El gusto por el miedo.
Las sensaciones asociadas al miedo no acostumbran a estar asociadas al placer, sino más bien al contrario: el miedo es producido por una respuesta fisiológica que aparece cuando las posibilidades de ver nuestra vida amenazada por algún peligro son relativamente altas y, por lo tanto, aprendemos a evitarlo. Sin embargo, en el cine la gente invierte dinero y tiempo en ser expuesta a situaciones que producen terror. ¿Por qué ocurre esto? Personalmente no me gustan las películas de miedo y es por ello que he decidido investigar un poco sobre los motivos del gusto por este género.
Como se ve en la imagen-resumen de abajo, existen múltiples razones que pueden explicar los motivos por los que a las personas les gustan tanto las películas de miedo: razones fisiológicas, por la sensación de miedo controlado, porque algunas personas necesitan estímulos más fuertes para conseguir mayor activación o excitación, etc. En este post nos vamos a centrar principalmente en 2 teorías.
Toda narración incluye una trama y unos personajes. El fin último de los guionistas es conseguir un argumento que enganche, así como lograr que el espectador pueda ponerse en el lugar del personaje y empatizar.
Teoría Disposicional: tras las primeras escenas, el espectador adjudica el papel de bueno/malo y organiza las expectativas de qué va a ocurrir. Se crean disposiciones afectivas que hacen que los personajes “buenos”, a los que les ocurren desgracias, se ganen la compasión y empatía del espectador, se desea que le ocurran cosas buenas y se tema ante lo malo. Pero si la disposición afectiva es negativa, se espera que los actos negativos tengan sus pertinentes consecuencias (ej: el asesino en serie de la película). Es un principio de justicia, al bueno cosas buenas y al malo lo peor.
En este sentido, la atracción hacia estas películas viene dada por su resolución, su final. A lo largo de la trama se generan expectativas de cómo debería acabar cada personaje por lo que cuando se resuelve, nos produce placer, nos alivia. El final de las películas logra satisfacer la angustia generada por las expectativas, cumpliendo ese final que esperábamos. Un ejemplo de esto es en “Scream” donde se mantiene a la misma protagonista a lo largo de las secuelas, manteniendo la empatía y una disposición afectiva positiva hacia ella y la expectativa de que sobreviva. O en “Carrie”, que se desarrolla tal empatía con la protagonista que ni juzgamos su acto final.
Paradigma de la Transferencia por excitación: según Dolf Zillmann es “la acumulación de la activación fisiológica que se produce después de cada evento excitante”.
A medida que avanza la película se genera malestar empático que desencadena una activación fisiológica (aumento de la presión sanguínea, ritmo cardiaco y respiración, así como producción de hormonas como la Adrenalina o la Dopamina que se mantienen durante un periodo de tiempo prolongado, es decir, no se dejan de producir de golpe). Esta activación se incrementa por la combinación de los problemas del protagonista con la esperanza de que ocurran nuestras expectativas iniciales: queremos que ocurran cosas buenas a la vez que solo ocurren malas. El miedo y la tensión va a ir aumentando progresivamente, como la activación fisiológica.
No es hasta el final de la película cuando se elimina esta tensión siendo sustituida por el alivio y la relajación, pero en ese momento nuestra activación fisiológica y la producción de hormonas continúan en funcionamiento lo cual hace que acabemos asociando esta sensación de “satisfacción”, “alivio” con la experiencia de ver la película de miedo y es por ello que acaba gustando ver este tipo de filmes.
Pero no solo la empatía o la tensión hacen que guste este género, hay características propias de estos filmes que contribuyen a ello:
Realizado por Belén Conejero, Pilar Aguilera, Inmaculada Ballestero, Nuria Cruz.
Bibliografía:
https://psicologiaymente.com/psicologia/por-que-gustan-peliculas-terror
https://www.psicoactiva.com/blog/peliculas-de-miedo-por-que-nos-gustan/
https://lamenteesmaravillosa.com/el-paradigma-de-transferencia-de-excitacion/
https://www.psicologiaparatodos.net/cerebro/por-que-nos-gustan-las-peliculas-de-terror/