El origen del diálogo interno y la influencia del contexto.

Laura Moya
Psicología del Lenguaje — ugr
3 min readNov 18, 2018

De nuevo se acerca navidad y con ello, las múltiples celebraciones, reuniones familiares y el quebradero de cabeza que es pensar cada año en un traje para cada Noche Vieja. Y es que, está grabada a fuego en nuestra cabeza la IDEA de TENER QUE LLEVAR SIEMPRE ALGO DISTINTO.

Múltiples son los mensajes que nos llegan sobre que la navidad acecha. Desde las potentes luces colgadas de los cables que van de un callejón a otro, hasta las lentejuelas que iluminan la ropa de los escaparates. Pero para potencia, las frases que nos repetimos en nuestra cabeza una y otra vez incitadas por todos estos estímulos.

Parece increíble todas las cosas que nos decimos en tan sólo un par de minutos, influenciadas por el gran CONTEXTO en el que vivimos.

La educación dada en los colegios, el trato de nuestros padres, lo que escuchamos en la radio, cada etapa de nuestra vida, la televisión...

Todo nos dirige hacia un camino sin a veces, preguntarnos por qué.

¿Recordáis aquello de que nuestra valía depende de nuestra belleza? Pues VÓMITO DE PINGÜINO CHICOS. Tristemente es algo cierto para muchos y demasiado arraigado que debemos de cambiar.

En efecto, la ropa es una herramienta que muestra no sólo tus gustos, un estilo o la belleza de nuestra silueta sino también, nuestro carácter y personalidad reflejo de cómo quieres ser percibido/a. Por ello, le damos un gran valor que se ve reflejado en todo momento.

Hace un tiempo, hubo un experimento en una cadena australiana llevado a cabo por el copresentador Karl Stefanovic. Él demostró que su compañera es juzgada y, a veces, duramente criticada por cómo viste. Mientras que él ha llevado el mismo traje azul durante un año sin que nadie se diera cuenta.

→https://verne.elpais.com/verne/2014/11/17/articulo/1416221941_000027.html

→ Sin irnos más lejos, ¿Cómo de criticado fue el vestido de Ana Pedroche?

Con esto quiero decir que, el gran valor que le damos a cómo vestimos es incalculable. Dejando de lado el valor por nuestros méritos y capacidades. Y estas ideas, plasmadas inconscientemente en nuestro DIÁLOGO, vienen de la SOCIEDAD, sin duda, PATRIARCAL, en la que vivimos.

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