Comunicación y expresión de la generación Millennial

Clara Escribano
Psicología del Lenguaje — ugr
4 min readDec 14, 2019

El pasado miércoles, mis compañeros hicieron un seminario con respecto a las diferentes generaciones: nuestras formas de comunicación, los prejuicios, los aspectos que nos caracterizan a cada uno… y me pareció bastante interesante y algo sobre lo que reflexionar.

En mi caso, estoy de acuerdo con que existen muchos prejuicios con respecto a nuestra generación, los “Millennials”. Creo que esto es debido a que hemos tenido una infancia y adolescencia completamente distinta a la de nuestros padres y abuelos y, al haber tantas diferencias, es fácil que comparando, cada uno “barra para su casa” y surjan críticas entre generaciones. Por ejemplo, nuestros padres, tíos o abuelos son muy dados a recalcarnos que ellos a nuestra edad ya hacían un montón de cosas que nosotros no hacemos ahora. Un caso personal es que, cuando yo era pequeña, escuchaba frases como “yo a tu edad ya fregaba los platos en casa, y si no llegaba al fregadero me ponían un taburete” o “yo a tu edad ya le hacía la cena a mi padre”.

Cuando escuchas estas afirmaciones, puede que te sientas algo mal, ya que puedes pensar que no estás haciendo lo correcto, que no estás colaborando en casa, que no eres un buen hijo/a… Sin embargo, también hemos estado escuchando toda nuestra infancia y adolescencia cosas como “tienes que estudiar, sacar buenas notas, hacer deportes, apuntarte a actividades extraescolares…”. La realidad es que no hay tiempo de hacer todo y si antes los chicos y chicas de 11 años igual fregaban los platos después de comer, hoy en día los chavales de esa edad muchas veces después de comer se están yendo corriendo a clases de inglés, al conservatorio, a practicar su deporte o a la academia para ponerse a hacer la tarea lo más rápido posible.

Es obvio que los tiempos han cambiado mucho y la perspectiva de juventud de nuestros padres y abuelos no es muy parecida a la de nuestra generación. Creo que el problema principal de los “Boomers” que nos recuerdan continuamente las cosas correctas que ellos hacían y nosotros no hacemos es la incapacidad de ponerse en el lugar de los demás, de mirar la vida desde nuestra perspectiva. Esto no es tan difícil para nosotros, ya que hemos crecido toda la vida escuchando historietas de gente mayor, asintiendo y riéndoles las gracias y no nos ha pasado nada. Porque lo hacíamos con respeto, ese que tanto critican que nos falta a nosotros, pero que muchas veces tampoco utilizan en el día a día hacia los jóvenes.

Hemos escuchado muchas veces que los chavales de hoy en día no tenemos educación (la que nos debería proporcionar su generación, lo cual es algo incongruente), que ya no somos respetuosos hacia las personas mayores… Pero muchas veces es curioso, porque te lo dicen en un contexto en el que ellos mismos se creen superiores por tener más años y precisamente faltan ellos al respeto en algunas ocasiones.

Personalmente, a mí me ha pasado de estar con mi grupo de amigos en un autobús quietos de pie o por la calle caminando sin hacer daño a nadie y que se entrometiera un señor o señora diciendo “es que los jóvenes, ¡hay que ver!, ¡ya no respetan nada!” y acusándonos de haber hecho algo que iba contra la sociedad. En estos momentos me lo tomé a risa, no me podía ofender por algo que no había hecho. Pero, pensándolo más tarde, me di cuenta de que, quizás, las personas mayores al ver un grupo de adolescentes (porque estas anécdotas pasaron cuando íbamos al instituto) se pueden ver amenazadas tras haber asimilado el prejuicio de que los jóvenes son malos con las personas mayores, van como locos con el skate o la bici y les da igual atropellar a alguien, roban, hacen grafitis, son vagos…

Obviamente, no todas las personas de esas generaciones (Boomers y más mayores) son así, pero hay una cantidad lo suficientemente alta para que a la mayoría de Millennials nos haya tocado escuchar cosas que nos hagan reír con respecto a estos temas.

También hay otro tipo de adultos más abiertos que aceptan el cambio generacional y, por ejemplo, adoptan el lenguaje nuevo que se va creando, como anglicismos o expresiones urbanas: spoiler, selfie, influencer, random, outfit… Son palabras que se ven sobre todo en las redes sociales y que algunos adultos asumen, en vez de reírse de ellas como hacen otros.

En mi opinión, aunque los cambios cuesten y normalmente tendamos a creer que nuestra generación es la mejor, la opción de ser abiertos de mente y evolucionar con la sociedad es siempre la mejor. Esto no significa dejar de lado nuestras costumbres, ni tener que cambiar nuestra identidad o nuestros gustos. Al fin y al cabo vivimos rodeados de gente y, posiblemente, el quedarse rezagado va a ir más acompañado de estar a disgusto con las diferencias que vivir a gusto en una sociedad diversa que acepta los cambios, que a su vez son inevitables.

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