“Correr sin miedo, no correr por miedo”
Cómo los asesinatos por violencia machista repercuten en el diálogo interno de las mujeres.
Ayer, 17 de diciembre de 2018, recibí esta imagen desde WhatsApp acompañada de un texto:
Hola…hoy a las 23:00 nos vamos a cambiar la foto de perfil todas las mujeres ponte esta foto…pero antes pásalo a todas las mujeres que tengas sólo mujeres!
Estuve desconectada toda la tarde y no fue hasta poco después de recibir esa imagen cuando me enteré de a qué se debía:
Hallan el cadáver de una mujer en la zona en la que se buscaba a la desaparecida en Huelva, Laura Luelmo.
ABCandalucía.
También en otras redes sociales como Twitter se desataba una ola de indignación con hashtags como #LauraSomosTodas o #NiUnaMas.
Se trata de Laura Luelmo, mujer de 26 años, profesora zamorana, desaparecida el pasado miércoles 12 de diciembre en la localidad onubense de El Campillo cuando salió a correr, a sólo cuatro kilómetros de donde residía. Ayer, a las 12:00 horas, un hombre declaraba haber encontrado el cuerpo sin vida de una mujer en los alrededores de la zona. Por la tarde, la Guardia Civil confirmaba que se trataba de Laura.
Todo apunta a que se trata, de nuevo, de un crimen machista, un asesinato fruto de la violencia de género (o terrorismo machista, como mucha gente la califica) que afecta a todas y cada una de las mujeres en nuestra sociedad, sólo por el hecho de ser mujeres. No obstante, noticias de última hora aseguran que aún se está practicando la autopsia al cuerpo de Laura para corroborar, o no, dicha hipótesis.
<<La joven se suma a Manuela Chavero, Francisca Cadenas, Diana Quer, Marta del Castillo, Mariluz Cortés… entre otras muchas víctimas de una sociedad machista que normaliza que las chicas tengan que salir acompañadas, por precaución, asumiendo que “esas cosas pasan”.>>
De Diario de Sevilla: https://www.diariodesevilla.es/andalucia/Laura-Luelmo-foto-perfil-whatsapp-seguridad-mujeres_0_1310269449.html
Comentándolo con amigas y compañeras de clase, nos dimos cuenta de que hemos normalizado, como mujeres, este tipo de noticias, llegando a pensar “otra más”, “otra vez”, “ya van, al menos, 44 mujeres víctimas de la violencia machista este año”. Parece que asumimos inconscientemente que ese es nuestro destino por vivir en una sociedad sexista donde la mujer es el sexo débil, la infravalorada, la acosada, la humillada, la violada, la asesinada.
Esta mañana me detuve a pensar mientras desayunaba escuchando perpleja las declaraciones del Delegado del Gobierno en Andalucía, en el programa de Antena 3 Espejo Público, y me invadió la sensación de estar desprotegida al tiempo que sentí escalofríos cuando, por un momento, pensé que yo también salgo a correr como salió Laura, pero siempre he vuelto. Sin embargo, puede ser que algún día no lo haga y deban ser otras quienes me pongan voz porque algún hombre decidió silenciarme.
Ayer salí con amigxs por la noche y volví sola a casa. Desde muy lejos vi a una persona, no había nadie más en la calle.
“¿Es un hombre o una mujer?” (Si me topo con una mujer en esas circunstancias, no me resulta tan amenazante. He ahí lo que he aprendido desde pequeña: el hombre es el peligro porque, si quiere, hace de ti su víctima. Como mujer, eres vulnerable en nuestra sociedad).
“¿Qué esta haciendo?”
“¿Viene hacia mí o se está alejando?”
Eras las 02:50 horas, aproximadamente. Sentí miedo, el móvil se me había apagado y no tenía ninguna posibilidad de defenderme en caso de deber hacerlo. Todos los negocios ya habían cerrado y no veía luces en ninguna ventana.
¿Y si me hacen algo?
¿A quién pido ayuda?
Si me quiere hacer algo, nadie se iba a enterar.
Decidí coger las llaves de casa como posible arma para defenderme. Me empecé a poner nerviosa, hasta que vi a la persona andar en dirección contraria a mí, se estaba alejando. Ahí, justo en ese momento, algo en mí se hizo latente: soy una mujer que camina sola de madrugada por las calles de una sociedad machista y sólo por eso ya corro peligro.
Lo único que queda ahora es seguir luchando todxs por la igualdad entre hombres y mujeres, por nosotras y por las que ya no pueden.
“El problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres.” Simone de Beauvoir
