¿Dónde se encuentra el lenguaje?

El reconocimiento de las palabras y sonidos que conforman el lenguaje es algo que adquirimos desde el útero materno, mientras se produce la formación cerebral el feto se encuentra expuesto a todo tipo de sonidos, pero principalmente se encuentra en contacto directo con los sonidos que emite la madre. Esto lo podemos apreciar cuando el recién nacido se encuentra más cómodo ante el sonido de la voz de su madre y puede reconocer entre los sonidos que ella emite cuando le habla directamente y diferenciarlo de un ruido cualquiera.

La integración neuronal del lenguaje la podemos apreciar desde el nacimiento. Durante los primeros meses de vida los niños identifican el lenguaje no verbal que emite una persona mientras habla con ellos, influyendo en su manera de reaccionar ante el mensaje que está emitiendo la otra persona. Si la gesticulación contiene una connotación negativa el bebe podrá reaccionar de manera negativa, aunque el contenido del mensaje no contenga dicha carga. Otro factor decisivo es la entonación a la hora de comprender el lenguaje, esta acompaña a la gesticulación y el contenido del mensaje; si estos entran en contradicción, se creará una confusión en el entendimiento comunicado. Todos estos factores contribuyen a la formación de marcos relacionales entre los objetos y su significado.

El lenguaje es algo que ha intrigado a la humanidad desde sus anales. ¿por qué si somos una especie que ha ido evolucionando, cómo es que somos la única capaz de comunicarnos por medio del habla y trasmitir un mensaje coherente por medio del lenguaje verbal y no verbal?. Si esto fuese lo único que nos diferencia de los animales, podríamos tomar como lenguaje un ladrido, el silbar de un pájaro o el cacareo de una gallina, al fin y al cabo, somos capaces de emitir dichos sonidos.

Sin embargo, la capacidad que verdaderamente se encarga del lenguaje no la poseemos en la garganta, si esto fuera así, podríamos decir que un loro posee una buena conversación porque repite cada palabra que escucha. Sin embargo, no la integra, no crea un marco relacional y categorial que le permita hacer relaciones que difieran del significado literal de la palabra que repite.

A principios del siglo XIX, surgieron las primeras investigaciones sobre las bases neurales del lenguaje. Los primeros que se interesaron en este campo fueron el médico Paul Broca, que determinó que los centros expresivos se encontraban en la tercera circunvolución frontal del hemisferio izquierdo, siendo en la actualidad conocida como el nombre de área de Broca, descubrió que la emisión del sonido y la comprensión de este, no eran mediados por la misma zona, atribuyendo de esta manera la funcionalidad del lenguaje al hemisferio izquierdo. El neurólogo Carl Wernicke, basándose en los estudios realizados por Broca, determinó que las imágenes auditivas de las palabras se localizaban en la primera circunvolución superior del lóbulo temporal izquierdo, que se traslada también hacia el lóbulo parietal, conociéndose en la actualidad esta zona como el área de Wernicke. Por último, Norman Geschwind propuso la existencia de una comunicación entre ambas áreas, esta conexión se ejecuta por medio del fascículo arqueado, que conecta también con el giro angular; siendo una zona de transición que se encuentra involucrada en la trasmisión de la imagen de la palabra al modelo auditivo.

Cuando se produce algún tipo de lesión en estas zonas podemos encontrarnos con diferentes tipos de patologías. Según la zona afectada produce alteraciones, las implicadas directamente con el lenguaje, ya sea de tipo comprensivo o expresivo y que son conocidas como afasias. Cuando se ve afectado el discurso, se producen trastornos de la pragmática.

Ya hemos visto las zonas encargadas del lenguaje y las consecuencias que una lesión puede causar en ellas. Pero ¿qué ocurre cuando la comunicación no puede llevarse a cabo por un trastorno como los anteriormente vistos?, ¿las personas pierden totalmente la capacidad de poder realizar una comunicación efectiva?, ¿se puede revertir este tipo de trastorno?, ¿Qué repercusión tiene este tipo de patología en la vida del individuo y su entorno?. Los sujetos diagnosticados con afasias al no poder ejecutar una comunicación efectiva, deben recurrir a otros métodos para poder intentar suplir esta deficiencia. En casos más leves como son la afasia de Broca, donde se ve afectada la capacidad de producción del habla; los pacientes deben recurrir a otro medio que no implique la producción de un mensaje para poder hacerse entender, el más común de ellos, es el dibujo. Este medio les permite expresarse sin necesidad de recurrir a las palabras. En el caso contrario tenemos la afasia de Wernicke, cuyo trastorno al verse afectado la comprensión del habla, la comunicación se ve sumamente afectada y en muchas ocasiones será imposible comprender el mensaje que se quiere trasmitir; estas personas suelen conservar la expresión facial y la entonación. De igual manera pueden señalar objetos e imágenes, suelen recurrir a una comunicación muy básica, basada en actividades cotidianas, nombres de familiares y necesidades básicas. Pero en la mayoría de los casos debe intervenir un interlocutor.

Por desgracia, este tipo de patología a día de hoy no tiene cura, el único tratamiento que se utiliza para mejorar la comunicación es la terapia. Ésta, utiliza los conocidos facilitadores o soportes alternativos de comunicación, como son los sistemas de comunicación aumentativa y alternativa, los sistemas pictográficos y organizadores de información. Por otro lado, también se puede aplicar la tecnología para ayudar en la comunicación, como son las aplicaciones digitales o los teclados con textos predictivos.

Las repercusiones que estos trastornos tienen en la vida del individuo, afectan su autoimagen, su aptitud y su productividad, difuminando de esta manera parte de su identidad personal y social. El entorno de los individuos con este tipo de patologías suele presentar actitudes poco realistas, considerando que en algún momento la persona se recuperará por completo, causado por una desinformación sobre esta alteración; este factor provoca rechazo al diagnóstico y una sobreprotección con el paciente, llegando a limitar aún más las capacidades que el sujeto intenta mantener.

En conclusión, podemos ver cómo el cerebro se va modificando a lo largo de toda nuestra vida, permitiendo integrar y producir los acontecimientos que nos rodean, por medio del lenguaje, ya sea verbal o no verbal. Pero también podemos ver cómo una lesión puede modificar nuestra manera de comunicarnos, pudiendo llegar a imposibilitar que comprendamos lo que nos rodea, perdiendo de esta manera una gran parte de lo que nos hace personas.

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