El cine como herramienta terapéutica
A través de diferentes post hemos hablado de la utilidad del cine para la consecución de diferentes fines, como el cine propagandístico. Pues bien, otro gran ejemplo de la utilidad del cine es su uso en terapia. Sí, el cine como herramienta terapéutica. En una primera aproximación puede aparentar ser un método bastante vago o impreciso. Sin embargo, si nos adentramos en un análisis más profundo pronto saldrán a relucir las ventajas de su uso. Vamos a ir analizando dichas ventajas punto por punto.
-Relación terapéutica. Es bien sabido que la relación entre cliente y terapeuta es un punto clave para el éxito de la terapia. De hecho, explica el 30% de la varianza del cambio del cliente (Lambert, 1992). El cine puede ser un agente para afianzar la relación, ya que sitúa a ambos participantes a un mismo nivel eliminando el aspecto autoritario del terapeuta. Ambos son testigos de una misma historia, sumiéndose posteriormente en un diálogo constructivo acerca de la película que acorta el distanciamiento entre uno y otro. En palabras de Berg-Cross, Jennings y Baruch (1990) el cine fortalece la alianza terapéutica “por crear un puente común de entendimiento entre la angustia del cliente y la empatía del terapéutica”.
-Las metáforas. Toda obra filmográfica está repleta de metáforas, lo que permite explicar contenidos difíciles a través de imágenes sencillas o cotidianas. Esa capacidad de asimilación del lenguaje ha sido ampliamente utilizada en terapia, y el cine nos proporciona grandes ejemplos que permiten tratar temas difíciles para el cliente, o temas que rehúyen con mayor comodidad. Las películas tienen un impacto más a nivel emocional que racional, resultando en la reducción de la represión y otros mecanismos de defensa, además de permitir tratar de forma indirecta material que de otra forma sería difícil acceder. Es por tanto de vital importancia elegir bien la película, ya que ha de representar aspectos de la vida del paciente de manera indirecta y pragmática. Si el paciente se ve agresivamente reflejado puede poner en marcha mecanismos de defensa y cerrarse aún más.
-A través de la identificación del cliente con algún personaje o situación, se puede crear un sentimiento de esperanza y motivación. Además, dicha identificación ayuda a reforzar la identidad y a entender más la mente de los demás. Estas historias generan un entrenamiento para la vida social. Contribuye por tanto al desarrollo de la denominada “Teoría de la mente”. Cómo vemos no solo ayuda al individuo a desenmascarar sus problemas y entenderlos, sino que le aporta modelos para su interacción con el mundo social. Es crucial que los personajes de la película aparezcan resolviendo el problema.
-Comodidad de la herramienta. Mandar al cliente a ver una película puede ser mucho más motivador que mandarlo a leer o a realizar autoregistros. Es una tarea menos tediosa y con la que el cliente, seguramente esté familiarizado ya que hoy en día la mayoría de personas se desenvuelven bien con el lenguaje cinematográfico.
Sin embargo, hay que ser muy cautos en la elección de la obra. Ha de ser sutil y proporcionar una identificación del paciente con la misma. Por ejemplo, si el paciente tiene problemas de adicción es mala idea ponerle una película como 28 días, en la que los protagonistas abusan de drogas repetidas veces. En lugar de ello habremos de buscar una representación figurativa del problema, como la ofrecida en Entrevista con el Vampiro, en el que la sangre sería la sustancia y se aprecian las negativas consecuencias del abuso en la vida de los protagonistas. Para seleccionar una película, hay que analizarlas desde un punto de vista terapéutico, centrándonos esencialmente en los significados sobre personas y las relaciones sociales. Además los personajes deben de resolver el problema que les ocupa. El terapeuta ha de alentar al paciente para que encuentre similitudes entre la situación del personaje y su situación personal, que identifique pensamientos, emociones y conductas de dicho personaje, si estas son similares a las suyas, si el personaje está haciendo un correcto afrontamiento del problema… En definitiva, la meta es conseguir la identificación del cliente con uno o varios personajes y a partir de ahí buscar una solución al problema, sabiendo que no es el único que sufre dicha situación y que no debe de perder la esperanza.
Mora, David & Garcia-Martínez, Jesús. (2011). El trabajo con películas en psicoterapia. Revista de Psicoterapia. 22. 5–20.
https://www.psyciencia.com/el-cine-y-las-series-como-herramienta-psicoterapeutica/
Escrito por:
Pilar Aguilera Carrillo
Inmaculada Ballesteros Macías
Nuria Cruz García
Belén Conejero Úbeda