Estaba viendo un capítulo de la serie Euphoria con mi prima, cuando en una escena Jules, que es transexual, le dice a Rue que es más fácil ligar con hombres homosexuales que con hombres heterosexuales aunque estos últimos son los que más le atraen.
Al escuchar esto dije: “obviamente, porque a los hombres heterosexuales solo les atrae el sexo opuesto”
A lo que mi prima responde diciendo: “ no necesariamente, se puede ser heterosexual y tener relaciones con personas de su mismo sexo, porque desde el punto de vista homosexual el sexo y el género son dos cosas que no importan, todo se mezcla y cae en el dominio de la homosexualidad. Pero en el caso del mundo hetero el concepto es más rígido.
Entonces no comprendía por qué, si tienen tantas etiquetas, quieren incluir características en la definición de heterosexualidad que están claramente presentes en otras categorías. Mi prima defendía su argumento asegurando que ver el mundo hetero con la misma flexibilidad que el mundo homosexual, es una forma de romper con la heteronormativad.
Hago referencia a esta conversación, porque en aquel momento me parecía surrealista que solo cambiar una definición pudiera tener tales efectos a nivel social. Casualmente en clases de lenguaje estábamos estudiando la Teoria de los Marcos Relacionales (TMR) de Hayes y entonces comencé a cuestionarme hasta qué punto esto tendría sentido.
Si tenemos en cuenta las propiedades del lenguaje que nos plantea la TMR la idea de cambiar la definición de hetero, ya no es tan descabellada.
Para todos es sabido que tradicionalmente ser heterosexual se asocia a la normalidad, a lo correcto, lo que debe ser, lo natural, sin embargo todo lo que esté fuera de esta definición( LGTBQ+) ha sido sinónimo de exclusión y rechazo.
Entonces eso nos lleva a la pregunta: ¿cómo mantenerte en una zona “segura” es decir seguir siendo heterosexual y a la vez, sentirte libre de vivir tu sexualidad sin ser juzgado?
Recientemente he escuchado el término Heteroflexible, para describir a una persona heterosexual que ocasionalmente tiene prácticas homosexuales siendo que su preferencia sexual es la heteresexual.
Salta a la vista que este nuevo término no es como los anteriores, su objetivo no es la visibilidad de esta población, su objetivo es la inclusión, pues básicamente ser heteroflexible, es lo que te permite seguir siendo Heterosexual, y por lo tanto “normal” y a la ves tener una mente abierta y la aceptación de una sexualidad propia, pudiendo mantener relaciones con cualquier persona independientemente de su género.
Por otro lado tambien logra que quede un poco desfasado y en desuso el concepto de Heterosexual tal y como lo entendemos hoy, por ello no me extrañaría que en un futuro (no muy lejano), los que mantengan esta postura sean vistos como tradicionales, antiguos y sean los rechazados, a fin de cuentas, tal y como mi prima dijo en aquel momento, es una estrategia eficaz para desmontar la heteronormatividad desde la base.
Si visualizamos estos conceptos no solo como una fusión sino también como una escala, como lo planteó el Zoologo Alfred C. Kinsey, en los años 40 y 50 también se estaría propiciando la inclusión y normalización.
Recientemente se ha visto la evolución sobre la sexualidad y los roles de género. En nuestra generación, llamada generación Z, ha habido una marcada disminución en la adhesión a un género binario y un aumento de personas dispuestas a explorar su sexualidad .
Esta apertura hacia diferentes tipos de parejas sexuales y refleja el fenómeno cada vez más común de que los miembros de la generación Z no buscan necesariamente su “uno y único”; sino varias personas para satisfacer diferentes necesidades, ya sean románticas, sexuales o algo más.
Entonces se puede afirmar, haciendo una analogía con el título de este artículo (“dame un punto de apoyo y movere el mundo”, Arquímedes) :“Cambia una definición y cambiarás el mundo”.