Patricia Ais
Psicología del Lenguaje — ugr
2 min readDec 2, 2020

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EJERCICIO SOBRE METÁFORAS PERSONALES.

Tras el ejercicio grupal propuesto en clase acerca de la Lectura de metáforas conceptuales, se hicieron grupos de 3 personas con el fin de conversar entre nosotros y así desarrollar sensibilidad, emociones y/o sentimientos a través de la búsqueda de posibles metáforas personales.

Al comienzo del ejercicio, a ninguna de las tres integrantes se nos ocurría un tema de conversación que pudiese resultar interesante o significativo. No obstante, una de nosotras se animó y relató un evento algo traumático con un gato de pocos meses de vida. Ante esta situación, considero que el resto empatizamos con ella y, tras realizar varias preguntas, contamos anécdotas similares que nos habían ocurrido a nosotras con el objetivo de demostrar que es algo que puede llegar a ocurrir y que no había sido culpa suya.

En cuanto a las metáforas, percibimos varias:

La primera de ellas fue ``se le fue la pinza´´, en este caso, y según la Teoría de las metáforas conceptuales (Lakoff, G y Johnson, M., 2012) así como la Teoría de los Marcos Relacionales, las proyecciones o asociaciones que realizamos con este término, se corresponden principalmente con desconexión, locura, comportamiento anómalo, etc.

Una metáfora personal que apareció a lo largo de nuestra conversación fue la siguiente: ``fue como sentirme una asesina´´, atribuyendo al término asesino asociaciones como dañino, perjudicial, inhumano. En esta ocasión, a través de esta metáfora, ambas percibimos un sentimiento de culpabilidad, aflicción y frustración, por lo que optamos por mostrar empatía y relatamos situaciones similares vividas, demostrando así que son cosas que se escapan de nuestro control y que debemos aceptar.

Finalmente, nos percatamos de la metáfora `` estiró la pata´´. Este disfemismo es asociado por la mayoría de personas con términos tales como fallecer, pasar a mejor vida, entre otros. En esta ocasión, percibí que a través de este disfemismo trató de quitar importancia a la situación y de expresar impotencia y remordimiento.

En último lugar y ante la pregunta de si ha servido de algo o nos ha ayudado la conversación que mantuvimos, yo diría que sí. Tras reflexionar acerca de ello llegué a la conclusión de que somos capaces de llegar a empatizar incluso con personas con las cuales no tenemos un vínculo directo, captando de igual forma sus emociones y sentimientos.

Considero además que, inconscientemente, llevamos a cabo la Terapia de aceptación y compromiso, dado que nuestro objetivo principal a lo largo de toda la conversación fue precisamente relatar cómo nos sentíamos ante ciertas situaciones , aceptando de esta forma que hay ciertas situaciones que ya no pueden llegar a modificarse y que, el hecho de culpabilizarse o evitar hablar del tema, no es la conducta de afrontamiento más indicada para hacer frente al problema.

Desde el punto de vista de la pragmática del lenguaje, analizando la conversación que mantuvimos considero que cumplimos con el Principio de Cooperación, así como con la mayoría de máximas (especialmente la máxima de relación), exceptuando la máxima de cantidad, dado que en ciertos momentos ofrecimos más información de la necesaria (datos biográficos, mención de personas secundarias o ajenas al tema de conversación, etc)

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