Defusión cognitiva: Creando mi propia metáfora.

La defusión cognitiva es uno de los principios que conducen a la flexibilidad psicológica, que a su vez es uno de los principales objetivos a conseguir con la Terapia de Aceptación y Compromiso (inciso: a la flexibilidad psicológica ya le dediqué una historia en esta plataforma).

Según Harris (2006), la defusión cognitiva consiste en reducir la tendencia a cosificar o materializar los pensamientos, imágenes, emociones y recuerdos. Además, Hayes (2014) propone que la defusión cognitiva es lo contrario a la fusión cognitiva. Pero, ¿qué significa eso? ¿qué quieren decir estos autores?

El término fusión cognitiva hace referencia a cuando nos fusionamos con nuestros pensamientos. Es decir, cuando nos identificamos con nuestros pensamientos, cuando creemos que nuestros pensamientos son la realidad, cuando nos encerramos en nuestros pensamientos… Nos estamos fusionando con nuestros pensamientos. El concepto defusión cognitiva propone desfusionarnos de nuestros pensamientos. Consiste en tomar distancia a la hora de observarlos, en crear un espacio entre lo que somos y nuestros pensamientos para entender que nuestros pensamientos son simples palabras, frases, recuerdos o imágenes.

Descubrir y entender estos términos fue muy revelador para mí, incluso me provocó cierto alivio. Por ello, me gustaría desarrollar y reflexionar sobre el concepto de defusión cognitiva.

Para poder asimilar e integrar esta idea, decidí inventar mi propia metáfora. No con la intención de crear una gran metáfora, sino con la finalidad de que sea mi propia metáfora, adaptada a mí, para así poder usarla cuando me fusione con mis pensamientos:

Armario -> mente.

Ropa -> pensamientos.

  • Los pensamientos y la ropa van y vienen. Son temporales.
  • Tenemos un armario más o menos lleno de ropa: Ropa nueva, ropa vieja, ropa que ya no nos ponemos, ropa que nos ponemos demasiado, ropa muy parecida… También nuestra mente está llena de todo tipo de pensamientos. Nosotros tenemos la capacidad de elegir qué prendas de ropa nos ponemos, del mismo modo que podemos escoger en qué pensamientos nos centramos.
  • Los pensamientos son solo pensamientos, igual que la ropa es solo ropa. Muchas veces, le damos demasiada importancia a la ropa, dotándola de ideología política. Es cierto que muchas veces este estereotipo se cumple. Pero no deberíamos reducir la complejidad de una persona a su ropa ni juzgarla por ello, ya que la ropa no te define. Asimismo, tus pensamientos no te definen, no eres solo tus pensamientos. Los pensamientos son simples palabras, frases, recuerdos, imágenes… Y la ropa es simplemente ropa.
  • Tenemos ciertas prendas en nuestro armario que son recurrentes, que nos ponemos más que otras. Al igual que tenemos pensamientos automáticos, obsesivos, que son más frecuentes y repetitivos en nuestra mente. Muchas veces nos encerramos en estos pensamientos, olvidando que podemos centrarnos en otros.
  • A veces nuestro armario está tan lleno de cosas, tan desordenado que ni siquiera podemos ver las prendas de ropa que tenemos. Asimismo, muchas veces tenemos tantos pensamientos a la vez que se cruzan y se lían, siendo incapaces de verlos con claridad. Ahí es cuando debemos tomar distancia para observarlos:

No te creas tus pensamientos.

Bibliografía.

Harris, R. (2006). Embracing Your Demons: an Overview of Acceptance and Commitment Therapy. Psychotherapy in Australia, 12(4), 2–8.

Hayes, S.C., Strosahl, K.D., Wilson, K.G. (2011). Acceptance and Commitment Therapy, Second Edition: The Process and Practice of Mindful Change. New York, USA. Guilford Press.

Hayes, S., Strosahl, K., Wilson, K., & Álvarez, R. (2014). Terapia de aceptación y compromiso: proceso y práctica del cambio consciente: mindfulness. Desclée de Brouwer.

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