Concepción metafórica de la muerte y eufemismos: ¿morir es descansar?

Recientemente he estado reflexionando sobre el uso de la metáfora como herramienta para hablar de la muerte a los niños y, a raíz de ello, he pensado en la diferencia entre una metáfora y un eufemismo. Sabemos que los eufemismos son palabras o expresiones utilizadas para disimular o suavizar una realidad aparentemente incómoda (esto es, un tabú); sin embargo, podríamos decir que la metáfora trata de explicar o proyectar esa realidad a través de otros conceptos que guardan un determinado nivel de semejanza con lo representado.

A partir de esto, pensé en la muerte y en las distintas maneras que existen de concebirla y explicarla. Está claro que la muerte es un tabú en nuestra sociedad que se va traspasando de generaciones en generaciones con cierto carácter metafórico. Entre las concepciones metafóricas de la muerte podemos encontrar “morir es vivir en el recuerdo”, “morir es estar en el cielo” o “morir es descansar”. Y bien, ¿quién no ha escuchado alguna vez que un ser querido se ha ido al cielo?. Pese a ser una expresión con la que estamos familiarizados, ¿acaso hay relación objetiva entre irse a un supuesto cielo y morir?.

Ahora pasemos a los eufemismos que se esconden tras la idea de la muerte. Algunos de estos eufemismos son: descansar, reposar, fallecer o desaparecer. Tal y como se ha mencionado anteriormente, estas palabras hacen alusión a una manera más delicada o disimulada de expresar lo que sucede cuando morimos, pero…¿morir es descansar realmente, reposar?. Aquí me surge la idea de otra expresión que estoy segura de que muchos hemos escuchado también cuando un adulto trataba de explicarnos que alguien había muerto: “se ha dormido”. Si volvemos a las concepciones metafóricas de la muerte, nos encontramos entre ellas “morir es descansar”, lo que me hace pensar que tras la muerte metafórica se esconden eufemismos disfrazados porque, siendo sinceros, ¿queremos explicar y proyectar lo que significa morir o queremos disimular una realidad que nos resulta insoportable?

Considero que ambos fenómenos, pues, se dan simultáneamente. Sin duda puedo entender que esto ocurra ya que, sin importar cuánto tiempo llevemos reflexionando acerca de la muerte, nunca encontraremos respuestas a todas nuestras preguntas, sino que hallamos maneras de adornarla para que, básicamente, no nos aterre demasiado. Le decimos a los más pequeños que “morir es descansar” o “morir es ir al cielo”, pero creo que en cierta parte los adultos también necesitamos convencerse de ello (aunque en el fondo todos sepamos que no es así). Personalmente y pese a entender perfectamente que esto ocurra, creo que sería de gran ayuda que desde niños nos explicaran lo que significa morir sin metáforas ni eufemismos (que pueden llegar a alejarnos demasiado de la realidad que se quiere representar), es decir, dejando de suprimir las palabras “muerte” y “morir” cada vez que intentamos aproximarnos a esta idea abstracta.

María García Rivero - Grupo D.

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