El silencio en clase

Yiying
Psicología del Lenguaje — ugr
3 min readDec 5, 2022

El silencio en el ámbito escolar se puede interpretar de muchas formas, una de ellas es utilizarlo como un método de aprendizaje, por ejemplo los silencios reflexivos, que se dan una vez que el profesor ha finalizado la presentación y ha lanzado una pregunta al aire para que los alumnos la respondan. Esto ayuda a que, al no haber ruido ni distracciones, se cree un clima de concentración y reflexión. O cuando realiza una pregunta para saber si los alumnos han entendido el contenido, y muchas veces al no tener respuesta, el profesor toma ese silencio como una señal de que todo está claro.

La parte positiva del silencio en clase es que los alumnos fomentan su atención y así es más fácil respetar los turnos de palabra.

Por otro lado, el silencio se puede utilizar de manera negativa, como es un castigo; cuando el profesor regaña a la clase se crea un silencio incómodo y de malestar produciendo un clima frío. Ese silencio colectivo por parte de los alumnos podría representar debilidad o sumisión, ya que piensan que no están en la posición de opinar, causando que nadie se atreva a hablar. Por otro lado, para el profesor ese silencio es una señal de poder, transmitiendo que tiene poder sobre los alumnos y su capacidad de ejercer autoridad.

Otro silencio que nos resulta desagradable sería el silencio que se crea tras recibir una pregunta por parte del profesor. Ninguna persona se decide a contestar y se crea una situación muy tensa en clase, que nos hace sentir intranquilas y con una necesidad de que alguien rompa ese silencio. Y ese silencio puede transmitirle al profesor que su explicación no fue del todo clara, y que tiene que comunicarlo de otra forma.

Hemos estado observando durante esta semana los diferentes silencios que se producían en clase para poder comentarlos. Vemos que en las primeras horas de la tarde la gente está muy tranquila, ya que acaban de comer y vienen cansados, por lo que hay más silencio, sobretodo a la hora de tener que responder una pregunta ya que casi nadie quiere participar y se produce un silencio como forma de evitación a la pregunta o un silencio de confusión ya que la persona no sabe cómo responder a lo que le preguntan (en la mayoría de los casos creemos que se debe a que ni siquiera están atendiendo). En las últimas horas la gente está más participativa y se observan menos silencios.

Una experiencia personal que compartimos las tres es el silencio en un examen, esto es que al estar realizando un examen, un compañero nos ha preguntado algo que no sabía y nosotras le hemos respondido con un silencio como señal de rechazo, ya que no queríamos responder a su pregunta. Y dándole a entender que no nos interesa ayudarle.

Después de haber hablado sobre algunos tipos de silencio, ahora nos interesa saber las formas de romper el silencio, específicamente los silencios incómodos en las conversaciones.

Yiying

Elenatabofe

Marta Vera Casado

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