DOLOR Y SUFRIMIENTO

Dolor, -ōris. 1. m. Sensación molesta y aflictiva de una parte del cuerpo por causa interior o exterior.

Sufrimiento: 1. m. Padecimiento, dolor, pena. 2. m. Paciencia, conformidad, tolerancia con que se sufre algo.

Si nos centramos en las definiciones que ofrece la RAE sobre dolor y sufrimiento podemos encontrar que, aunque son muy parecidas y muy interrelacionadas, vemos que tienen diferencias.

Lo que más me llama la atención de la definición de sufrimiento es la “tolerancia con la que se sufre”. Esto le da un toque muy subjetivo y personal, no todos sentimos de la misma manera ni aguantamos hasta el mismo punto, lo que me recuerda a una frase de una canción que dice “cada uno siente su dolor como algo inmenso”. Y de eso entiendo que trata el sufrimiento, de cómo y cuánto sentimos.

Leyendo algunos artículos, que dejaré los enlaces en las referencias, encontré otra diferenciación entre dolor y sufrimiento que también me pareció interesante:

“Si bien el dolor tiene un origen físico, el sufrimiento atraviesa toda la estructura antropológica del ser humano, tanto la psicofísica, como la psicoespiritual. Es el cuerpo el que siente el dolor, pero es la persona la que lo sufre.”

En este sentido, podría entrar otra pregunta en juego, ¿es cierto que el sufrimiento es opcional? Si viene en cada uno, ¿podemos decidir sufrir o no? En mi opinión, no creo que sea del todo cierto. Si es verdad que podemos aprender a gestionar nuestras emociones y el grado en que nos afecta y, por ende, tener un mayor control sobre nuestro sufrimiento. Sin embargo, cuando algo nos hace daño, física o emocionalmente, no podemos evitar que lleguemos a sufrir por ello.

Existen distintos tipos de sufrimiento, pero voy a centrarme en diferenciar dos que mencionan basándose en la antropología Biocultural: el sufrimiento físico, ese que sustenta el dolor en una base biológica; y el sufrimiento social, causado por la ausencia de sentido vital, tristeza, incomprensión, desorientación, miedo, inseguridad,…

De igual manera, existen distintas formas de expresar ese sufrimiento. Incluso el sufrimiento social muchas veces tiene una expresión física, como cuando nos duele la barriga porque estamos muy nerviosos por un examen. Y expresarlo es parte fundamental para su recuperación.

Me gustaría terminar reflexionando con otra frase que leí que dice: “sufrimos cuando nos negamos al dolor”. Viene un poco en la línea de lo que comentaba, si oprimimos ese dolor, si lo negamos, iremos poco a poco aumentando nuestro sufrimiento. Hay que darle un espacio al dolor para que pueda sanar y hay veces que tenemos que crear nosotros mismos ese espacio.

Invito a todas y todos a comentar qué piensan y qué formas creen que puede haber de expresar el sufrimiento.

Referencias:

Antón Hurtado, F. (2018). Antropología del sufrimiento social. Antropología Experimental, (17). https://doi.org/10.17561/rae.v0i17.3777

Pavón Batle, R. (2018). No es lo mismo dolor que sufrimiento. Barcelona. Salud Emocional.

https://www.rosabio.com/products/el-sufrimiento-es-el-dolor-reprimido/

https://www.psicoemocionat.com/el-dolor-es-inevitable-el-sufrimiento-opcional/