Vivimos en una sociedad rodeada de signos que nos transmiten un mensaje, la mayoría de veces a través de un lenguaje visual.
El arte urbano o callejero hace referencia al arte que se desarrolla en la calle, que queda plasmado en paredes de edificios, en los bancos de un parque o en las persianas de los negocios. Tanto el graffiti como los murales representan una forma de expresión, una comunicación a través de un lenguaje artístico y visual.
En ambos artes se intentan manifestar o reivindicar las necesidades o las preocupaciones que la sociedad tiene. A través del arte en las paredes de las calles, la población quiere hacer conciencia a los demás de las injusticias “percibidas por uno mismo” que hay en el entorno que le rodea.
Muchas personas piensan que los graffitis o los murales pintados en las calles son consecuencias de actos vandálicos, no perciben el mensaje que hay detrás de cada línea dibujada. Por desgracia no es el pensamiento de unos pocos, sino de la mayoría de la sociedad, por lo que hace que el acto de “ensuciar las calles” sea penalizado como ilegal por la comunidad.
Con el grafitti, lo que se intenta es transmitir un mensaje o una idea en forma de protesta o reivindicación, a través de una manifestación claramente visual y que generalmente suele ser anónima.
En cuanto al arte del mural, suele tener un carácter más decorativo y educacional ya que, también se intenta transmitir un mensaje - la realidad de la sociedad en la que vivimos - pero de manera que a través de la imagen sea más entendible para todos.
En ambos tipos de Arte Urbano hay un lenguaje tanto visual como artístico, que permite difundir las ideas o los pensamientos de la población a través de la belleza del arte.