¿Cuál es el papel del psicólogo realmente? ¿Cómo debemos actuar?

Hace unas semanas estuvimos hablando del papel del psicólogo. Esto nos llevó a reflexionar sobre otra figura de la sociedad, los curas, y su papel en nuestra sociedad. A raíz de esta discusión paso a comentar un artículo en el cual se exponen diferentes tipos o arquetipos de psicólogo.

El artículo plantea cómo se debe estudiar la historia y estructura de la psicología desde una perspectiva clínica. Se conceptualizan cuatro arquetipos que se encuentran en la figura del psicólogo.

A lo largo de la carrera llegamos a conocer bastante bien el papel del investigador y también tratamos el clínico. Asimismo estamos en contacto con el arquetipo de profesor al acudir a clase. Sin embargo, en el artículo se propone un cuarto arquetipo el cuál fue nuestro punto de discursión, el de chamán o cura, un punto de vista más espiritual.

De forma breve me gustaría comentar que todos estos arquetipos han sido muy influyentes en nuestra profesión. Por ejemplo, en el papel médico procedente de la Grecia Clásica, observamos como abstraemos de la medicina moderna toda la estructura del lenguaje usado en la psicología profesional: diagnóstico, tratamiento y trastorno. El lenguaje influye en la forma en la que como psicólogos pensamos y practicamos nuestra profesión. En el papel de profesor encontramos la tradición sofista de la Grecia Clásica de la cual extraemos que la base de la sanación pasa a situarse en la persuasión, entendiendo la psicoterapia como el uso de la persuasión para aliviar el sufrimiento humano. El arquetipo del científico surge en la era moderna y nos permite lograr cierta independencia intelectual y sociopolítica de la religión.

Viendo que todos estos arquetipos han aportado tanto a la psicología me pregunté qué había aportado el arquetipo de cura y chamán. Este arquetipo surge del misticismo y de la fe. Lo que tienen estas figuras en común es la visión más espiritual o religiosa.

En primer lugar surge el arquetipo del chamán que se basa en el poder de la curación según la capacidad individual dada la experiencia y habilidad de contactar con el mundo espiritual. Hoy en día sigue teniendo una fuerte presencia por ejemplo en las diversas “medicinas alternativas”. En muchas culturas y sociedades tribales esta figura representa, además de los poderes curativos y espirituales, la autoridad moral y ética del grupo siendo su opinión fundamental en la toma de decisiones de quienes ejercen el poder, de los “jefes”. Normalmente esta figura también es depositaria del conocimiento y de la historia local.

En la figura del cura la autoridad proviene de lo social mediante una ordenación. Implica un cuerpo de profesionales esto puede ser una iglesia, un templo, una sinagoga o una mezquita. Este tipo de estructuras se datan de las culturas del antiguo Egipto o Sumeria. A lo largo de la historia la figura del sacerdote se ha ido vinculando cada vez más estrechamente al poder político influyendo decisivamente tanto en los aspectos sociales, de moral, valores, normas sociales, etc.

El origen místico hace que, en el afán por mantener el rigor científico, este papel sea rechazado pero considero que es necesario analizarlo en mayor profundidad.

La característica que más me llamó la atención fue lo admitido e integrado que está la figura del cura en la sociedad cuando la psicología cumpliendo un papel similar no presenta esta integración a gran escala. Incluso yo, alguien que no tiene contacto con la religión cristiana conozco su papel y su posición de respeto en nuestra sociedad.

¿Cómo podemos lograr un mayor reconocimiento? ¿La aceptación se debe a una mayor conexión personal con la figura del cura? ¿Cómo encontrar el equilibrio entre la objetividad que requiere cierta distancia y la también necesaria empatía?

En el citado artículo se apuntan algunas posibles respuestas:

“En el artículo proponen dos razones por las que son importantes esto. En primer lugar, muchas veces el psicólogo no compartirá la visión de su cliente acerca del mundo. Gran parte de la población aún sigue una religión y otra parte tiene otras creencias. Este hecho junto al gran número de religiones presentes en nuestra sociedad hace necesario como psicólogos ser más sensible, receptivo y delicado ante clientes de diferentes pasados religiosos.

En segundo lugar, hay varios puntos que unen la religión y la espiritualidad y la psicología pero el principal sería el responder ante el sufrimiento y resolver preguntas de gran importancia. El psicólogo debe tratar el estado mental y comportamental de la persona pero también se trata con los pacientes otros temas como pueden ser los valores y propósitos”.

Referencia:
— Larson, P. C. (2002). Teaching history and systems from a clinical perspective. History of Psychology, 5(3), 249–263.

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