¿El teatro cambio de ser machista a ser feminista?

Ana Braakhuis-Luis
Psicología del Lenguaje — ugr
4 min readNov 15, 2022

La industria del entretenimiento, y más concretamente la del teatro, se ha enfrentado a muchos cambios en las últimas décadas. Uno de los cambios más significativos es la forma en que se ha representado a las mujeres a lo largo de los años en el teatro. Desde las tragedias griegas, como la Odisea, a las obras de Shakespeare en la época isabelina, hasta los espectáculos musicales de Broadway, como el Moulin Rouge. Probablemente todos hemos aprendido o leído sobre el hecho de que al principio a las mujeres no se les permitía actuar. Todos los roles femeninos eran interpretados por hombres, ya que era muy “peligroso” que las mujeres estuvieran en el escenario. Hasta el día de hoy, los hombres tienen una mayor presencia en la industria del teatro que las mujeres. Aunque el régimen está cambiando y yo tuve la suerte de haber sido una pequeña parte de ese cambio.

El 14 de mayo del 2022, actué en la obra de teatro de Harold Pinter “The Homecoming”. Resumiendo rápidamente, la obra trata de una familia de hombres formada por 3 hijos, un tío y una figura paterna. La madre falleció al principio y por lo tanto no aparece en la escena. La historia sigue a Teddy, que lleva seis años viviendo en Estados Unidos, sin contacto con su familia del norte de Londres, que aún viven en la casa de su infancia. Con la intención de presentar a su mujer, Ruth, hace una visita a su familia. A su llegada, la familia de Teddy le recibe, pero sobre todo su mujer, con los brazos abiertos. A lo largo de la obra vemos cómo todos los “machos” intentan acercarse a Ruth queriendo conquistarla para su propio placer. Curiosamente, Teddy se limita a observar de forma pasiva cómo su mujer, Ruth, se involucra en actividades afectivas con sus dos hermanos. Los tres hombres (los dos hermanos y el tío) planean convertir a Ruth en prostituta y madre sustituta en su casa de Londres, a pesar de que ella tiene sus propios hijos en Estados Unidos. Extrañamente, parece que acepta esta propuesta y quedarse, cuando su marido se marcha para cuidar a los hijos solo.

Con este resumen parece que esto retrata a Ruth como una víctima sexual o una vencedora de la masculinidad tóxica, no es así en absoluto. La obra de teatro de Harold Pinter se adentra en los temas del feminismo y la igualdad de la mujer. El hogar masculino que preside Max (la figura paterna) se caracteriza y organiza por los tipos de autoridad que suelen ejercer los hombres. Los hombres utilizan la agresión física para afirmar su autoridad, y las medidas de masculinidad — fuerza, paternidad, dominio sexual sobre las mujeres, violencia — determinan su poder dentro de la casa. Ruth entra en esta dinámica familiar y afirma un tipo de control diferente. No es sólo el puro poder sexual sobre los hombres, sino también ejerce roles femeninos durante la obra que no eran habituales para las mujeres en esa época (los años 50–60). A los hombres les coge desprevenidos su independencia de sus pasiones, sus deseos, sus acosos y sus amenazas. Ella no reacciona de forma sumisa, como ellos seguramente esperaban. Al final, la incapacidad de los hombres para adaptarse a la afirmación del poder femenino les hace capitular o ceder ante ella. A Ruth la vemos ahora como una mujer independiente y poderosa.

En mi producción de esta obra, fue interesante ver cómo con sólo hacer pequeños cambios en el diálogo de Ruth la hicimos tener una posición aún más poderosa. Yo misma interpreté el rol de uno de los hermanos machistas. El papel en sí me gusto interpretarlo, pero no estaba nada de acuerdo con algunas formas en que tenía que tratar a “mi cuñada” y actuar en la escena.

Según mi opinión, la industria del entretenimiento todavía construye una posición del hombre superior a la mujer, muchas veces convirtiéndola en un objeto de estimulación sexual. Es verdad que hoy en día hay escritores que parecen enfocar a las mujeres mucho más en sus proyectos, pero solo incluirlas no es suficiente. Algunas de las historias que estamos viendo aparecer se sienten muy forzadas y la caracterización de una mujer no es natural. Por mucho que queramos personajes femeninos empoderados, hay producciones realistas que se están arruinando por su representación exagerada de una mujer. El feminismo en el mundo del espectáculo no debería ser una transición masiva y excesiva, sino más bien una transición natural y cómoda.

En general, hemos cambiado para mejor en como tratar y respetar a las mujeres en el mundo del entretenimiento, pero aún no hemos alcanzado la plena igualdad.

Referencias:

Pinter, H. (1966). The homecoming. Grove Press. https://coldreads.files.wordpress.com/2020/10/the-homecoming.pdf

Muhsen, A. S., & Al-Halbosy, A. M. Harold Pinter’s “The Homecoming” Athematic Study of Gender and Power.

Ana Braakhuis Luis (Erasmus)

--

--