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EXPRESAR VISTIENDO LO QUE CALLAMOS

Trabajo individual

Me preguntan: ¿Qué quieres demostrarme con este trabajo?

Mi respuesta: Quiero demostrarle lo que digo vistiendo sin decir ni una palabra. Y claro, todo eso acompañado de nuestra más fiel aliada, la música.

Cada día nos levantamos de una forma de ser, de sentir y de pensar diferente. Si no fuera por el espejo que tengo justo al lado de la puerta, que me veo en él cada vez que salgo de mi cuarto para ir a lavarme la cara todas las mañanas, diría que me he convertido en otra persona. Todo esto lo pongo desde mi punto de vista ¡ojo!, ya que como colores, personas. Y no a todo el mundo le pasará como a mí.

Soy una persona muy sentimental, para que me entendáis, me dejo llevar completamente por mis sentimientos. Todo aquél que me conoce de verdad, lo afirmaría sin dudarlo, por lo que ellos cuando me ven llegar a un sitio y echan un vistazo rápido a cómo voy vestida, se pueden hacer una idea de mi estado anímico. Todo va hilado. Y claro, también ayuda mucho la música que en ese momento esté escuchando y que mis cascos y su alto volumen, delatan.

Estaréis pensando que no siempre es así, y es cierto, no siempre se basa en los sentimientos, sino también en el contexto y en los gustos. Ya que aunque un día esté muy feliz, no voy a salir del negro que es mi color favorito para vestir, ni de un outfit básico y cómodo para por ejemplo ir a la Universidad. Y no porque seas una persona que viste de negro habitualmente, tienes que ser un humano triste y desolado, y no porque vistas de mil colores eres una persona súper feliz. Dejando esto claro, prosigo dando mi punto de vista.

Cuando me siento realmente triste, no me preocupo por mi imagen, simplemente cojo lo primero que pillo y me lo pongo. En este caso, suelen ser aparte de colores oscuros, ropa ancha, sudaderas, zapatillas de deporte… Me encanta escuchar canciones tristes que se asemejen con el motivo de mi tristeza para desahogarme. Se me quitan las ganas de todo y solo me apetece estar en casa con el pijama. En general, me descuido tanto físicamente como mentalmente.

Como ejemplo de lo que os acabo de contar, os recomendaré una serie de Netflix, “Grand Army”, que obvio, no os voy a hacer ningún spoiler porque me gustaría que la vieseis, pero si recalcaré que una de las protagonistas, de ser una chica súper independiente, revolucionaria, que viste como quiere… le pasó algo, que hizo que se vistiera acorde con sus sentimientos. Alejó la falda de animadora para acercar la sudadera más ancha que tenía.

Retomando la historia de mis días tristes, os diré que siempre llega un día en el que resurjo como el ave fénix, ya que no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante, como dice el refrán. Normalmente, suelo ir a la peluquería a cambiarme el pelo, me pongo las uñas… y lo mejor, me voy de compras. Suelo comprarme ropa que haga que cambie mi actitud. Elijo colores alegres, ropa atrevida, voy a tiendas que no suelo ir para dejar atrás a la persona que era para intentar convertirme en una nueva… y todo ello acompañado de música que me haga bailar, sonreír, recordar buenos momentos y cantar a grito pelado.

Como ejemplo de lo que os acabo de decir, como no mencionar a la gran Diana de Gales, también conocida como Lady Di, y su “Little black dress” o “El vestido de la venganza”. Ella, esposa del príncipe Carlos futuro heredero de la corona Inglesa, utilizó su atuendo para dar un gran mensaje. Primero os pondré un poco en situación por si no conocíais la historia, y así podáis entender a lo que me refiero.

Diana y Carlos se separaron dos años antes de este polémico vestido, pero el motivo de su vestimenta, fue la declaración de Carlos ante la televisión, de su relación con Camilla Parker, adjuntando a continuación, que le fue infiel a su esposa con Camilla hasta que tuvo claro que su matrimonio estaba definitivamente roto. Con esto ya os estaréis haciendo una idea ¿no? Diana al día siguiente de la entrevista, tenía un evento al cual asistió sola y con un vestido lejos del protocolo indicado por la realeza. En ese momento, todos al verla, supieron lo que ella realmente sentía, que era fuerza, valentía y muchas ganas de vivir.

Y para terminar, pondré dos ejemplos más generales:

· Identificamos las lentejuelas con el fin de año, con felicidad, con nuevas metas, con reuniones familiares y la post fiesta con los amigos, con música con la que podamos bailar hasta que nos duelan los pies…

· Cuando vamos a un velatorio, la vestimenta adecuada sería ir de negro, ya que es una forma de dar el pésame y encajar con el ambiente de tristeza, pérdida y melancolía que se respira en el ambiente.

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