"Cold Reading”: leer personas en vez de libros. Parte IV

Normalmente la gente piensa que eres buena persona.

A veces atraes al tipo de hombre equivocado.

Normalmente te gusta cuidar tu imagen.

A veces le das demasiadas vueltas a las cosas.

Tienes algunas personas que te sobre protegen y a veces te gustaría tener más libertad.

Te gustaría tener más independencia económica.

Ves tu futuro laboral muy difícil o con incertidumbre.

En algunas situaciones te muestras tímida o reservada pero en otras eres extrovertida.

Te has encontrado con una dificultad recientemente.

Estas son las frases que creímos acertadas para “leer la mente” de una chica de entre 20–25 años. A partir de nuestras propias experiencias, decidimos que serían estas ya que veíamos anticuadas y estereotipadas las afirmaciones que hacía el libro (The Art and Science of Cold Reading).

En la clase de la última semana decidimos pasar a la acción para comprobar si funcionaría. Le pedimos a una compañera su colaboración.Para empezar ,le dijimos que escribiera en un papel una frase, la que quisiera. En realidad ni la frase ni su letra nos iba a decir nada, pero lo hicimos para que empezara a creer un poco en nuestro juego. Su frase fue: Espero que acierten lo que estoy pensando, lo que nos hizo ver que su predisposición era buena y que nos favorecería en la lectura. La conversación empezó por las frases más sencillas, una de las primeras fue normalmente la gente cree que eres buena persona, confiábamos en ella porque se la habíamos hecho ya a bastantes personas y todo el mundo dijo que sí. Otra de las primeras fue que le gustaba cuidar su imagen personal, ya que era algo que se podía observar a simple vista. Así siguió la conversación con bastantes aciertos para nuestro asombro. Para el nuestro y para el de ella, que nos miraba diciendo; “Pero bueno, ¿cómo sabéis todo esto?”. Obviamente, cuando volvió con su grupo y lo pensó se dio cuenta de que eran cosas muy generales y nada específico de ella pero lo bueno es que realmente estuvo un tiempo pensando en que sabíamos cosas de ella sin realmente conocerla de nada.

Sacamos varias cosas interesantes en esta conversación como que al hacerle preguntas ella sola iba contestando a otras que nos proporcionaba más información. Por ejemplo, cuando se le dijo que había alguna persona que la sobre protegía… ella comentó sí, mi madre. Todavía no contamos con la suficiente práctica pero esperamos poder utilizar esos detalles más adelante para poder hacer una lectura más completa. También descubrimos que tenemos que jugar mucho con “darle la vuelta a las cosas”, obviamente sin que la persona se de cuenta. Hay veces que las preguntas no son las adecuadas, y fácilmente te das cuenta de que no estás acertando por sus gestos y miradas. En estos casos tienes que ser rápido y darle la vuelta a la tortilla antes de que se de cuenta. No es tan fácil como parece, el lector debe tener la suficiente perspicacia para que no se note. Por ello, debe tener la seguridad suficiente antes de enfrentarse a la leer a la otra persona.

Os dejo el enlace de un trozo del vídeo de la práctica que hicimos en clase para que le echéis un vistazo. Perdón por el mal enfoque y el ruido pero en un principio no lo grabamos con la idea de publicarlo.

En los próximos días seguiremos adentrándonos en el mundo del cold reading y os iremos contando nuestros avances!

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