“El violador eres tú”

Eva Palomares
Psicología del Lenguaje — ugr
3 min readDec 9, 2019

“Y la culpa no era mía,

ni dónde estaba,

ni cómo vestía

El violador eras tú

El violador eres tú”

¿Te suena esta estrofa? Seguramente sí, puesto que esta canción ha dado la vuelta al mundo en poco tiempo. La música a pesar de ser tan solo un pasatiempo para algunos, puede tener un gran poder como arma en luchas sociales, como ya defendía en mi anterior publicación y como demuestra la canción titulada “Un violador en tu camino”. Canción que se ha convertido en un himno contra la violencia sexual hacia las mujeres y que estos días corean miles de ciudadanas de todo el mundo con los ojos vendados mientras bailan una sencilla y coordinada coreografía.

“Un violador en tu camino” fue ideada originalmente para denunciar las violaciones de los carabineros, impunes por la complicidad de un Estado corrupto y la impunidad ante los delitos sexuales en un país donde solo el 8% de los juicios por violación acaba con una condena

La canción se basa principalmente en textos de la antropóloga feminista Rita Segato, la cual ha llevado a cabo investigaciones que se han orientado a las cuestiones de género en los pueblos originarios y comunidades latinoamericanas, a la violencia de género y a las relaciones entre género y racismo.

Respecto a la letra, esta no puede ser más directa: «El patriarcado es un juez que nos juzga por nacer, y nuestro castigo es la violencia que no ves. Es feminicidio. Inmunidad para mi asesino. Es la desaparición. Es la violación».

El tema contiene elementos fuertes y alusiones políticas, en especial acerca de el gobierno mira hacia otro lado ante los crímenes perpetuados en contra de la mujer: “El violador eres tú, son los pacos (los policías), los jueces, el Estado, el Presidente”

Además la canción incluye una estrofa sacada del himno de los carabineros, la policía chilena, en modo irónico: «Duerme tranquila, niña inocente, sin preocuparte del bandolero, que por tu sueño dulce y sonriente vela tu amante carabinero».

Por su parte, la puesta en escena también está cargada de significado: por una parte los ojos vendados simbolizan a los heridos oculares por los perdigones antidisturbios, algunos de los cuales han llegado incluso a perder la vista; las sentadillas se refieren a una práctica reportada por el organismo humanitario: cuando en Chile arrestan una mujer, la autoridad la obliga a quitarse la ropa y realizar este ejercicio.

Así, mirando de frente, en filas y con voz firme, decenas de miles de mujeres se han reunido en diferentes ciudades del mundo para denunciar los abusos y la violencia sexual con una canción que empezó su recorrido mundial impulsado por los vídeos que desde las redes sociales empezaron a viralizarse el 20 de noviembre, cuando se presentaron en las calles de Valparaíso, donde cinco días después traerían su intervención en el marco de manifestaciones por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

De Chile a la India. De México a España. De Estados Unidos a Líbano. De Brasil a Turquía esta canción ha dado la vuelta al mundo, conectando distintos países, mostrando así que cuando hay un importante mensaje, la música es un lenguaje universal.

Por supuesto, también en Granada se han reunido para darle voz a este himno

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