El lenguaje en el que todos somos analfabetos

Mrlnavas
Psicología del Lenguaje — ugr
4 min readNov 28, 2018

Cuando uno piensa en lenguaje siempre piensa en palabras, en frases, en personas hablando, escribiendo, leyendo. Y sin embargo, a la palabra “lenguaje” se le pueden añadir muchos complementos que transforman esta visión y la abre como un abanico: “lenguaje no verbal”, “lenguaje de signos”, “lenguaje corporal”, “lenguaje algebraico”… Todos ellos tienen la finalidad de comunicar un mensaje, sólo que el código es distinto en cada uno.

Hay uno en especial que siempre pasa más desapercibido; no porque no se use, al contrario, porque su uso es tan habitual y nos bombardea tanto que no nos damos cuenta conscientemente de su efecto. Es un lenguaje que podría considerarse subjetivo y objetivo a la vez, pues depende mucho de las experiencias que uno haya vivido, (y de hecho son claves en algunas ocasiones para entenderlo), pero al mismo tiempo puede haber un gran consenso en su significado. Es universal (o casi universal): no implica la labor de traductores ni intérpretes, todos somos capaces de captar lo que transmite, aunque no nos llegue el mismo mensaje a todos. Y sobre todo es directo, a veces incluso a niveles más profundos, porque suele ir dirigido a la fibra sensible, a la parte emocional y vulnerable del ser humano.

Es un lenguaje muy versátil: lo mismo te divierte, que te entristece, que te conciencia, que te enfada, que te despierta, que te asombra... Y se usa en muchos campos, sobre todo en publicidad, marketing y cine, pero también en la educación y la política, e incluso se mete en nuestras casas y decora nuestras paredes.

Así es, amigos, me estoy refiriendo al lenguaje visual.

¿Y qué es eso del lenguaje visual? Es un concepto bastante complejo de definir, y de hecho tiene su propia gramática y sintaxis, pero a grandes rasgos es el uso de lo visual (fotografías, dibujos, caricaturas, pinturas…) como medio para comunicar mensajes, como cualquier otro lenguaje.

De todos esos medios, me concentraré en la fotografía. Muchas veces está infravalorada frente a otras artes, porque a simple vista no parece implicar un aprendizaje exhaustivo y ni un gran esfuerzo para dominarla, al fin y al cabo, todos sacamos fotos a diario. Nada más lejos de la realidad.

E incluso, se piensa que es más objetivas que el resto de artes porque usa como herramientas cámaras fotográficas, que “sencillamente captan la realidad tal y como es”. Pero ésta es una afirmación de alguien que nunca se ha puesto detrás de un objetivo, o que simplemente no se ha parado a pensar qué está haciendo cuando saca una foto.

Os pondré un ejemplo práctico:

Playa de la Misericordia, Málaga. Foto propia.

Estas dos fotografías tienen el mismo encuadre y los elementos se encuentran en la misma posición. Sin embargo, el mero hecho de cambiar dónde enfocar (en la persona o en el mar), hace que el mensaje que transmite sea diferente. Antes de pasar a explicaros mi versión, quiero que os paréis a pensar qué significado le daríais a este cambio, y ver si coincidimos.

Para mí el mensaje está claramente relacionado con el énfasis que se le da a un elemento u otro. El cambio de enfoque hacia la persona o hacia el mar enfatiza al personaje de la historia que narra: una nos hace divagar sobre la chica y lo que le ha llevado a encontrase allí, y otra nos hace centrarnos en el mar, en su color, en su inmensidad. Una transmite el centrarse en la persona, mientras que la otra nos invita a observar lo exterior, desvincularnos de ella y centrarnos en el entorno.

Yo lo asocio con diferentes formas de ver la vida: estar más pendiente de uno mismo o de los demás; o incluso, podría representar los diferentes enfoques que tiene la ciencia para estudiar y comprender objetos diversos: la psicología se centra en la persona, y las ciencias naturales se centran en el entorno natural que lo rodea.

¿Creéis que estas fotografías son “una captación de la realidad tal y como es”? El simple hecho de haberlas interpretado de formas distintas ya lo desmentiría. El fotógrafo no intenta captar de forma exacta lo que le rodea, siempre recorta y selecciona el trozo de realidad que le parece interesante (a través del encuadre, del zoom, etc). Así, se convierte en un proceso creativo que parte de una idea subjetiva con una intención (emocional, estética, reivindicativa…).

¿Por qué es interesante el lenguaje visual? Desde mi punto de vista es una herramienta muy poderosa y muy poco explotada para comunicarse. El hecho de que sea universal hacer que su rango de influencia se expanda a todo el mundo, y como al mismo tiempo es directa, el mensaje se capta casi al instante, ejerciendo además un efecto en a un nivel más emocional. En definitiva, es accesible a todos y rápida, como la comida del McDonald.

El problema es que no sabemos “leer” bien sus mensajes, y a diario pasan delante nuestra como si nos estuvieran gritando pero nosotros estuviésemos sordos. ¿Lo peor? Que igualmente nos influyen. Yo quiero aprender a escucharlas conscientemente, ¿y tú?

--

--