Eufemismos para camuflar
Con el paso del tiempo, las palabras y términos que usamos para describir las cosas que suceden a nuestro alrededor van cambiando. El lenguaje es algo vivo que va sufriendo transformaciones a la par que la sociedad. No obstante, esas evoluciones no siempre mejoran el término usado hasta el momento. En ocasiones, los nuevos vocablos surgen para camuflar algo que puede resultar difícil de entender dando lugar a los eufemismos. Este tema ya fue tratado en un post de mis compañeros donde se habló acerca de la muerte de Julen y la forma en la que el tema fue tratado en los medios de comunicación. https://medium.com/psicolog%C3%ADa-del-lenguaje-ugr/julen-está-m-o-2ea96750e3d2 . Sin embargo, hoy quiero compartir una experiencia personal que encontré bastante significativa y digna de ser compartida en este portal.
Hace unas semanas fui a una discoteca que abrían nueva en Granada con unos amigos ya que la novia de uno de ellos había comenzado a trabajar en ese sitio como “imagen”. Yo desconocía ese término y no sabía muy bien a qué se refería o cuál era su papel (he de decir que no soy muy asidua de discotecas, ni estoy muy metida en todo este mundo de las redes). Una vez llegamos al local, me comentaron un poco de qué trataba ese nuevo trabajo: Dar una buena imagen de la discoteca a los clientes. Yo seguía sin entenderlo mucho, ¿dar buena imagen de qué manera? A la media hora de estar allí, de repente, se apagaron todas la luces de la discoteca, la música cambió por completo (como si anunciara algo) y de una puerta de personal no muy lejana a nosotros, salieron un grupo de chicas en fila, algunas de ellas con botellas con bengalas y otras con copas o simplemente con nada. Un espectáculo visualmente muy atractivo para todo el que estuviera allí. Una vez llegaban al palco al que estaba destinado ese cortejo, ellas se quedan allí bailando y tomándose una copa con las personas que lo habían encargado (generalmente hombres). Tras unos minutos, las chicas se marcharon, algunas a su propio palco reservado y otras al interior de la zona de personal. No obstante, unos 10 minutos después volvieron a repetir el mismo ritual pero en un reservado diferente. Este hecho se repitió hasta en cinco ocasiones durante las dos horas que estuve allí.
Todo esto me llevó a una reflexión. La discoteca paga a unas mujeres para que hagan compañía a los clientes que encargan botellas en los reservados. En mi opinión, este nuevo término definido como Imagen de un local, se asemeja bastante al que no hace mucho usábamos para referirnos a este tipo de chicas comúnmente conocidas como escorts de la discoteca. No critico esto, ni digo que trabajar como escort sea algo negativo, simplemente me llama la atención cómo cambiamos el nombre a ciertos conceptos o usamos eufemismos para que a ojos de la sociedad parezca más aceptable. La respuesta general no es la misma si dices que trabajas como imagen de un local a decir que es como escort.
Muchos podrán decir que hay otras discotecas que también llevan botellas de champán a sus clientes con bengalas para llamar la atención, pero ese suele ser uno de los cometidos de los camareros y camareras. En esta discoteca, las y los camareros trabajan en barra y son estas chicas de imagen las que únicamente tiene esa función: acompañar a los clientes.
Si bien es cierto que normalmente el trabajo de una escort o mujer de compañía es contratado directamente por una persona para hacerle compañía, os voy a poner un ejemplo para que entendáis cómo llegué yo a esa conclusión. Hay ocasiones en las que un empresario en una cena de negocios puede contratar a una escort para agasajar a un socio o a un cliente tras un negocio o por el hecho de persuadirle. El cliente no elige a su acompañante, ni la acompañante elige al destinatario de sus servicios, hay un intermediario. En el ejemplo que estoy contando aquí, es la discoteca quien contrata a estas mujeres de compañía y regala unos minutos con ellas a sus clientes por la compra de una botella.
Hay otras veces en las que las chicas son contratadas para promocionar la discoteca y reparten promociones o cosas gratis tanto dentro como fuera de la discoteca, o incluso se pasean por la discoteca con carteles de photocall para que la gente se haga fotos y las suba a sus redes sociales. Pero en esta discoteca no era así. La única función de estas mujeres era acompañar y servir las botellas.
Y es que es increíble el poder que tienen las palabras y cómo pueden ser utilizadas para ocultar algo o simplemente disimularlo. ¿Son estas chicas realmente conscientes del trabajo que están realizando?