“El amigo de mi enemigo, es mi enemigo” — Un análisis del lenguaje de Juego de Tronos (Parte I)

Juego de Tronos se ha convertido en un fenómeno mundialmente conocido. Las escenas de violencia, sexo y traiciones de la obra han cautivado a millones de espectadores y lectores en todas partes del planeta. Un mundo ficticio, pero muy humano y real.

Gran parte del éxito de esta obra se ha debido, precisamente, al lenguaje tan humano y verosímil que los distintos protagonistas utilizan.

Un lenguaje interno sobre sus pensamientos y preocupaciones, bélico durante las batallas y agresiones, persuasivo a la hora de convencer aliados o intimidar potenciales enemigos…

Y es que, en Juego de Tronos el lenguaje lo es todo.

Como parte del trabajo final de la asignatura, me he propuesto analizar cómo los distintos protagonistas de la obra utilizan el lenguaje para alcanzar dos objetivos: Sobrevivir y Llegar al poder.

Que son, de hecho, las dos grandes metas sobre las que gira la trama de cada uno de los personajes, en sus diferentes circunstancias. Y justificar cómo el uso del lenguaje supone un factor decisivo para tener éxito o fracasar en estas metas.

Dividiré este análisis en varias partes, donde cada artículo se centrará en examinar un aspecto diferente del lenguaje en la obra. En esta primera entrada, utilizaremos la Teoría de los Marcos Relacionales (TMR) para enmarcar cómo las distintas facciones de Juego de Tronos entienden su mundo, que nos servirá de base para el resto de artículos.

-Nota: los artículos de este trabajo contienen spoilers de los primeros 2 libros/temporadas de Juego de tronos. Si tienes planeado empezar la obra, te recomiendo verla antes de leer las siguientes entradas.

El amigo de mi enemigo es mi enemigo

El mundo de Juego de Tronos está ambientado en una Edad Media ficticia, donde la tierra de los Siete Reinos se reparte en feudos, gobernados por Casas de nobles. Cada una de las Casas representa una facción, con sus propias ambiciones y obstáculos que reflejan la búsqueda de sobrevivir y/o llegar al poder.

Los nobles de Juego de Tronos se encuentran en un mundo tremendamente complejo, donde cada una de las Casas se relaciona con las otras. Algunas de ellas pueden ser aliadas entre sí, y sus vasallos ayudarse. Otras Casas pueden ser enemigas, e identificarlas es fundamental para protegerse de su amenaza.

Los aliados nos ayudan a sobrevivir y llegar al poder, mientras que los enemigos pretenden acabar con nosotros.

Vamos a poner un ejemplo más concreto.

Imaginemos que somos la Casa de los Lannister (representado por el blasón del león), y llega el punto en que nuestras metas entran en conflicto con la Casa de los Tully (representada por el blasón del pez).

En este momento, nosotros como Lannister identificamos a los Tully como “enemigos”, y establecemos una relación directa con ellos:

Hasta aquí todo fácil de entender. Sin embargo, la realidad es más compleja que una relación directa como esta. Y es que, nuestros enemigos como Lannister también tienen sus propios aliados y enemigos, de los cuales hemos de ser conscientes.

En este ejemplo, los Lannister no han tenido ninguna relación directa con los Arryn (representados por el blasón del águila). En principio, no deberían saber si esta Casa es aliado o enemigo suyo.

Pero según la TMR, los humanos somos capaces de abstraernos y crear relaciones derivadas con entidades con las que no hemos tenido una experiencia directa.

En este caso, los Lannister sabemos que los Tully son enemigos, y que los Arryn son aliados de los Tully. Si esto es así, los Arryn son enemigos nuestros, ya que comparten las mismas metas de su aliado que se contraponen a nuestras propias metas. El amigo de mi enemigo es mi enemigo.

Y al igual que entiendo que los Arryn son mi enemigo, también infiero que los Arryn me ven a mí, los Lannister, como su enemigo. Sería una forma también de ejemplificar el funcionamiento de la Teoría de la Mente en Psicología, nuestra capacidad de entender qué piensa y sabe el otro.

Sin embargo, todo esto se complica aún más sabiendo que, en el mundo de Juego de Tronos, hay 7 Grandes Casas que luchan entre sí. Y el resultado de estas relaciones directas y derivadas (desde la percepción de los Lannister), quedaría algo así:

Esta sería una aproximación de cómo se encontraban las relaciones entre las Grandes Casas al final de la 1ª temporada de Juego de Tronos.

Como puedes ver, son muchas relaciones que establecer y de las que acordarse. Es un mundo muy complejo (más aún si sumamos las Casas Menores), con lo que en la obra se establecen Alianzas, que nos ayudan a agrupar estas relaciones para simplificarlas.

Amigos y enemigos en la vida real

Todo lo que hemos visto hasta ahora con el ejemplo de Juego de Tronos también se aplica en la vida real.

Como humanos, estamos constantemente derivando relaciones con otros individuos y grupos para comprender si son amigos o enemigos. Si son personas de confianza que nos ayudarán a alcanzar nuestras metas, o si son potenciales amenazas de las que debemos protegernos.

Un caso concreto, que seguro muchos de nosotros hemos vivido, se da cuando nos presentan por primera vez al amigo de un amigo. Imagínatelo, Juan (nuestro amigo) nos presenta a Mario (un desconocido), ¿cómo verías tu relación con Mario en ese momento?

No conocemos de nada a este chico, pero como es amigo de Juan, con quien nos llevamos bien, inferimos que Mario ha de ser de confianza. Antes siquiera de interactuar con él ya estamos derivando una relación de amigabilidad.

Sin embargo, imagínate que poco después Juan se pelea con Mario y no quieren volver a verse. En este momento, Juan (nuestro amigo) tiene una percepción negativa de Mario (conocido), y establecen una relación de enemistad.

Sin ser conscientes de ello, nosotros también estaremos derivando una relación de enemistad con Mario, ya que (en principio), parecería incompatible tener un amigo que fuera enemigo de otro amigo.

Y es que, como veremos a lo largo de estos artículos, todo el análisis del lenguaje que podemos aplicar a Juego de Tronos también lo podemos traer a la vida real. Y entender así mejor nuestro mundo para solucionar los problemas humanos y psicológicos a los que nos enfrentamos a diario.

¡Y hasta aquí la primera entrada de este trabajo! En el siguiente capítulo centraré el análisis en la importancia del lenguaje interno en Juego de Tronos, y veremos algunos ejemplos concretos de personajes sobre cómo lo utilizan para tener éxito o fracasar en sus metas.

--

--