El discurso de miedo de los Testigos de Jehová
En este tercer post he decidido investigar sobre un grupo religioso muy controvertido extendido por todo el mundo, pero a la vez rechazado por mucha gente. Me refiero a los Testigos de Jehová; para algunos, religión, y para otros, secta; pero del cual la mayoría de gente que nunca ha estado en contacto con uno de ellos sabe en qué creen y cómo son sus vidas.
En primer lugar, el origen de los Testigos de Jehová remonta al siglo XIX. Fue Fundada por Charles Taze Russell, en Brooklyn, Nueva York, en el año 1872. Era un comerciante que, sin tener conocimientos de filosofía, ni de teología, ni de idiomas bíblicos, manifestó que nadie hasta entonces había entendido la Biblia. En 1870, a los 18 años, organizó una clase bíblica en Pittsburg. Más tarde, fue coeditor de “El Heraldo de la Mañana” y hacia 1884 se hizo cargo de la publicación y la rebautizó como “La Atalaya anunciando el Reino de Jehová” y fundó la Sociedad de Tratados Atalaya de Sión. (Martón, 2013). Fue en 1931 cuando se cambió el nombre de la organización a Testigos de Jehová (Carrillo, 2016) y se fue extendiendo a lo largo del tiempo por todo el mundo, hasta nuestros días.
Como vemos, los Testigos de Jehová basan sus creencias en la Biblia, por tanto, podríamos pensar que son lo mismo que la religión católica. Sin embargo, existen diferencias, ya que no creen en la existencia de la Santa Trinidad, sostienen que Jesús no murió en la cruz, sino en una estaca, puesto que la cruz es un símbolo pagano, el alma deja de existir con la muerte, no existe el infierno, entre otras (Martón, 2013).
En cuanto al día a día, algunas de sus “reglas” son: el rechazo al voto, al saludo de la bandera, a cantar el Himno Nacional, no permiten la celebración de la Navidad, de los cumpleaños (Carrillo, 2016), las transfusiones de sangre (Casas-Martínez, 2010), solo aprueban el divorcio cuando se ha producido una infidelidad, deben salir y casarse con otro Testigo de Jehová, no aprueba el sexo antes del matrimonio y solo se permite la heterosexualidad.
Por tanto, la vida de un Testigo de Jehová gira en torno a los principios bíblicos. Deben ser personas honestas, sencillas, sobrias, recatadas y estrictas; buenos ciudadanos y demostrar su esfuerzo por obedecer lo que la Biblia dicta (Carrillo, 2016).
Y ahora que conocemos más las creencias y el modo de vida de los Testigos de Jehová, ¿por qué acaba convirtiéndose una persona?
En primer lugar, una razón para convertirse puede ser la incertidumbre. Según Fortuny (1998:90), “para la mayoría de los conversos, el catolicismo forma parte del mundo de incertidumbres y de las medias verdades que ya no les garantiza el acceso a un sistema de vida ordenado que les indique en forma precisa y clara qué pasos seguir en lo cotidiano, cuál es el comportamiento correcto y qué cosas están prohibidas; un sistema de reglas explícito, que (…) les ofrezca un conocimiento lógico y coherente, accesible a todos, en el cual no queden enigmas.”
Una vez conocida una posible razón de esta conversión, ¿cómo se produce más concretamente el proceso de captación y conversión?
En primer lugar, es importante destacar la diferencia entre los que nacen dentro de la organización (los más puros, porque no han visto otra cosa) y los que se convierten (“los que vienen del mundo” contaminados por los “ideales del mundo”) (Alesya, 2019). Por tanto, los que son captados son “los que vienen del mundo” y según testimonios de personas a las que han tratado de captar “muchas personas se han metido a Testigos de Jehová debido a esa labor de captación que tienen, que es muy fuerte”. Según ellos, “te ven por la calle y te dan un folleto y pasan a tu casa y tratan de llamarte 1 y 100 veces” (entrevista a ciudadanos de Ajalvir donde se encuentra la sede de los Testigos de Jehová en España, Equipo de Investigación).
Cuando te convencen para comenzar con los “estudios de la Biblia”, sin que te des cuenta y poco a poco, pasas de dedicarle unas pocas horas semanales a unas 16; es decir, todo el tiempo libre que tengas; entre predicaciones, horas de reuniones, horas de preparación de las mismas y estudios de familia, según Enrique Carmona, ex testigo de Jehová. Según Alesya, “nunca eres suficiente para ser un buen Testigo”: las horas de predicación y las revistas que se venden se apuntan voluntariamente en un formulario de la congregación que se entrega a final del mes; las donaciones, también voluntarias, es recordada su necesidad en casi todas las reuniones, debes ser moralmente intachable porque de lo contrario no estas agradando a Jehová y puedes ser expulsado de la organización. Por tanto, según Enrique Carmona, no hay un perfil que tenga más predisposición a ser captado por los Testigos de Jehová, tan solo el miedo; en concreto, el miedo a la muerte es lo que hace que la gente se convenza. Según él, la organización gestiona esos miedos con frases como: “no eres agradable a Jehová”. Además, también cuenta que toda esta presión, junto con el alto estrés que genera la llegada del Armagedón (el fin del mundo, que según ellos está muy próximo y que destruirá a todos aquellos que no sean Testigos), provoca altos niveles de ansiedad en los Testigos, hasta el punto de vivir con una mochila llena de víveres detrás de la puerta de sus casas para cuando llegue. Sin embargo, cuesta mucho tomar la decisión de salir de la organización. Para Enrique Carmona son tres las razones por las que un Testigo no la abandona:
- Ser un Testigo convencido, por tanto, no quiere salir de la organización.
- Tener miedo, sobre todo, a dejarlo todo atrás: familia, amigos…, ya que aquella persona que sale o es expulsada de Testigos de Jehová esta “muerta” para los Testigos y no le hablarán nunca más ni le saludarán.
- La comodidad, que suele darse en personas mayores.
Por tanto, para Laia Santander, ex Testigo de Jehová, nos encontramos ante una “secta coercitiva de alto control mental” donde se produce “una violación en todo concepto de los Derechos Humanos básicos”. Por su parte, Enrique Carmona, la define como “secta peligrosa” al no aplicar los artículos 18 y 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y al atentar contra la vida y producir la rotura de numerosas familias (los que continúan siendo Testigos pierden todo contacto con lo que salen de la organización).
Para terminar, me gustaría enlazar con mi primer post introductorio “Cuando el liderazgo se vuelve peligroso: líderes de sectas” donde se expusieron los métodos y técnicas que usa el líder de una secta para conseguir y mantener adeptos de Musacchio (2000). Si lo leéis, podréis comprobar por vosotros mismos si Testigos de Jehová puede ser considerada un secta o no.
Bibliografía.
Carrillo, M. E. (2016). Religiones Protestantes en la Ciudad de Cuenca desde 1990 y su Impacto en la Sociedad Cuencana: Un Análisis de las Estructuras Religiosas, Principios y Métodos de Enseñanza de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Testigos de Jehová e Iglesia Cristiana del Verbo. Tesis. Recuperado de http://dspace.ucuenca.edu.ec/handle/123456789/23949
Casas-Martínez, M. L. (2010). Análisis bioético del embarazo en testigos de Jehová y el rechazo transfusional. Cuadernos de Bioética, 21 (3), 327–339. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=87518698003
Equipo de Investigación, (2019). Testigos de Jehová. Recuperado de: https://www.dailymotion.com/video/x74bk29
Fortuny, P. (1998). Los Testigos de Jehová: una alternativa religiosa para enfrentar el fin del milenio. Religiones y Sociedad, (4), 79–94. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13708304
Martón, C. (2013). El origen de algunas expresiones cotidianas. Buenos Aires: Turmalina.
Musacchio, A. (2000). Otra adicción: las sectas y su logro de inducir a dependencia y servidumbre. Revista Argentina de Clínica Neuropsiquiátrica, 9(2). Recuperado de http://alcmeon.com.ar/9/34/Musacchio.htm
Testigos de Jehová, (2014). Testigos de Jehová por todo el mundo. Recuperado de: https://www.jw.org/es/testigos-de-jehov%C3%A1/por-todo-el-mundo/ES/
