Es mala amante la fama
Como comentamos en el post anterior, los artistas utilizan más las redes sociales como medio de promoción y así alcanzar al máximo número de audiencia posible. En este post hablaremos de algunos ejemplos muy concretos de cómo afecta la fama a los artistas y cómo sobrellevan el cambio de audiencia, las cifras y la incertidumbre sobre su futuro éxito.
En primer lugar nos centraremos en las palabras de Ana Guerra en una reciente entrevista. Tanto su punto de vista como lo que contó acerca de la música actual fue bastante revelador. Cuenta que desde que salió de OT, su carrera ha ido hacia abajo, es decir, que cada canción que lanzaba funcionaba peor que la anterior y además, sufría mucha frustración cuando no alcanzaba el éxito y las reproducciones esperadas. Reconoce que sintió que se estaba convirtiendo en el fenómeno de música rápida que iba a pasar de moda, por lo que decidió no sacar un disco que estaba a punto de lanzarse y seguir el camino en la música que ella creía mejor con un estilo más personal. Su vida cambió bruscamente desde el boom de OT, al principio se encerró en casa y no quería salir afuera. Reconoce que debido al peso de la fama evitaba muchas situaciones, como por ejemplo tener una cita, por no saber gestionar las consecuencias mediáticas que cada acción que realizara iba a tener, es decir, toda la prensa y comentarios que se generan cada vez que alguien famoso realiza cualquier acción.
Dicho esto, pensamos que la industria musical es la responsable en parte del fenómeno de música rápida que propicia que sucedan este tipo de cosas. Es decir, cuando los artistas jóvenes salen de un programa como OT y firman un sello discográfico tienden a ser controlados y dirigidos más por la discográfica que por el propio deseo del artista. En este sentido, lo que buscan en muchos artistas es sacar música lo antes posible sin quizás meditar estos lanzamientos lo suficiente y luego, en muchos casos ocurre lo mismo que con Ana Guerra, que propician hacer música comercial con el consiguiente riesgo de pasar de moda con más probabilidad. Además, cuando la carrera de un artista empieza con un boom y consigue una fama brutal de repente, resulta muy complicado de gestionar ya que esa persona no había experimentado esa atención tan inmensa por parte del público y de los medios. Como consecuencia, todo este proceso acaba perjudicando la salud mental de los artistas, haciendo que se sientan en muchas ocasiones solos y objetos de comercio.
Asimismo, este fenómeno de éxito y fama pasajera se refleja de forma clara en canciones muy conocidas de algunos artistas. En este caso nos centraremos en letras de la distinguida Rosalía.
Primero, si nos fijamos en la letra de uno de sus grandes éxitos llamado “La fama” junto al cantante The weeknd, podemos observar su expresión acerca de lo engañosa que puede ser la fama en la vida de un artista y cómo a pesar de ser consciente de ello convive
con este hecho.
“Es mala amante la fama y no va a quererte de verdad
Es demasia’o traicionera, y como ella viene, se te va
Sabe que será celosa, yo nunca le confiaré
Si quiere’ duerme con ella, pero nunca la vayas a casar
No hay manera
De que esta obsesión se me fuera
Se me fuera ya desaparezca
Yo aún no he aprendi’o la manera”
Está claro que el daño que causa la fama es algo que le conmueve y le afecta. A través de esa canción, transmite perfectamente esa sensación de obsesión y de traición de la fama. Es una forma de comunicación hacia los oyentes muy directa y evidente que sin duda da que pensar.
En segundo lugar, podemos analizar unos versos de otra de sus canciones, “Sakura” del álbum Motomami, que transmite un mensaje similar reflejando la idea de que el éxito no es para siempre, pero que el día en el que sea muy mayor y vea lo que ha conseguido se sentirá muy orgullosa de sí misma.
“Flor de sakura
Flor de sakura
Ser una popstar nunca te dura
Flor de sakura
Flor de sakura
No me da pena, me da ternura
No pa siempre pues ser una estrella y brillar
Via reírme cuando tenga 80 y mire p’atrás”
Ser un personaje público, a pesar de todas las fortunas que puede traer, supone también un riesgo de pérdida de intimidad y a nivel de salud mental puede llegar a causar gran malestar como comentaba Ana Guerra en la entrevista. Cada vez son más los artistas que hablan públicamente acerca del estado de su salud mental y visibilizan acudir a psicólogos. Creemos que este mensaje es muy necesario e importante para toda la sociedad. Sin embargo, no debemos olvidar que el hecho de ser famosos no hace que su sufrimiento sea más grave que los de otra persona no pública. Ambos son igual de válidos y respetables, a pesar de que tendemos a magnificar el sufrimiento de los personajes públicos simplemente por el hecho de ser famosos.
Todo este asunto deja algunas preguntas en el aire que podrían ser interesantes de debatir, como por ejemplo que el hecho de que cada vez más personajes públicos estén reconociendo que acuden a terapia, ¿podría tratarse de una estrategia de marketing? y por otro lado, ¿qué ejemplos concretos reflejan esa importancia tan alta que se le concede a los problemas mentales de los artistas, restándole valor así a los de las personas corrientes?
Escrito por:
Alejandro Jiménez Aguilera
Marta Marrero Cabrera
