El uso de las metáforas en nuestro día a día.

El otro día, en clase, y mientras buscaba información sobre las metáforas me di cuenta de algo que nunca me había parado a pensar, usamos metáforas constantemente en nuestro día a día. Es cierto que algunas de las que usamos somos conscientes de que son metáforas como, por ejemplo, el tiempo es oro, es decir que el tiempo que tenemos es algo muy valioso.

Pero hay un gran número de metáforas que usamos sin pesar si quiera que pueden llegar a serlo, un ejemplo de algunas de estas son:

• Estoy loco por él o ella: cuantas veces habremos dicho esta frase, sin siquiera percatarnos de que se trataba de una metáfora que simplemente expresa estar enamorado. En este caso loco se refiere a tan enamorado que actúas de forma disparatada, imprudente o temeraria, sin pensar en las consecuencias, ya que solo te importa esa persona.
• Los precios están por las nubes: quizás esta si logramos distinguir más fácilmente que se trata de una metáfora, en ella simplemente se dice que los precios son desorbitados, muy altos para alcanzarlos.
• El hecho de caer en depresión, es también una metáfora, se usa simplemente para expresar que has empezado a sufrir una depresión. Se expresa con “caer” porque esto significa descender, bajar, llevarte un golpe en la vida. Y relacionada con esta también encontramos salir de la depresión, referida a que lo dejamos atrás, ya ha terminado.

Tan cotidianas son las metáforas que no solo las utilizamos para expresarnos, como forma de lenguaje, si no que en nuestros propios pensamientos están presentes.

En conclusión, usar este recurso literario es algo que hacemos de manera sistemática, sin pararnos a pensar en ello, y sin percatarnos si quiera de que estas estan inmersas en nuestro lenguaje.