El montaje rítmico en su esplendor
A colación de lo que vimos en clase sobre los distintos tipos de montaje (métrico, tonal, rítmico, sobretonal e intelectual), si hay una película reciente que destaca en el uso del apartado rítmico es “Baby Driver”. Esta película me impresionó cuando la vi en la gran pantalla, pues hay multitud de escenas donde la banda sonora no tiene el papel que se le otorga normalmente, sino que dirige cada movimiento, cada disparo, cada persecución. Como muestra, un botón:
Basándose en la famosa canción de The Champs, “Tequila”, a partir del min. 1:20 y también 2:33, podemos ver como los disparos y la banda sonora se hacen una sola. Al final del vídeo, también podemos observar como la canción coincide con la manipulación de la granada y posterior explosión. Incluso uno de los protagonistas dice “Tequila”.
Lo más increíble de la película, es que este uso del montaje rítmico no es azaroso, sino que se debe a la principal peculiaridad del personaje principal, (“Baby Driver”), el cuál tiene un problema de salud por el que si no escucha música, sufre un problema agudo de acúfenos. Debido a ello, cada escena se relaciona con la música que está escuchando en cada momento.
No es de extrañar por tanto, que el propio director de fotografía del film defienda que “la película supone un musical postmoderno, porque no hay gente cantando y bailando por la calle, pero el mundo entero se sincroniza con la música. El limpiaparabrisas se mueve al ritmo de la música. La gente se muere al ritmo de la música. Cada disparo está al ritmo de la música…”
Por todo ello, la película supone un ejemplo ideal del uso del montaje rítmico en el lenguaje cinematográfico. Para no hacer ningún spoiler, os invito a que la veáis y descubráis los múltiples ejemplos de ello.
Referencias:
https://www.youtube.com/watch?v=6XMuUVw7TOM (Otro ejemplo en otra escena diferente)
https://www.expansion.com/blogs/mcgufilms/2017/07/07/baby-driver-disfrutar-el-ritmo.html