓMO ESTÁ AFECTANDO ESTE FENÓMENO EN LA ACTUALIDAD?

El Uncanny Valley se trata de una barrera que la robótica debe vencer. Además, hay que decir que este efecto abarca tanto lo visual como lo auditivo (¡MUY IMPORTANTE!).

Google, a través de su programa Duplex, ha sido capaz de crear voces digitales completamente idénticas a las nuestras (con pausas, tonos y balbuceos). Son tan parecidas a nuestras voces que han conseguido pasar el test de Turing (del cual comenta Sofía en su publicación).

Duplex ha demostrado superar el Uncanny Valley y se encuentra en lo más alto de la gráfica de familiaridad, similaridad y empatía, convirtiéndose en un estandarte de la Inteligencia Artificial y en un modelo que las demás empresas dedicadas a la tecnología deberán (para tener éxito) seguir.

En la próxima publicación nos adentraremos más en Google Duplex y la relevancia del mismo

Es interesante percatarse como el ser humano posee diferentes filtros o análisis, podríamos decir, para lo que es la COMUNICACIÓN, el LENGUAJE (ya sea de manera corporal, verbal, gestual, auditiva, etc) y cómo esto le afecta en función de lo que tenga delante, de cómo se exprese el otro interlocutor, de cómo se mueva, de cómo sea su mirada, etc, estableciéndose así un continuo el propio ser humano que abarca desde aquello que nos parece súper “bonico” hasta aquello que no lo tocaríamos ni con un palo.

Bueno, espero haberos mantenidos interesados a lo largo de la lectura… RECUERDEN: ESTO NO TERMINA AQUÍ, CONTINUARÁ…

¡BESOS!

Referencias:

Charles Darwin. The Voyage of the Beagle . New York: Modern Library. 2001. p. 87.

Jamais Cascio, The Second Uncanny Valley

“Polar Express a creepy ride”. CNN.com. Nov 10, 2004. Retrieved Nov 21, 2011.

Rhodes, G. & Zebrowitz, L. A. (eds) (2002). Facial Attractiveness: Evolutionary, Cognitive, and Social Perspectives, Ablex Publishing.

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