Error 404: argument not found

Hola a todos.

Como habréis visto, mi grupo está indagando acerca del debate. Hemos encontrado un vídeo de Álvaro Bernad que muestra algunas ideas del libro El arte de tener razón de Schopenhauer. Os expondré de manera clara las estrategias para ganar un debate que nos muestra en dicho vídeo.

Cuando discutimos, nuestro interlocutor formulará argumentos (que respaldan sus ideas) para invalidar los nuestros. Pues bien, en este punto pueden darse dos situaciones:

pensamos que tenemos razón.

No pensamos que tenemos razón.

En el caso de (creer) llevar la razón la estrategia es atacar, ya sea por refutación directa o indirecta.

→ Refutación directa.

Consiste en contraponer la visión de la realidad de nuestro oponente con la realidad objetiva. Desmontaremos su argumento y diremos que es inválido si ambas no se solapan ya que su visión contradiría la realidad.

Para refutar la tesis del adversario podemos mostrar que no concuerda con otras afirmaciones o concesiones del adversario, esto es, con la verdad objetiva absoluta.

→ Refutación indirecta.

Con ella contraponemos aquello que la figura contraria está diciendo actualmente y aquello que ha dicho antes. No daremos por válido su argumento en el caso de que caiga en una contradicción.

Para refutar la tesis del adversario podemos mostrar que no concuerda con la naturaleza de las cosas, esto es, con la verdad subjetiva absoluta.

Para llevar a cabo correctamente estos dos ataques nos presenta tres tipos de consejos:

1. Disimular.

Podemos bajar la guardia de nuestro interlocutor para así argumentar cuando menos se lo espere, o bien, exponer nuestra tesis lo más rápido posible para evitar, si tenemos algún fallo, que recaiga en él.

No plantear las preguntas en el orden que requiere la conclusión a extraer, sino con todo tipo desorden: en ese caso, el adversario ya no sabe adónde quiere uno llegar y no puede prevenirse.

Exponer rápidamente la propia argumentación pues quienes son lentos de entendimiento no pueden seguir con presión la demostración y pasan por alto sus eventuales errores o lagunas.

2. Presentar lenguaje a favor.

Resulta eficaz atribuir a nuestra postura adjetivos positivos y a la postura contraria adjetivos negativos.

Debemos elegir el lenguaje que favorezca a nuestra afirmación. El nombre protestante ha sido elegido por éstos, el del hereje por los -católicos.

3. Dar donde duele.

En un debate, a medida que planteamos nuestros argumentos observaremos con cuál de ellos en concreto nuestro adversario se ve acorralado, intenta cambiar de tema y se pone a la defensiva. Este será su punto débil y deberemos insistir en él.

Si ante un argumento el adversario se enfada, se le debe acosar insistentemente con ese argumento: no solo le ha encolerizado porque es bueno, sino porque hay que suponer que ha tocado el punto débil de su razonamiento.

Es necesario mencionar que Schopenhauer escribe estratagemas para utilizarlas en discusiones siendo más importante ganar dicho debate que la veracidad de las tesis expuestas. ¿Qué pensáis? Analizaremos dicha cuestión próximamente.

A partir de ahora analizaremos si los participantes de los debates recurren a estas estrategias y, sin duda, las pondremos en marcha. Resultaría interesante observar en primera persona cómo estas afectan al desarrollo del debate.

¿Cuándo debatimos?

Referencias:

--

--